Logo Autobild.es

Comparativa 3 cilindros: Opel Astra/Ford Focus/Peugeot 308

Opel está a dieta. El nuevo Astra solo pesa 1.240 kilos, y lleva un liviano tres cilindros bajo el capó. ¿El ahorro es la vía para la victoria?

Motorizaciones comparadas:

Opel está que lo tira. En Alemania, ha aumentado las matriculaciones un 3,2% respecto al mismo periodo del año anterior. Y si tomamos como referencia meses pasados, el incremento llega a un 6,3%. Por si fuera poco, la semana pasada el nuevo Astra ganó el prestigioso Volante de Oro de AUTOBILD.

¿Qué más puede pedir la marca del rayo? Pues, por ejemplo, una victoria en una de las duras comparativas de AUTOBILD. Para lograrlo, nos mandan la variante de un litro y tres cilindros, con 105 CV. Un coche ahorrador, aunque debe demostrar que también puede ser prestacional.

Sus rivales también atacan con mecánicas de tres cilindros. Y también aspiran a ser coches capaces de realizar largos trayectos, y no meros modelos urbanos y ahorradores. El Focus llega con su EcoBoost de un litro y 125 CV; por desgracia, no tenían disponible la variante de 100 CV, más acorde con esta comparativa. Peugeot, por su parte, monta en su 308 un 1,2 litros, 110 CV, con el elegante diseño del compacto francés como una de sus principales bazas. No hay duda, por tanto: aunque ya ha quedado demostrado que el Astra es un producto muy redondo, no lo va a tener fácil en esta comparativa para subirse a lo más alto del podio. ¿Qué motor de tres cilindros nos conquistará?

Espacio para todos

Compa Astra

El compacto Opel, con 4,37 metros, es de los más cortos de su segmento, pero en esta comparativa ofrece el mayor espacio interior. Delante, es el más desahogado para piernas y cabeza, detrás el más ancho de los tres. Sobre todo, las familias agradecerán este apartado. Ford, y en especial Peugeot, son bastante más rácanos en el espacio para las piernas detrás. Y el hecho de que sus maleteros sean más capaces no es un consuelo. En el Focus, el mecanismo que abate la segunda fila es algo engorroso, ya que primero hay que plegar la banqueta y después, el respaldo. En el Opel y el Peugeot, solo se abaten los respaldos para ampliar la capacidad de carga. En el Astra, eso sí, hemos echado en falta un doble suelo. 

Los ingenieros de Opel no solo han concebido el habitáculo más manejable, también el más cómodo. Los recomendables asientos AGR opcionales parecen más delgados que los de sus oponentes, pero ofrecen mucho confort y agarre. En el Focus y el 308 nos hemos sentido peor tratados, y es que el mullido de serie es algo insuficiente. 

Aparte de esto, la apuesta del francés por un volante extremadamente pequeño por encima del cual queda la instrumentación no es apta para todas las tallas. 

En el moderno puesto de conducción del Astra echamos en falta algo más de calidad en algunos plásticos, si bien en lo que respecta al manejo ha dado un paso de gigante. Todos los mandos y botones quedan a mano y están ahí donde deben estar, y la gran pantalla del navegador apenas admite crítica alguna. La del Focus, por su parte, requiere un periodo para adaptarse a su sistema de menús escalonados. Y en el caso del 308, que opta por aglutinar todo el manejo en su pantalla táctil, echamos de menso algún que otro botón para las funciones esenciales. 

Comportamientos dispares

Compa Astra morros

Sin duda, Ford ha hecho los deberes: su motor de 125 CV es el más vivo, el chasis logra combinar dinamismo y confort y la dirección es sorprendentemente comunicativa y precisa. Pero: el Focus pesa 100 kilos más que el Astra y el 308, por eso es el que más balancea sobre terreno bacheado y le evita tener un consumo más moderado. 

El Astra, con sus 1.240 kilos, requiere 0,6 litros menos cada 100 kilómetros, y pasa por los baches pronunciados con mayor aplomo. Sobre asfalto en buen estado, se deja llevar con facilidad. Con todo, si se trata de rodar rápido, no logra la agilidad y estabilidad del Ford. Por eso no podemos evitar realizar esta pregunta a la marca: ¿Cuándo volveréis a ofrecer los amortiguadores regulables? Con todo, lo cierto es que su motor, 20 CV menos potente que el del Ford, da la talla frente a su rival. No es un prodigio de fuerza, pero mueve al coche con cierta alegría. Además, es una delicia manejar el cambio de cinco velocidades de recorridos cortos, y es el único de los tres en alcanzar los 200 km/h. 

Pero el que se lleva el premio a la deportividad es el motor de 110 CV del Peugeot. Es, de los tres, el que antes alcanza los 100 km/h, y mientras el asfalto esté en buen estado rueda con aplomo y sin inmutarse. El problema llega cuando el terreno se vuelve irregular: el duro tarado de su conjunto suspensión-amortiguador y las ruedas opcionales de 18 pulgadas opcionales provocan una respuesta demasiado seca, y molesta a los pasajeros con continuas sacudidas y vibraciones. Y también empañan la diversión que sería capaz de ofrecer su motor una dirección pastosa y un cambio con un tacto difuso. Además, su motor pierde fuelle pronto: a los 160 km/h, el Ford ya le ha sacado 3,4 segundos de ventaja.

Conclusión

Este Opel convence. Es práctico gracias a su generoso espacio, tiene frenos muy eficaces y un precio competitivo. Esto le da la victoria. El confort y la calidad de los acabados, eso sí, aún tienen margen de mejora. El Ford tiene un rodar más maduro que sus rivales. Y el Peugeot es la opción para quienes busquen una conducción dinámica por encima del confort. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.