Prueba del Mercedes Clase V 2019. ¿Sigue siendo la mejor?

Para nosotros, desde hace un tiempo, el Mercedes Clase V es Bulli inteligente. Porque lima algunos aspectos de la mítica furgoneta de Volkswagen, y por eso gana las comparativas. ¿Sigue siendo, después del lavado de cara y con un gran diesel, el mejor de su categoría? Esta es la prueba del Mercedes Clase V 300d 2019.

El 26 de septiembre de 2014 fue un día que en Volkswagen marcaron en rojo. ¿El motivo? Por primera vez, su Volkswagen California no ganaba una comparativa. Su rival era el Mercedes Clase V completamente renovado. Ahora, cuatro años después, tanto Mercedes como Volkswagen han sometido a sus "minivans" en un completo lavado de cara. ¿Puede el V continuar puntuando con nueva tecnología?

Una mirada a la Mercedes, y ya está claro por qué la nueva V es un Bulli con un plus de refinamiento. Si bien incluso en el T6.1 recientemente renovado de VW se ven dentro plásticos duros como en un vehículo comercial, el Mercedes se ve más como un automóvil, e incluso como uno premium. A saber: materiales mullidos, el sistema multimedia de la Clase C, la posición del asiento de un automóvil. El Mercedes es un lugar para estar a gusto. E incluso con más espacio que en el cuadrado Volkswagen. Tanto delante como en las filas segunda y tercera. Y es que el espacio sobresaliente se ha mantenido: ya sea con seis asientos o dos más 4.630 litros de equipaje. Y eso en una superficie similar a la de un Mercedes Clase S. Por cierto, los asientos de cuero en "Tartufo" y las boquillas de ventilación con la estética de una turbina de avión son novedades que adopta del Mercedes Clase E.

Los largos viajes siempre han sido la baza de la Clase V. Y con el facelift van más allá. Porque nuevo es el 300 d, que genera 239 CV y unos generosos 500 Nm de par a 1.600 revoluciones. Por lo tanto, la Clase V acelera en solo 9,1 segundos de 0 a 100, y no para hasta casi 220 kilómetros por hora. Pero aunque sus prestaciones sean casi deportivas, su carácter es de lo más relajado. Filtra las irregularidades con increíble fluidez, y es bastante silencioso: el arisco sonido tipo taxi de los diésel de la marca desaparece aquí. Y si no pasas de los 150 km/h, el consumo se mantiene a raya. Porque con algo menos de diez litros por cada 100 kilómetros en nuestra prueba, el V 300 d no es una hucha rita, a pesar de su rendimiento deportivo. Y si acaricias el pedal derecho con más recato aún, incluso te puedes quedar por debajo de los ocho litros.

Nuestro coche de prueba, de serie, sobrepasa por poco los 60.000 euros, pero si te pones un poco alegre con la lista de opciones, fácilmente alcanzarás los 70.000 y más allá. Para muchos clientes no será un problema: en 2018 Mercedes ha vendido casi 63.000 unidades de su Clase V, un aumento del 6,8%

Conclusión

"Sí, el Bulli es el original, pero la Clase V es el Bulli inteligente. Con un gran diésel, un ambiente agradable y un confort muy elevado, se conduce como un automóvil. Solo los precios son tan desagradables como el Bulli".