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Comparativa: DS 9 vs Citroën DS 23. ¿Estaría el abuelo orgulloso de su nieto?

Comparativa: DS 9 vs Citroën DS 23 'Tiburón'.

El DS 9 ha llegado con la responsabilidad de mantener y llevar a su máxima expresión con los adelantos tecnológicos actuales la esencia de uno de los coches más bellos y avanzados del siglo anterior. 

Hace más de medio siglo ya había un gran gusto por lo exquisito en el mundo de los coches. Y por el diseño, la tecnología, la estética y el confort a la hora de desplazarse de un punto a otro... y ganas de dejarse mimar en cada kilómetro para hacer un poco más llevaderos los problemas. ¿Y hoy? Comparamos lo último en esquisitez con todo un clásico de la materia: el DS 9 vs el Citroën DS 23. ¿Estaría el 'abuelo' orgulloso de su 'nieto'? 

Cuando el ID/DS –posteriormente conocido como Tiburón– fue presentado en sociedad en 1955, por Citroën, el mundo creyó saltar  de golpe varias décadas hacia delante, por líneas, soluciones técnicas y un concepto de automóvil revolucionario que casi nadie se atrevió a secundar hasta muchos años más tarde. 

Ahora, a finales de 2021, desde Francia irrumpe el heredero más prometedor de la Historia, con las mismas siglas DS, como marca independiente, el número 9, una mecánica híbrida enchufable y los últimos adelantos en eficiencia, conectividad, seguridad y confort. ¿Estará a la altura (nunca mejor dicho) de su abuelo y de su célebre tecnología? 

Mi misión es precisamente esa: poner frente a frente a ambos modelos y detectar qué tiene el nuevo DS 9 del mítico Tiburón para pegar una buena dentellada al difícil mercado de las grandes berlinas de representación. Pero aunque el recién llegado me dé la bienvenida al pasar junto a él con un festival de luces y destellos de discoteca en los faros y abra él solito los tiradores escamoteables de las puertas... ¡un respeto a las canas! Porque empezaremos con el más veterano. ¿Quién se viene con nosotros? 

Mientras que para el DS 9 basta aproximarse con su única llave en el bolsillo, aquí saco el manojo de ellas del otro y rebusco exactamente la que abre el bombín de una preciosa puerta sin marco. Y el efecto wow: ¡vaya interior de lujo! No es que te sientes, sino que te a-co-mo-das, en unas butacas nada ergonómicas pero sí confortabilísimas, ante un volante monobrazo que siempre garantiza la visibilidad del cuadro pero que pone a prueba los nervios de todo amante del orden y la simetría.

Arranco con el estárter este DS 23 de carburación, y la luz roja Stop del salpicadero me recuerda que tengo que esperar unos segundos a que el vehículo cuente con presión en el circuito hidroneumático y el sistema –del que depende la suspensión, la dirección asistida y los frenos– se nivele y esté todo listo para que quites con una palanca el freno de pie. 

El Tiburón es considerado "el coche más bonito de la historia" por diseñadores como Giugiaro. El DS clásico fue apodado como 'Tiburón' en España por su bajo frontal, su suspensión hidroneumática y unos faros que, al carenarse así en sus 'restyling' le darían el parecido definitivo con el escualo. 

Ya sólo queda que engranes la primera (en una varilla horizontal adosada a la columna de la dirección) y pises el acelerador. Eso sí: conviene practicar un poco antes con el freno de servicio, porque consta de una especie de seta blanda que hay que tantear un poco con el pie derecho para no pegar frenazos, que eran al principio otro 'clásico' en este vehículo. 

Mientras me late cada vez más fuerte el corazón, es hora de revolucionar también  el suyo –de cuatro cilindros, 2,3 litros y 130 CV– y disfrutar de esta increíble alfombra voladora (como se decía entonces) con nombre de Diosa (DS, pronunciado en francés), que absorbe toda irregularidad del terreno y aporta un plus de estabilidad y agarre en curva. 

Esto sucede gracias, entre otros elementos, a un sistema hidráulico (por esferas de líquido y aceite específicos) que lo hacían capaz de rodar, acelerar, frenar y girar incluso en sólo tres ruedas. Esta curiosidad, por cierto, salvaría vidas, como la del general francés De Gaulle tras un tiroteo que sufrió en su querido Tiburón. 

Comparativa DS 9 vs Citroën DS 23 'Tiburón'

Y hablando de presidentes, primeros ministros y demás gente ilustre de ayer y hoy, tras unos kilómetros de verdadero disfrute a los mandos de esta suerte de nave espacial, ¿heredará el DS 9 también la condición de gran berlina premium o incluso de coche oficial, como fiel descendiente de los Citroën CX, SM, XM e incluso C6 pero sin el logo del 'doble chevron'?

Es normal pensar que sí, salvando distancias tan importantes como el tiempo transcurrido y que DS hoy es una marca independiente, la de lujo del Grupo PSA, que ahora está integrado en Stellantis. Pero ¿por qué no responde el propio modelo que hemos tenido la oportunidad de conducir recién salido de fábrica? ¿Qué ADN comparten? 

Comparativa DS 9 vs Citroën DS 23 'Tiburón'.

Exclusividad y distinción, desde luego, así como muchos guiños por fuera y por dentro que merece la pena enumerar: faros direccionales para la iluminación en curva (que no serían recuperados por la industria hasta el siglo XXI), intermitentes elevados (donde hoy en el moderno van una suerte de pilotos amarillos traseros de posición)...

