Prueba KTM 1090 Adventure 2017: la pequeña crece

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Con seis títulos mundiales bajo el brazo y 16 victorias en el Dakar si KTM no aplicase los conocimientos adquiridos en competición en sus motos de calle, está claro que algo estaría haciendo mal. Afortunadamente no es así y, de hecho, una de las máximas de esta compañía es precisamente transmitir todo ese saber hacer heredado de la competición a sus modelos de calle, por eso te diviertes tanto cuando llevas alguna de las motos naranjas.

La marca austríaca presenta ahora la cuarta generación de su gama Adventure, con pocos cambios para la “pequeña”, la 1090 Adventure. Coge el testigo de la 1050 con pocos cambios, en realidad sólo se trata de pequeños retoques estéticos y, eso sí, una gran inyección de potencia. Pasa de 95 a 125 CV, pero como eso implica que en España no se podría limitar para el carné A2, aquí comercializan una versión con 95 CV para poder limitarla.

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Fotos Prueba KTM 1090 Adventure 2017 (12 imágenes)

Respecto a la 1050 esos 30 CV más se consiguen con modificaciones en la centralita y el árbol de levas. Consigue casi un tercio más de potencia, lo que se traduce en una respuesta mucho más enérgica y unas prestaciones más que interesantes. Si tenemos en cuenta que con 95 CV la 1050 cumplía con las expectativas, imagina ésta.

Y para los que buscan más prestaciones off-road no debemos olvidar que existe una versión R pensada para los que quieren disfrutar más de los caminos.

Mucho equipamiento

No se ha escatimado en equipamiento, la 1090 cuenta con pantalla regulable en altura, manillar y estriberas regulables, cubremanos, tres modos de conducción y un cuarto pensado para conducción off-road que es opcional (afecta al tacto del gas, desconecta el ABS de la rueda trasera y el control de tracción permite cierto derrapaje) y una pantalla con la que controlamos muchas funciones de la moto desde la piña izquierda.

Vídeo: Prueba KTM 1090 Adventure 2017

Agilidad en una maxitrail

Es grande, claro que sí, y no podemos decir que sea una “lagartija” como la Duke 125, pero sí que se mueve muy bien para ser una maxitrail. Cambia de dirección con facilidad, frena muy bien y el motor es una bomba. Las suspensiones hacen bien su trabajo, pero aquí sí que echamos de menos algo más de firmeza al rodar deprisa en zonas de curvas por asfalto… aunque en realidad eso pasa porque, sin querer, va tan bien que la quieres comparar con una naked.

Protección aerodinámica suficiente y muy buena ergonomía, la posibilidad de modificar la posición del manillar y las estriberas permite que puedas encontrar tu postura ideal y no adaptarla a la moto, como suele suceder.

Fácil de conducir, potente y muy equipada, la nueva KTM 1090 Adventure es la maxitrail de acceso de la marca austríaca, aunque no por ello una moto perfectamente capaz de acompañarte en el día a día y en largos viajes.