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Prueba Yamaha N-Max 125 2016: una de las mejores

Probamos la Yamaha N-Max 125 2016, una de las mejores motos de 125 cc... y una de las más vendidas en el mercado español. Sigue leyendo y descubrirás por qué.

Aunque 'una 125' ya no sea considerada como "moto gorda", como sucedía antaño, hay modelos de esta cilindrada cuyo comportamiento se acerca más a vehículos de precio y prestaciones muy superiores. Pero de nada les serviría querer ser ruteras o "GT" si al final su configuración penalizara demasiado el comportamiento para el lugar en el que deben destacar -por lo menos- antes que en ningún otro sitio: la ciudad. En esta ocasión, probamos la Yamaha N-Max 125 2016, una de las mejores apuestas por la movilidad urbana, que, además, no se 'corta' un pelo en cuanto hay que salir a carretera... 

Para empezar, porque, literalmente, no corta la inyección cuando retuerces el puño derecho y va alcanzando su velocidad máxima (120 km/h), porque las revoluciones no se disparan ni llegan a la zona que sería roja si en el LCD toda la barra digital no fuera negra. Y que un scooter de 125 cc llegue ciertamente desahogado a esa punta ya es algo destacable, sobre todo, cuando en la unidad de pruebas que ves aquí contábamos con una pantalla alta (un extra que ofrece la marca por 153,97 euros) que protege bien del frío y de la lluvia en invierno y en estos días primaverales, y que apenas penaliza el comportamiento y el consumo -que ya de por sí es ajustado-. En efecto, la autopista no es su terreno, pero cuando te has recorrido 100 km sin buscar vías de servicio ni rebufos para rebasar en llano a un camión que va a 90 km/h, pues llamar la atención y para bien que te olvides un poco del escaso cubicaje que llevas bajo el asiento. 

Pero aunque hayamos empezado esta prueba por el tejado, es indudable que este scooter ha nacido para la ciudad, así que retrocedo unas horas. Antes de atravesarla de punta a punta como un motero urbanita, me quedo un rato mirando esta N-Max en el punto de recogida. Hasta con pantalla, es muy bonita, y su doble iluminación delantera, con LED y luz azulada, le dan un toque moderno. Para mi gusto, la zaga es menos personal, si bien el conjunto resulta fluido, armónico y tiene el toque un toque 'sport', al más puro estilo de las Yamaha de última generación.

Dentro del catálogo de Yamaha, está pensada para recorridos urbanos, si bien dista mucho del concepto de la tres ruedas Tricity (mira la prueba de la Yamaha Tricity 125), de otras más burguesas o básicas -según los casos y los mil matices- como la Yamaha Xenter 125, la Yamaha Cygnus X 125, la Yamaha Majesty S 125, la Yamaha D'Elight...) en cuanto te fijas un poco. No, no me voy a sentir como Lorenzo o Rossi a sus mandos, pero, ¿por qué una moto que se puede conducir a partir de los tres años del carné B tiene que ser necesariamente aburrida? 

Prueba Yamaha N-Max 125

Esta Yamaha N-Max de pruebas venía en este favorecedor rojo Power Red. La tienes también en los colores Frozen Titanium, Midnight Black y Milky White.

Me siento, quito la pata de cabra -que afortunadamente no se pliega sola como en otras otras-, y miro instintivamente si de verdad estoy sobre el suelo, porque este vehículo me resulta especialmente ligero (127 kg). Accedo a la cerradura -protegida de la humedad por una tapa- y giro la llave de contacto. El cuadro me da la bienvenida con un breve 'show' de testigos. Y al pulsar el botón de arranque, el motor ronronea bajito, como se espera de este tipo de motocicletas urbanitas.El sillín es cómodo, sin más, a pesar de su pequeño tamaño, aunque alberga un maletero que no da para mucho -apenas cabe un casco abierto estándar-. 

Maniobro sin darme cuenta con los pies para buscar el hueco entre los coches con el que poder salir de la acera y llega la segunda impresión agradable: el radio de giro es muy bueno y con la dirección totalmente situada hacia cualquiera de sus lados, no me golpeo en las rodillas. Acelero con decisión, ya sobre la calzada, y la moto responde mucho mejor de lo previsto, con una 'patada' de lo más agradable y progresiva. 

Ante el primer semáforo, no me planteo otra cosa que pasar entre las dos filas de coches y llegar hasta la línea adelantada de detención para coches y motos. Y la percepción es que me sobra espacio, porque la siguiente buena noticia es su estrechez (740 mm). Ahora, paso un par de rotondas y compruebo que el agarre en seco es muy bueno a la hora de tumbar -parece que lleva unas ruedas más altas-. La suspensión está bien tarada y noto un agradable aplomo, dentro de lo que cabe.

Toda una superventas con el carné B

Ahora recorro unos cuantos bulevares y, sin darme cuenta, reparo en que estoy cómodamente acoplado en las formas de esta Yamaha N-Max 125, con los pies, sin que mi 1,90 m de estatura echen de menos más batalla, y con un ojo puesto en el velocímetro para que no se dispare. Hasta aquí, lo tengo claro: no me extraña que sea una superventas, a pesar de que "venda" comportamiento, prestaciones y buenos acabados en vez de precios de derribo.  

Toca ahora probar la frenada: suave, progresiva, eficaz y con un tranquilizador ABS de serie que ojalá no tenga que usar fuera de estas condiciones de 'laboratorio', sin tráfico.

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Por último, tras más de 260 km hechos por ciudad, carretera y autopista, toca volver a rellenar su depósito de sólo 6,6 litros. Digo "sólo" porque pasar por la gasolinera siempre da pereza y su pequeño tanque te recuerda que es un scooter de 125, no una motocicleta para escapadas lejanas aunque lo disimule bien en tantos aspectos. Por contra, la boca de llenado está entre las piernas, bien separada del maletero, con lo que te aseguras que lo poco que puedas guardar bajo el asiento no se impregnará de malos olores ante cualquier goterón de combustible que se escape -algo especialmente habitual en las motos pequeñas-. Eso sí, no busques un gancho para llevar bajo las rodillas una bolsa de plástico apoyada en un suelo plano, porque la deportividad y la ergonomía no entienden aquí de esas cosas...

Lo mejor: agilidad, dinamismo, respuesta, aceleración, velocidad punta, ABS de serie, acabados.

Lo peor: capacidad del maletero, depósito algo justo. 

Equipación de esta prueba: Casco Givi 50.4 Sniper, chaqueta Axo Cayman, Guantes Hevik Stoccolm, pantalones Tucano Urbano K-Gins.

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Probamos la Yamaha N-Max 125 2016, una de las mejores motos de 125 cc... y una de las más vendidas en el mercado español. Sigue leyendo y descubrirás por qué.

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