Duelo: VW Passat, Ford Mondeo, Opel Insignia y Peugeot 508

Peugeot 508 SW 2.0 HDi 180

Sencillamente, este Peugeot tiene un diseño diferente. Junto a los modelos alemanes, su elegante silueta destaca a todas luces. Transmite la sensación de ser único, también en el interior. Eso sí, no ofrece un espacio espectacular especialmente en las plazas traseras, donde es estrecho, comparativamente. 

El maletero tampoco es para echar cohetes tratándose de un familiar: entre 560 y 1.598 litros. El motor diésel de dos litros y 180 CV está siempre sometido al cambio automático de seis velocidades, que no es la mejor elección: cambia de forma perezosa y no deja que esta potente mecánica muestre todo su brío.

Y, al contrario de lo que uno espera de un coche francés, la suspensión es bastante seca, sin por ello ser deportiva: en curvas rápidas, el 508 SW tiende a subvirar pertinaz, y su dirección no es ágil por carreteras de montaña. 

Eso sí, donde puntúa es en su completo equipamiento y los cinco años de garantía.

En definitiva: se hace con el cuarto puesto, y 500 puntos de un total de 750. Un coche elegante con un buen motor, aunque por desgracia desaprovechado. Y con espacio limitado y un chasis poco equilibrado. Desde 35.020 euros.

Opel Insignia Sports Tourer 2.0 CDTI Biturbo

¡Todo un Matusalén! El Insignia lleva en el mercado desde 2008, nada menos. Y su sucesor no llegará hasta 2017. Con una longitud de 4,91 metros, el Opel es enorme… Al menos, por fuera. Porque no deja de sorprendernos cómo puede tener una segunda fila tan justa, y desde luego el maletero no es un prodigio de espacio con entre 540 y 1.530 litros. Además, a la hora de cargar, entorpecen mucho unos paragolpes demasiado gruesos.

Una vez más, tenemos que loar a los comodísimos asientos AGR. A cambio, el dos litros diésel tiene una respuesta algo tosca, es un tipo rudo que, eso sí, empuja y mucho, pero demasiado ruidoso. Lo que realmente habla a favor de este Opel es su conseguido chasis: es rígido, pero a la vez filtra con eficacia y eso si posibilidad de regular el chasis como en el caso de sus contrincantes alemanes. 

Otro punto a su favor: con un precio que parte de los 27.582 euros, es el más barato de la comparativa.

Puesto tres, con 522 de 750 puntos. Un chasis muy redondo y un motor poderoso. Eso sí, demasiado pequeño en el maletero y las plazas traseras.

Ford Mondeo Sportbreak 2.0 TDCi

No sabemos si a Aston Martin le hará demasiada gracia, pero lo cierto es que la parrilla trapezoidal le queda maravillosamente bien al Mondeo: estampa poderosa, agresiva y elegante al mismo tiempo. Como la marca británica. 

También dentro Ford ha aplicado refinamiento, con un puesto de conducción presidido por una pantalla táctil en la consola central, desde la que puedes manejar la radio, el teléfono, el climatizador o el navegador opcional. El sistema Sync 2 (en caso de que la variante elegida lo equipe) permite un uso total a través de la voz. 

Dentro ofrecen espacio correcto, aunque la segunda fila es más pequeña que la del Passat.  Los asientos deportivos no nos han gustado: demasiado delgados y con poca sujeción a la altura de los hombros. 

Luces y sombras: con 525 litros, su maletero es el más pequeño, pero si pliegas los respaldos de la segunda fila cubica unos respetables 1.630 litros. En cuanto al comportamiento… Ford siempre se ha caracterizado por ofrecer chasis equilibrados capaces de combinar a la perfección deportividad y confort. Sin embargo, este Mondeo decepciona: nuestra unidad de pruebas equipa la amortiguación regulable, y la verdad es que solo obtiene un comportamiento aceptable en modo Sport –tiene otros dos: Normal y Confort-. Solo en este caso es suficientemente ágil, mientras que en los otros dos modos es demasiado blando e impreciso. La dirección es muy rápida y ligera al mismo tiempo. Una combinación poco acertada. Estamos ansiosos por comprobar si la versión sin chasis ajustable es más equilibrada.

Lo que sí nos ha convencido es su dos litros diésel de 180 CV: suave, y al mismo tiempo poderoso y muy vivo. 

Puesto dos con 542 de 750 puntos. Espacio correcto, motor potente. Pero al chasis le falta armonía. Desde 27.800 euros.

Volkswagen Passat Variant 2.0 TDI

Es intimidante: no pos su aspecto, sino porque parece que no tiene rival en las comparativas. De momento, las ha ganado todas, también esta. El Passat no solo transmite la mayor sensación de desahogo, sino que es el más espacioso sobre el papel. Especialmente detrás, donde la diferencia es abismal respecto al Peugeot y el Opel. 

También el maletero es el que más traga: de 650 a 1.780 litros. Bajo el capó se esconde el dos litros TDI de 190 CV. Es brioso y de rápida respuesta al acelerador, pero tiene el funcionamiento más suave de los cuatro. Y es que, gracias a su profuso material aislante, este diésel resulta sorprendentemente silencioso. Incluso, si pagas un extra, puedes optar al doble acristalamiento. 

Y es que el confort se ha tomado muy en serio en este modelo. Puedes optar a la amortiguación adaptable (DCC Plus), que es altamente recomendable. A diferencia del Mondeo, este chasis ofrece un elevado margen donde elegir entre el confort más refinado y la máxima agilidad, apoyado en una dirección muy directa, precisa y de buen tacto. Este Volkswagen es, con 1,6 toneladas, 120 kilos más ligero que sus rivales, algo que se nota al conducirlo, ya que se mueve con mayor soltura.

Pero no todo es bueno: la unidad probada, con todo su equipamiento extra, se va por encima de los 45.000 euros, una diferencia excesiva, especialmente si lo comparamos con el Insignia. 

Pero ni eso evita que se haga con el primero puesto: 579 de 750 puntos. Es espacioso, práctico, manejable y muy confortable. De momento, no hay quien le haga sombra. Desde 32.615 euros.