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De pruebas con Subaru WRX STi y BMW M3 en Nürburgring y Spa, ¿se puede pedir más?

Dos circuitos, dos coches (Subaru WRX Sti y BMW M3 CS), un hombre, un destino, una afición... Aquí comienza un viaje sin igual de emociones al límite. ¿Me acompañas?

Hay aventuras que un aficionado a los coches debe vivir, al menos, una vez en la vida. Este viaje a Nürburgring y Spa-Francorchamps al volante de coches míticos es una de ellas.

Viaje a Nürburgring con BMW y Subaru

Hace ya un tiempo que he regresado de esta expedición y sigo flotando, como en una nube. De verdad, no es pura palabrería, no es algo que diga de cara a la galería para hacerte ver algo que en realidad no fue así, para engatusarte y que te metas en la lectura de estas seis páginas como si esto fuera una novela y que cuando termines sientas que todo fue un sueño, como en 'Los Serrano' y pienses: “Menudo flipao. Todo mentira”. No, en serio, si te apasionan los circuitos, si te gusta la velocidad, si los deportivos te vuelven loco y te corre gasolina por las venas, te pido que hagas un parón en tu ajetreada vida, pongas el móvil en modo avión y te dediques a estas páginas en cuerpo y alma, porque esto es pura dinamita, justo lo que tu afición desmedida por los coches necesita encontrar. No me enrollo más, empezamos.

En Nürburgring al volante de dos coches muy excitantes

Como puedes ver en las imágenes, he viajado al Infierno verde, que seguramente ya sepas que así es como el expiloto de F1 Jackie Stewart denominó al viejo trazado de Nürburgring, el conocido en alemán como Nordschleife (bucle norte). Tampoco te descubro nada si te digo que es el circuito más temido (y amado) del planeta, la meca del automovilismo. ¿Así que hacen falta más motivos? Decidí viajar hasta allí para vivir en primera persona lo que se siente cuando se recorren sus 20,8 kilómetros de longitud y no se me ocurrió ningún coche mejor que el Subaru WRX STI, el modelo que se ha impuesto en las pasadas 24 Horas de Nürburgring en la categoría SP3T. El reto, de por sí, suena tremendamente atractivo, pero decidí que era mejor condimentarlo con algo más de exclusividad, porque las alegrías compartidas se multiplican...

No te pierdas la guía definitiva sobre Nürburgring

Sí, seguro que ya has reparado en que otro príncipe azul me acompañó en este viaje. Me refiero al BMW M3 CS. Un compañero de viaje muy diferente... No son modelos ni mucho menos comparables, pero precisamente esa era la intención: buscar un contrapunto. Esto no es una prueba al uso, es un experiencia vital y lo ideal es vivirla con modelos que levanten pasiones. Por un lado está el reciente campeón de origen japonés y por el otro el genuino M3, un modelo con un palmarés sin igual en el mundo de la competición, del que se podría decir que es el turismo más exitoso de la historia en competición. Y aquí toma parte la exclusiva versión CS de la que sólo se van a fabricar 1.200 unidades, de las cuales únicamente 10 llegarán a España.

¿Qué se siente al entrar al infierno verde?

En primer lugar me subo al Subaru, un coche cuya tracción a las cuatro ruedas y su motor bóxer de 300 CV, que facilita un bajo centro de gravedad, le aportan un equilibrio ideal para moverse en una montaña rusa como Nürburgring. Eso me da confianza para pisar a fondo en el momento en que se abre la barrera que da acceso a la pista. Gana velocidad de forma progresiva, no es un disparo, pero en apenas cinco segundos ya vas por encima de 100 km/h. Aunque lo que más me gusta no es su empuje, sino su tacto de conducción, tanto el del cambio manual de seis velocidades, rápido y preciso; como el de la dirección; así como el de la suspensión. Todo esto, en combinación con la tracción Symetrical AWD típica de Subaru (dispone de diferencial central adaptativo), hace que me pueda centrar en disfrutar de mi visita al Infierno verde sin que tenga que luchar con el coche para guiarlo por donde yo quiero. Y eso aquí es fundamental, porque por mucho que hayas jugado a la Play o por muchos vídeos que hayas visto en YouTube te aseguro que es imposible aprenderse las curvas y hasta que no estás aquí no te haces una idea de los tremendos desniveles que hay, así como la multitud de curvas que tienes que sortear: rápidas, lentas, enlazadas, ciegas... Hay para todos los gustos.

¿Es comparable la experiencia en Spa Francorchamps?

¿Y el BMW? Como te contaba al principio, en este genuino viaje no me he querido conformar con probar estos dos bólidos en una sola pista. No, porque teniendo a apenas 120 kilómetros otro legendario circuito como el de Spa-Francorchamps no me pude resistir y atravesé la frontera con Bélgica para tratar de descubrir si impresiona más el mítico Karussell o la legendario curva de Eau Rouge.

En Spa con el M3 más potente El M3 CS es un coche perfecto para cualquier circuito, pero tiene mucho genio y domar sus 460 CV (29 más que un M3 normal) no es tarea fácil. Como te pases con el pie derecho, el eje trasero, que es al que envía toda esa potencia por medio de un cambio M DCT de doble embrague, te puede jugar una mala pasada. Así que decido explotarlo de verdad en Spa, donde los márgenes de seguridad que aporta un circuito permanente y el mayor grip de su asfalto me dan más garantías que la estrecha y peligrosa pista alemana.

No te pierdas: el vídeo más espectacular de Spa Francorchamps

Te aseguro que impresiona cómo gana velocidad. No en vano, alcanza los 100 km/h en menos de 4,0 s. Pero lo que más me ha sorprendido es su agilidad y, sobre todo, su brutal capacidad de frenada, ya que monta de serie discos carbocerámicos.

Yo me las prometía muy felices y pensaba que al lado de Nürburgring la pista belga sería pan comido. Pero es un circuito de siete kilómetros de longitud y no es para nada sencillo. No es de los que te aprendes a la primera, tiene varias chicanes con truco, curvas rapidísimas muy de piloto y, por supuesto, las mágicas enlazadas de Eau Rouge. Si aluciné en el Karussell debido a su gran peralte, a su asfalto cambiante y a los botes que pegas cuando te metes ahí dentro, sin duda, tuve que hacer otro hueco en mi gran armario de recuerdos para esa compresión que siente la espalda cuando entras en Eau Rouge, esa incertidumbre que te invade cuando encaras la subida y esa mezcla de éxtasis y miedo que se apodera de ti cuando pisas gas a fondo y cruzas la pista, como un rayo, de un piano a otro sin ni siquiera ver claro el punto de salida de la curva.

Viaje a Spa Francorchamps con BMW y Subaru

Llegados a este punto, confío en haber sabido transmitir la multitud de sensaciones que me ha regalado este viaje a Nürburgring y Spa Francorchamps y no puedo hacer más que recomendarte una cosa: si has disfrutado leyendo esto, no te conformes, ponte en marcha, reserva unos días en tu calendario y vívelo en primera persona. No te arrepentirás.

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