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Comparativa Ford Fiesta Sport vs Mini Cooper

Entrentamos al Ford Fiesta Sport contra el Mini Cooper, dos utilitarios muy divertidos gracias a sus motores de tres cilndros y 140 caballos. De hecho, el Ford se convierte en el utilitario que más potencia saca a un bloque de un litro.

Motorizaciones comparadas:

Un litro de cubicaje, tres cilindros y 140 CV. Eso es lo que esconde el Ford Fiesta Sport de esta prueba bajo el capó. Sí, la pregunta es inevitable: ¿cómo lo consigue? Su oponente no es muy diferente: el Mini Cooper monta un motor de 1,5 litros, también de tres cilindros y 136 CV. Los dos corren como si a Usain Bolt le hubieran robado la cartera e incluso se permiten el lujo de superar los 200 km/h. Para que te hagas una idea: en los años 80 en esta liga jugaba el Audi Coupé de cinco cilindros y 136 CV y el Golf GTI 16V MkII, que alcanzaba 139 CV. Ahora, llegan a ese nivel dos pequeños utilitarios con propulsores de solo tres cilindros. ¡Es de locos!
Voy a subirme para ver cómo son por dentro. Empiezo por el nuevo. ¿Nuevo? Bueno, en realidad esta generación del Fiesta es más que conocida. De hecho lleva en el mercado desde 2008 y para mantenerlo al día hace un par de años Ford le hizo un ligero lavado de cara y logró que su mirada sea ahora más agresiva. Tanto, que cuando lo ves por el espejo retrovisor piensas que te va a devorar. Algunos en la redacción incluso se atreven a afirmar que les recuerda vagamente a un Aston Martin. Esta versión tan divertida llamada Sport Red Edition (también existe la variante Black Edition) acaba de llegar a nuestro mercado y se presenta con un equipamiento de serie bastante generoso, todo por 18.000 euros: un alerón gigantesco en el techo del mismo color de la carrocería, espejos y techo en un tono contrastado, rebaja de altura en 10 milímetros, llantas de aluminio de 16 pulgadas, asientos deportivos que proporcionan un mejor más agarre lateral, costuras rojas y un volante más ergonómico.

¿Equipamiento caro?

En definitiva, teniendo en cuenta esta buena dotación de fábrica, se puede decir que esta Fiesta no te va a costar especialmente cara.
Como ya supondrás, si te decantas por el Mini la lista de opciones es mucho más extensa, creativa y costosa. Como poco te va a costar 20.550 euros. Y por ese precio viene de serie con llantas de aluminio de 15 pulgadas, ordenador de viaje, fijaciones IsoFix y poco más... ¿Espejos calefactables? Son de serie en el Ford y aquí te cuestan 200 euros. ¿Asientos deportivos? Si los quieres, te obligan a coger un paquete valorado en 2.000 euritos de nada... ¿Las bonitas llantas de aluminio de 17 pulgadas que ves en las fotos? 1.300 euros. Es un hecho contrastado: todo lo que hace al Mini más bonito tiene un sobreprecio. También las franjas en el capó: 110 euros. El Mini es bastante más caro que el Ford y solo le queda el consuelo de que recupera puntos en el precio de reventa de segunda mano. Pero basta de charla y voy a probarlos de arriba a abajo. Y no pierdas detalles, porque te voy a contar incluso qué tal se va en las plazas traseras.

¿Y la habitabilidad?

Sentarse en la segunda fila del Mini es igual de divertido que ir a un dentista para que te saque una muela. Ambos son dos actos tan dolorosos como poco recomendables. El pequeño utilitario de origen británico mide 3,82 metros y, por tanto, es 16 centímetros más corto que el Ford Fiesta. Pero esa pequeña cifra no es una muestra real de la diferencia que se aprecia cuando vas ahí atrás encajado. En habitabilidad los separa un mundo. En el Ford pueden ir cuatro amigos sentados cómodamente para ir a un partido de fútbol; mientras que en el Mini preferirán quedarse a verlo en el bar.
Eso sí, en las plazas delanteras de uno y otro, disfrutarás de lo lindo. Todo lo que siempre habíamos criticado del interior del Mini, lo han tenido en cuenta los ingenieros. Ya no hay rastro de plásticos baratos ni más crujidos o traqueteos. El interior es realmente chic, todo transmite calidad y, además, tiene detalles molones, como el botón de arranque que recuerda a un pen drive luminoso. Y donde antes había un velocímetro en formato pizza familiar, ahora se aloja la pantalla de un sofisticado navegador (810 euros) que se puede usar mediante un mando situado junto al freno de mano. Para eso hay que levantar el reposabrazos central, que cuesta 150 euros, aunque te recomiendo que ni lo pidas: solo sirve para estorbar.
En el Fiesta sigue molestando el exceso de botones de la consola central y esa pantalla tan pequeña, que no se lee nada bien. En este aspecto necesita una puesta al día urgente. A su favor hay que decir que los asientos son cómodos y su espacio interior bastante generoso. Arrancamos.
¿He dicho ya que BMW merece todo mi respeto por crear esa joyita? Este propulsor de 1.5 es una auténtica pasada, llego a 100 kilómetros por hora en segunda y la aguja aún está lejos de la zona roja del cuentavueltas. En tercera me pongo a 140 km/h y suena como si tuviera muchos más cilindros y cubicaje. Es, sencillamente, poderoso.
El Ford, sin embargo, te obliga a estar cambiando constantemente y no es tan divertido como el Mini. Las marchas no entran con la misma facilidad y el tacto general es mucho menos sólido.

Comportamiento

Mención aparte merece el chasis del Mini. Para resumir: este coche es un kart con una carrocería bonita. Eso sí, tiene que gustarte ese tipo de tacto, porque no es especialmente confortable. Y es aquí donde el Fiesta se desmarca, porque su comportamiento tiene tintes deportivos, pero en general es mucho más confortable. No entra tan nervioso en las curvas y su suspensión mima más a sus ocupantes. Si, como yo, eres amigo de los perros, entenderás esta analogía: el Mini es un terrier rabioso, el Ford Fiesta un apacible labrador.
Pero lo que sí comparten los dos es la capacidad de adicción de sus motores. Vuelvo a subirme, arranco de nuevo y me doy una vuelta más. Y dos. Y tres...

Conclusión

Atención al Fiesta EcoBoost de 140 CV! Aquí hay mucho coche por poco dinero. Espacio desahogado, un chasis bien afinado y un motor potente, que gasta casi como un diésel. Pese a todo, no se ha podido imponer a su rival en esta ocasión y no le ha quedado otro remedio que mirar al Mini con los mismos ojos saltones del modelo de origen inglés, porque si hablamos de deportividad, diversión al volante y técnica avanzada, entonces el Mini se pone por delante.

En nuestro comparador de seguros hemos calculado lo que costaría asegurar un Mini Cooper. Para calcular el precio, tomamos como referencia un hombre de 40 años, con 20 de antigüedad de carné y sin siniestros, que vive en Madrid, utiliza el coche a diario, aparca en un garaje colectivo y recorre hasta 20.000 kilómetros al año. Con estos datos, el seguro a todo riesgo más asequible lo ofrece Balumba, por 450 euros. Este coste podría ser menor si optas  por una póliza a todo riesgo con franquicia. En este caso, la más barata sería también de Balumba. Cuesta 228 euros con franquicia de 290 euros.

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