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En Marruecos con un Dacia Duster 4x4, la experiencia todoterreno más rentable

Viajar a Marruecos es algo que te recomendaría, aunque sólo sea para hacer turismo, pero lo cierto es que no deberías dejar de adentrarte en sus infinitos caminos y disfrutar de una experiencia única: conducir un 4x4 en un terreno tan inexplorado como el que ofrece nuestro país vecino.

Que no puedes permitirte un todoterreno de tomo y lomo, no hay problema. Hay una forma mucho más accesible de hacerlo: apostar por uno de los 4x4 más accesibles del mercado, el Dacia Duster, un modelo robusto y duro, que resulta perfecto para aguantar el trote de esta aventura.

Te invito a que tomes asiento en tu sofá, te relajes y disfrutes del viaje como si vinieras conmigo de copiloto ¿Comenzamos? Abróchate el cinturón, porque se vienen curvas...

Justo delante de mí descansa un Dacia Duster Blue dCi de 115 CV con tracción integral en color Naranja Arizona, aunque, viendo lo bien que le sienta el entorno, bien podrían haberle llamado Naranja Marrakech, que es donde me encuentro.

No es un coche desconocido para mí, hace tiempo que publicamos la prueba del Dacia 2021 (aunque en aquel momento probé la versión Eco-G, que funciona con gas GLP). Eso sí, es la primera vez que me subo a un Dacia con la nueva identidad de la marca, es decir, con el nuevo logotipo, el frontal rediseñado, la nueva tipografía estampada en el portón y las letras 4x4 en la zaga (antes ponía 4WD).

En Marruecos con un Dacia Duster 4x4, la experiencia todoterreno más rentable

Te puede parecer una chorrada, pero la verdad es que creo que este nuevo logo le da un aire muy moderno al Duster, esa insignia con el nombre Dacia escrito, tan ramplona como anticuada era demasiado ‘low cost’. 

Que sí, que el Duster es un coche más o menos barato (ya no tanto como antes), pero eso no quita para que pueda tener un diseño moderno. Y ahora, desde luego, lo tiene. Y eso, unido a su aspecto robusto, lo convierte en un modelo idóneo para quienes busquen un SUV de precio accesible.

Comienza la ruta por Marrakech con el Duster 4x4

No obstante, miro a lo lejos y veo las montañas del Atlas y me genera mil dudas: ¿Será capaz este coche de dar el tipo en un terreno tan complicado? No tardo ni dos segundos en arrancarlo y ponerme en marcha.

La idea no es subir hasta el pico más alto, sino pasar por caminos variados en una zona que aquí se conoce como ‘Rocas negras’.

En Marruecos con un Dacia Duster 4x4, la experiencia todoterreno más rentable

Comienzo la ruta en posición 2WD, más que suficiente para moverme con soltura por las pistas de firme duro que me ayudan a abandonar Marrakech. Y hasta aquí es donde llega el navegador del coche. Tras un giro a la izquierda, la ruta se complica, engrano la tracción 4x4 y ¡¡a disfrutar!!

Muchas veces las marcas nos invitan a probar sus modelos SUV y hacemos rutas por las que podríamos transitar con un utilitario desvencijado con el que el cualquier universitario va a diario a clase, pero a los 500 metros de tomar este camino encaramos una subida con una inclinación de esas en las que por el parabrisas solo ves el cielo y justo después una bajada en la que las lluvias han roto en mil pedazos el terreno. 

Por estos socavones desde luego que no pasaría el estudiante de periodismo que fui hace ya muchos años (demasiados). Por suerte ahora soy un tío maduro (o eso creo, pese a que mi mujer piense que no tiene dos hijos, sino tres) y voy con este nuevo Duster, que con su altura libre al suelo de 21,7 mm ni se inmuta. Y el resto de cotas todoterreno tampoco son nada malas: ángulo de ataque 30º, ángulo de salida 33º y ángulo ventral 21º.

Ya han pasado 50 km y casi ni me he enterado. Ahora vamos por una pista ancha de tierra firme, con curvas amplias enlazadas. Es inevitable no abstraerse y sentirse piloto de raids por unos instantes. El entorno, el coche y todo te empuja a soñar con ello.

