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Comparativa: Volvo V90 vs Mercedes Clase E Estate

Hay pocos países en los que la combinación de refinamiento y carrocería familiar tenga tanto tirón como en Alemania. Y visto así, estos dos modelos son una carta ganadora en ese país: Dos familiares que, seguro, tendrán éxito también en España, tal y como hemos comprobado en este cara a cara del Volvo V90 vs Mercedes Clase E Estate . Argumentos no les faltan. ¡Arrancamos!

Motorizaciones comparadas:

Y aquí estamos de nuevo: una vez más, enfrentamos a un modelo al Mercedes Clase E Estate. Ya lo habíamos enfrentado contra el BMW Serie 5 y el Audi A6 Avant, y había salido victorioso. Pero hay que decir que los modelos de Audi y BMW ya llevaban un tiempo en el mercado, y por eso hemos buscado un coche recién llegado: el Volvo V90. Veamos si el sueco es capaz de plantar cara al alemán. Cara a cara: Volvo V90 vs Mercedes Clase E Estate.

Posiblemente, el Volvo, en parado, sea ahora mismo el familiar más bonito del mercado. Siempre es cuestión de gustos, pero opinamos que sus líneas coupé y sus equilibradas proporciones lo ponen un paso por delante del resto en diseño. Y esto no solo sucede fuera: también en su habitáculo. 

Cuando entro en el V90, enseguida me invade una sensación de bienestar. Y es que frente a sus rivales, tiene una atmósfera muy acogedora, como de salón de casa, aunque no sea tan tecnológico como el Clase E de Mercedes. Eso no quiere decir que no esté a la última: tiene un display digital tras el volante y destierra la instrumentación analógica, y lo complementa con una gran pantalla en el medio, en vertical, mientras que la del Mercedes va en apaisado. Pero tiene una clara ventaja: el espacio. Especialmente detrás, donde ahora va sentada nuestra redactora en prácticas. En definitiva: el Volvo tiene el interior más cómodo. Y además, tiene una gran visibilidad en todas las direcciones, mire donde mire. En esto supera al Mercedes. 

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Bajo el capó del Volvo V90 D4 trabaja un cuatro cilindros biturbo con dos litros de cilindrada. El diésel arroja 190 CV al eje delantero, y según nuestras mediciones, este Volvo familiar acelera de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos. La punta es de 225 km/h. El sueco consume 6,6 litros, esto es, dos más que el dato de fábrica. En esta comparativa, por tanto, queda por detrás.  Nuestra unida de pruebas lleva asientos calefactables delante, cuero y faros de LED adaptativos. Y suma, por supuesto, muchos otros avances tecnológicos. 

En este segmento, casi todos los coches ofrecen ya la opción de personalizar el comportamiento. En este Volvo hay tres programas: Eco, Confort y Dynamic. Lo que noto, sin embargo, es que no está tan aislado de la carretera como el Mercedes. Especialmente en modo Dynamic, el motor se oye un poco más, y transmite sensaciones más directas. Todo es, digamos, más comunicativo. Es una cuestión de gustos, pero en el Mercedes todo es un poco más silencioso y suave. Una de las cosas que más interesan en un familiar es, por supuesto, el maletero. El del Volvo se ve algo perjudicado por su diseño. Cubica entre 560 y 1.526 con los asientos plegados. Es suficiente para viajar en familia, pero es menos que lo que ofrece el Mercedes.  

Pasemos a su rival: tiene un maletero más pequeño que su antecesor, pero aun así, entran 640 litros, y su pliegas la segunda fila llega a los 1.820. Y eso, aun cuando su nuevo diseño más estilizado perjudica un poco el espacio de carga. Una línea con mucho estilo que, por cierto, se repite en el interior. Lo primero que llama la atención al entrar son estas dos enormes pantallas. Pero, por desgracia, salen muy caras, ya que son opcionales. La joya se encuentra bajo el capó. El nuevo motor diésel empuja realmente bien, sube de vueltas con más alegría que el del Volvo, y además, consume menos. En combinación con este chasis tan confortable, hay que decir que Mercedes tiene un producto muy logrado. 

El nuevo diésel de este E 220d rinde 194 CV. Solo un turbo, y propulsión a las ruedas traseras. Hemos medido una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos, casi un segundo más rápido que el Volvo. Además, en una autovía alemana sin límite, llega hasta los 235 km/h, 10 más que su rival. Pero lo más interesante es su consumo: la marca da una cifra de 4,2 litros. Nosotros hemos medido seis, pero sigue siendo casi medio litro más ahorrador que su rival. El Clase E también lleva muchos extras que lo encarecen y, como en el Volvo, presentan tecnologías futuristas. 

Quiero hacer hincapié en los sistema de asistencia, porque no muchos os podéis sentar en un coche tan moderno como este Clase E. Puedes quitar las manos del volante por su conducción parcialmente autónoma. Tampoco piso el acelerador ni el freno, pero mantiene siempre la distancia con el coche de delante. Hay que decir que no estoy en una situación de tráfico muy complicada, pero lo curioso es que se queja si llevo demasiado tiempo sin las manos en el volante, de modo que frena gradualmente y activa los 'warning'. Opina que, por algún motivo, no estoy en condiciones de conducir, de modo que detiene el coche y pone las luces de emergencia. Y todo con mucha seguridad. Una genialidad, ¿no crees? Pero a nosotros, de momento, nos encanta conducir y que no lo hagan por nosotros. Y hacerlo en estos dos coches familiares premium es una auténtica delicia. Pero claro: estamos aquí para encontrar un ganador.  

V90 vs E Estate

En una comparativa de familiares, hay que comprobar siempre qué entra realmente en sus maleteros. Y hay un vencedor claro: en el Volvo han entrado 26 cajas de botellas de agua, y en el Mercedes, 31. De modo que si hablamos de volumen de carga, una vez más, gana el alemán. Pero si hablamos de tener mucho confort y asistentes a la última por el precio más competitivo, ahí gana el Volvo. Y tiene otro punto a favor: es un coche que no se ve demasiado, lo que lo hace más exclusivo. Eso sí: si hablamos de motor, chasis, consumo y aceleración, una vez más el Mercedes se pone por delante. Si nos ceñimos a los puntos, solo hay un ganador. 

Conclusión:

Hay una cosa en la que coinciden: los dos son muy recomendables. El capítulo de costes no es muy decisivo, porque los dos son caros y el Mercedes tiene mayor valor residual, por eso, el menor precio del Volvo no es suficiente para ganar. Aun cuando el sueco es una alternativa con estilo y un punto de exclusividad, el Mercedes es mejor coche en términos generales. Y por este motivo, la marca de la estrella se hace con esta comparativa. 

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