Prueba: Skoda Kodiaq 2.0 TDI DSG: probablemente, el SUV más interesante del segmento

Hace tiempo pude ponerme al volante de una versión preserie. Ahora, unos meses después, me enfrento a la prueba del nuevo Skoda Kodiaq con bastante curiosidad.

Y es que el primer SUV que lanzó Skoda siempre ha sido un modelo muy completo, especialmente exitoso en algunos mercados europeos y sin duda una opción muy buena para aquellos que necesitan un modelo con siete asientos y no quieren perder la silueta de moda.

El Skoda Kodiaq se asienta en la plataforma MQB Evo que también utiliza el nuevo Tiguan, lo que le permite por primera disfrutar de una versión híbrida enchufable. 

Pongo eso de "disfrutar" con intención: aunque aún falta por homologar la cifra final, prometen más de 100 km de autonomía en el Kodiaq híbrido enchufable (se llamará Kodiaq iV).

Otra ventaja colateral es que la MQB Evo tiene un subchasis más ligero y un eje trasero recalibrado para ofrecer una conducción más precisa. 

Además, esto le permite tener también la suspensión DCC Pro con hasta 15 ajustes diferentes y con amortiguadores con  dos válvulas con las que puede regular el rebote y la compresión de manera más precisa y efectiva.

Un interior como siempre: sencillo, racional, bien rematado

Empiezo la prueba en las plazas traseras, donde un acceso grande permitirá a los ocupantes acceder con comodidad porque la puerta se abre mucho y hay bastante hueco para pasar las piernas.

Me gusta que hay mucho hueco tanto para la cabeza como para las piernas y que la postura es todo lo relajada que quieras: el respaldo se reclina (hay cinco posiciones) y además la banqueta se echa hacia adelante para ganar hueco para el maletero.

Existirá la opción de tres filas de asientos. Las dos plazas traseras han mejorado en postura y además tienen algo más de espacio para la cabeza. No son como las de la fila central, pero sirven para algo más que salir de un apuro.

En los asientos delanteros tampoco encuentro demasiadas pegas. Tienen buen tamaño y recogen bien el cuerpo, aunque me he sentido más cómodo con los asientos textiles (hecho en PET reciclado) que en los de piel sintética, que parecían ser algo más rígidos.

Como no puede ser de otro modo, también he podido probar el coche con la nueva pantalla central de 12,9 pulgadas que viene directamente del Skoda Enyaq. Buena velocidad de respuesta y menús grandes y fáciles de manejar. Solo el funcionamiento del navegador, con gráficos que en ocasiones son confusos, me ha parecido mejorable.

Me ha gustado la decisión de Skoda de mantener los mandos físicos del climatizador. Son unas ruletas ubicadas en la zona baja de la consola central a las que se llega sin problema: te facilita la vida porque no tienes que buscar en menús y submenús para cambiar la temperatura.

Pero claro, como se trata de un coche nuevo, tiene que haber ese invento que provoque el "efecto guau". En este caso se trata de los Smart Dials. 

Son precisamente los mandos del climatizador, que cumplen varias funciones. Los de los lados sirven para cambiar la temperatura y también para gestionar (si los presionas) la calefacción del asiento.

Por su parte, el del medio se puede programar y activar las diferentes funciones que están disponibles, desde el volumen al zoom del mapa. Para mi gusto es una solución a un problema que no existía, pero al menos te da la posibilidad de reunir un par de funciones útiles en un mismo sitio...

En marcha es cómodo y tranquilo. Y no lo oculta

Una de las cosas que más me han gustado durante la prueba del nuevo Skoda Kodiaq es que se trata de un coche cómodo. 

Al volante del motor 2.0 TDI de 150 CV no puedo hacer otra cosa que alegrarme de que en Skoda no hayan querido dotar a este SUV de 4,75 metros de un carácter que no tiene: por tacto de suspensiones y de dirección te incita a conducir tranquilo y con suavidad.

De hecho, con un desarrollo en séptima de unos 65 km/h por cada 1.000 rpm, circulas a 120 bajo de vueltas y con bastante silencio de marcha. Pude conducir dos TDI diferentes, uno con cristales acústicos y otro con normales, y la diferencia se nota, aunque no es nada grave.

Su terreno predilecto es una buena carretera sin demasiadas curvas, donde se muestra tan cómodo como irás tú ahí dentro. Si la cosa se retuerce en una secundaria, su tamaño y su peso te recordarán que es mejor ir tranquilo. También la dirección, de tacto algo pastoso, te incita a mantener la calma.

El motor 2.0 TDI de 150 CV le sienta bastante bien a este modelo. Como tiene buenos medios y bajos, puedes moverte de manera desahogada a bajas revoluciones, lo que te va a ayudar a reducir el consumo.

Y ya que menciono esto, te gustará saber que en una ruta de un par de horas con tramos de autopista, carreteras (muy) reviradas y algo de tramo urbano y retención, el consumo medio fue de 6,7 litros a una velocidad real, acorde a la vía y sin la intención de buscar un "minidato" llamativo.

Un precio coherente con lo que ofrece

Skoda ha optado por simplificar la gama: hay dos acabados, Selection y Design, y unos pocos paquetes con los que completar el Kodiaq al gusto del comprador.

El precio base corresponde a un 1.5 TSI DSG de 150 CV con etiquerta Eco porque es mild-hybrid. Cuesta 44.300 euros y ya lleva de serie un equipamiento más que digno con todo lo necesario más algunas 'chuches' como el arranque sinb llave, faros LED, Virtual Cockpit de 10" y sistema conectado.

El 2.0 TDI DSG 4x2 protagonista de esta prueba parte de los 47.400 euros, mientras que el TDI de 193 CV sube a los 50.450.

El segundo acabado Design supone en todos los casos un sobrecoste de 3.000 euros y añade, según la marca, equipamiento valorado en 5.000: asientos eléctricos de cuero sintético, techo panorámico de cristal, portón trasero eléctrico, acceso sin llave, climatizador de tres zonas...

Aparte, aparte de las opciones, hay algunos packs de equipamiento: 

• Light&View Plus (LED Matrix, calandra iluminada): 800 euros
• Tech (Navegador, pantalla de 12,9", servicios conectados tres años): 500 euros

En resumen, con el Kodiaq de esta prueba tengo la certeza de que Skoda ha creado uno de los mejores SUV del segmento D que te puedes echar a la cara: un coche sincero, bien hecho y con un precio "razonable", especialmente si echas un vistazo a lo que hay en un mercado en el que un compacto eléctrico supera este valor con creces.