En Marruecos con un Dacia Duster 4x4, la experiencia todoterreno más rentable

Paramos a reponer fuerzas en una jaimas justo, justo donde da la vuelta el aire. Sí, en medio de la nada. Pero este oasis incluso tiene un nombre: ‘Scarabeo camp’. La verdad es que no es un sitio especialmente conocido y que te ponga aquí su nombre no importa un pepino, pero quiero dejarlo por escrito para no olvidarlo. Esto lo hago por mí, no por ti, para poder recordarlo cuando me falle la memoria. Permíteme esta licencia.

Tras una rica, saludable y especiada comida en la que el curri se daba la mano con verduras variadas, pollo y arroz, rematada con los siempre dulcísimos postres marroquís, emprendo la vuelta a ‘casa’.

En ningún momento he necesitado conectar el bloqueo del diferencial y pese a que en algunos momentos me he calentado más de la cuenta la suspensión no ha hecho tope (salvo en un punto en el que me he pasado de optimista, pero sin consecuencias graves). Desde luego, se nota que monta un sistema pseudo McPherson tanto delante como detrás y no ejes semirríjidos como las versiones 4x2.

Me ha sorprendido el comportamiento del nuevo Dacia Duster en este terreno y eso que la unidad que he conducido en esta ruta por Marruecos iba equipada con los neumáticos de serie, que son para asfalto. Sin duda, su ligereza (sólo 1.413 kg) para ser un 4x4 es una gran aliada.

En Marruecos con un Dacia Duster 4x4, la experiencia todoterreno más rentable

¿Le pondría alguna pega a este Dacia Duster 2023? Claro. No es un coche perfecto, por mucho que su relación precio-rendimiento-capacidades off road sea insuperable. La dirección no es nada directa, tiene tres vueltas entre topes; el motor no es un portento de potencia, con sus 115 CV y 260 Nm hace lo que puede, que es suficiente para la inmesa mayoría del público e incluso para esta ruta.

También podría decir que el cambio manual de seis marchas no es tan preciso como debería, ni su desarrollo tan corto como me gustaría, pero es que si tuviera reductora el Duster sería un 4x4 salvaje y en esta marca dicen que sólo montan lo imprescindible. Por eso su eslogan es ‘Elige lo esencial’.

Con toda la pena de mi corazón los caminos se terminan y salgo al asfalto. Al fondo ya vuelvo a ver Marrakech. Esta gozada de viaje se termina. Por curiosidad le echo un vistazo al ordenador de viaje y veo que el consumo medio ha sido de 9,0 litros (el oficial WLTP es de 5,2 l/100 km). 

Y pienso: “¿Sólo?” Con el tute que le hemos metido, los acelerones en las subidas y la de kilómetros y kilómetros que he hecho en segunda velocidad te prometo que me parece irrisorio. ¡¡Si lo llego a saber voy más a fondo!! 

En total hemos recorrido algo más de 100 km, puede que parezcan pocos, pero no imagines pistas rápidas en las que hemos volado raso, sino en caminos de cabras en los que hemos saltado, botado y reído como si el tiempo se hubiera ralentizado y cada cuesta, vadeo y paso por ramblas secas de ríos se estuvieran grabando a fuego en mi memoria. Y eso que, como te decía, todo se me ha pasado volando. 

Marruecos, un país maravilloso del que te llevas recuerdos casi a cada paso que das, del que puedes llevarte una chupa de cuero por la tercera parte del dinero del que te han pedido en un principio o una matrícula de recuerdo para decorar tu garaje que acumula más anécdotas (para poder sacarla del país) que kilómetros. 

Tú probablemente no sabes ni de qué te estoy hablando. Lo entiendo. Quienes lo hemos vivido sabemos de qué va todo esto. Para entenderlo sólo tienes una opción: bajar a Marruecos y descubrirlo a golpe de kilómetros y vivir tus propias anécdotas. Te lo aseguro, hacer una ruta 4x4 como la que yo he hecho con el nuevo Dacia Duster, será una experiencia rentable como ninguna.

Etiquetas: SUV

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