O el nervio longitudinal central en el capó (más acusado en otras versiones anteriores del clásico que entonces también se remataban incluso con una moldura), otras soluciones aerodinámicas más o menos explícitas o sutiles, reloj horario interior (que en el DS9 se despliega al entrar) y esos asientos en cuero tan cómodos y elegantes en las versiones Pallas y Ópera, respectivamente. 

Por contra, esta tercera y última versión del Tiburón (que sucedía a los DS 19 y 21) tiene una caja manual de 5 velocidades (hubo otras opciones como la de 4 marchas, la hidráulica, la semiautomática...), presenta un diseño en forma de gota de agua donde la fluidez de líneas estaba mucho más marcada, con una anchura de vías mayor en el eje delantero que en el trasero. 

Por cierto, que leerás por ahí que era para alojar un motor bóxer -de cilindros opuestos-, pero no nos consta oficialmente. Lo que sí sabemos es que está dotado de forma totalmente premeditada de un capó mucho más bajo y sin calandra, disimuladas tomas de aire bajo los faros -ahora, carenados, calefactables y direccionales-

Esto servía para refrigerar la mecánica y unos frenos adosados a la caja de cambios que permitían, además, dotar a las ruedas de tapacubos planos de chapa (en vez de llantas de las actuales de aleación) y rebajar aún más la resistencia aerodinámica con esa solución y con el carenado de las ruedas posteriores. Por no hablar de otros detalles funcionales a la par que elegantes como la curvatura de las lunas, la ausencia de marcos en las cuatro puertas, el techo de fibra... 

Comparativa DS 9 vs Citroën DS 23 'Tiburón'.

El DS 9 es otro mundo: el máximo confort con la electrificación actual, que se traduce en una línea menos rompedora que la de su antepasado, es cierto, pero con unas prestaciones, un lujo y unas posibilidades sin parangón a la hora de moverse por ciudad o viajar, al volante o detrás -como la gente verdaderamente VIP-. 

A saber, una mecánica híbrida enchufable (PHEV) tan silenciosa como potente (compara tú mismo las fichas técnicas de cada modelo) y ahorradora, frenada regenerativa, asientos calefactables con función masaje pero que recogen a la perfección cuando exprimes su potencia, cambio automático con levas para pasar a modo secuencial... 

Comparativa del DS 9 vs Citroën DS 23 'Tiburón'.

O los montones de asistentes y ayudas (desde frenada automática de emergencia a la visión nocturna, pasando por el control de velocidad o los avisos de sueño si te relajas demasiado)... Y, por si fuera poco, pantallas gigantes para controlar los distintos modos de conducción, reservar o recargar las batería, ir sólo en modo EV... Eso sí: para conducir semejantes portentos de la tecnología, la elegancia y el buen gusto hay que vestirse acorde y disfrutar de este viaje al pasado ¡y al futuro!

Motores

Citroën DS 23. 4 cil. del. long.  2.347 cc (carburado). Potencia 130 CV a 5.500 rpm. Par motor 187 Nm a 4.000 rpm. Transmisión Manual, de 5 velocidades. Tracción Delantera. Largo/Ancho/Alto 4.874 / 1.803 / 1.470 mm. Vías 1.516/1.316 mm. Batalla 3.125 mm. Frenos Discos/tambores. Neumáticos 180 HR14. Peso 1.340 kg. Vel. máx. 173 km/h. Año 1974.

El corazón del Tiburón es un 4 cilindros en línea (carburado como este o con inyección) y refrigerado por agua. La rueda de repuesto va delante para absorber impactos y liberar maletero. El cigüeñal acciona la bomba que da presión al circuito hidráulico, del que dependen frenos, suspensión y dirección asistida. Cinco alturas: tres para circular y otras dos, en parado, para bajarlo y cargarlo o para subirlo y hacer trabajos como cambiar ruedas. 

Motor del Citroën DS 23

DS 9 E-Tense 225. Motor térmico 4 cil. línea, del. transv. 1.598 cc (+ motor híbrido). Batería 11,9 kWh.  Potencia 180 CV (+225 CV) Par motor 300 Nm a 3.000 rpm, (y 360 Nm -motor híbrido-). Transmisión Aut. de 8 velocidades. Tracción Delantera. Largo/Ancho/Alto 4.934 / 1.855 / 1.460 mm. Vías. 1.584/1.566 mm Batalla 2.895 mm. Frenos Discos/Discos vent. Neumáticos 235/45  R19. Peso 1.839 kg. Vel. máx. 230 km/h. Año 2021. 

Este DS 9 tiene etiqueta Cero por su tecnología híbrida (aquí, las mecánicas térmicas y eléctricas) y enchufable. Detrás, dos concepciones de la aerodinámica radicalmente opuestas, aunque con el mismo objetivo: ganar en eficiencia. El nuevo es una berlina de lujo que deberá nadar a contracorriente en un océano dominado por los nuevos peces gordos: los SUV. 

Motor del DS 9

Rezuma elegancia y tecnología por los cuatro costados. Su altura respecto al suelo es constante. Mientras que en el Tiburón todo eran sencillos pero elegantes instrumentos y relojes analógicos, aquí la electrificación manda hasta en lo 'vintage', con pantallas táctiles, comandos por voz y un volante multifunción. 

¿Con cuál de estos dos coches de ensueño nos quedaríamos? El nuevo DS 9 parte de los 54.550 euros y los Tiburón se están poniendo por las nubes, porque una buena unidad, por mucho que tires de su palanca hidroneumática hacia el suelo, rara vez baja de los 12.000 euros, puede arrancar en los 20.000 si es un DS 23... ¡y las escasas versiones descapotables rebasan ya tranquilamente las seis cifras!

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