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Ford Focus ST 2015, totalmente adictivo

El Ford Focus ST 2015 sigue apostando por dos versiones de carrocería, la de cinco puertas y la familiar Sportbreak, pero presenta como gran novedad una mecánica 2.0 TDCi de 185 CV, que se suma al 2.0 Ecoboost de 250. Su precio de partida es de 32.875 euros. A parte de una primera toma de contacto, hemos probado a fondo la versión de gasolina y, sencillamente, nos ha encantado

El Ford Focus ST 2015 es la variante deportiva del Ford Focus 2014 y se diferencia de este porque añade estriberas y paragolpes deportivos (con difusor simulado en el caso del trasero), además de alerón de techo, llantas de 19 pulgadas de serie y una llamativa salida de escape en la parte central.

No da un gran salto respecto al modelo anterior (aquí puedes leer la prueba del Ford Focus ST 2012) y sigue contando con carrocería de cinco puertas y la familiar Sportbreak. La gran novedad de esta nueva generación del Ford Focus ST es que ahora cuenta con una mecánica 2.0 TDCi de 185 CV. Se trata del propulsor de 150 CV que ya montan otros modelos de la marca del óvalo, pero que ha sido revisado por los ingenieros de la marca para alcanzar dicha potencia por medio de reprogramación de la centralita y con la modificación del sistema de admisión y escape. La cifra de par es de 400 Nm a partir de las 2.000 rpm. Y las prestaciones son francamente buenas, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos. Consume 4,2 l/100 km y tiene unas emisiones de 110 g/km. Cifras que, como he podido comprobar en esta primera toma de contacto, solo alcanzas si conduces a punta de gas. Y quien se compra un coche así no es para lograr el mínimo  consumo, desde luego...

Evidentemente no deja de lado la gasolina y sigue apostando por el motor 2.0 Ecoboost de 250 CV y 360 Nm de par, lo que le permite completar el 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. Su consumo medio es de 6,8 l/100 km y las emisiones de 159 g/km.

Al volante de los dos motores del Ford Focus ST

He podido probar ambas mecánicas y no sabría con cuál quedarme. Del diésel me sorprende su sonido realmente deportivo que te hace olvidar que vas conduciendo un coche de gasóleo, así como su gran empuje desde casi el principio. Pero cuando me subo al gasolina me quedo aún más sorprendido al ver que tiene tanto empuje desde abajo como el TDCi (de hecho, ambos dan su cifra máxima de par a las 2.000 rpm). Además, el Ecoboost te invita a acelerar y acelerar sin parar porque sube de vueltas con asombrosa rapidez y con un sonido que te pone los pelos de punta. Sí, todo es fruto de la famosa caja de resonancia situada bajo el salpicadero que ya tenía el modelo anterior (Sound Symposer), pero… ¡cómo suena!

Chasis del Ford Focus ST 2015

La suspensión deportiva presenta nuevos muelles delanteros (los traseros son los mismos de la generación anterior del ST) y un nuevo reglaje de amortiguadores, que son más deportivos en ambos ejes. En combinación con las barras estabilizadoras específicas de este modelo.

La dirección asistida eléctrica es bastante directa y ha sido ligeramente recalibrada respecto a la generación precedente. De hecho, solo tiene 1,8 vueltas entre topes. Pero adolece del mismo problema que ya tenía antes. En fases de aceleración, al Focus ST le cuesta transmitir la potencia al suelo y la dirección flota ligeramente y complica el guiado del coche.

Sin duda, el nuevo ST es un coche ágil y dinámico, con un paso por curva rápido y estable. Aunque lo que más marca su comportamiento es su vivo tren trasero, que incluso con el control de estabilidad conectado no se corta a la hora de ponerse a bailar y acompaña al eje delantero para redondear el giro. Y ya que menciono la electrónica, hay que aclarar que el Focus ST 2015 presenta el Electronic Transitional Stability, que se encarga de que todo se mantenga bajo control y cuenta con una posición deportiva en la que el sistema te permite algo más de libertad, pero sin llegar a desconectarse del todo. También viene de serie con Electronic Torque Vectoring Control para optimizar la distribución de par a las ruedas, la tracción en curva y la agilidad.

Aquí puedes ver el vídeo previo a su presentación oficial en el Goodwood Festival os Speed

Habitáculo del Ford Focus ST 2015

En el interior cuenta con un volante específico achatado en la parte inferior (un detalle más de cara a la galería que práctico y que no me parece que favorezca en nada la conducción deportiva), asientos deportivos Recaro, así como pedales y palanca de cambios específicos. Sin olvidar, por supuesto, los siempre llamativos relojes situados en la parte alta del salpicadero, que ofrecen información sobre la presión de soplado del turbo, la presión de aceite y temperatura de aceite.

En este apartado me gustaría indicar que la postura resulta más elevada de lo que cabe esperar en una variante deportiva, algo que ya ocurría anteriormente y que no han modificado en este nuevo Focus ST. Además, los asientos Recaro, aunque ofrecen una sujeción idónea de la espalda, son tan estrechos que a buena parte de los conductores les podrían resultar pequeños.

Respecto al equipo multimedia hay que decir que monta el nuevo sistema Sync 2 desarrollado junto con Sony y Microsoft, empresas con la que Ford sigue colaborando al igual que en la anterior generación. En esta primera toma de contacto con el nuevo grupo multimedia con pantalla de ocho pulgadas debo reconocer que mejora con mucho al anterior, resulta intuitivo y fácil de manejar, aunque no todas las funciones se aglutinan en la pantalla y eso puede generar cierta confusión al principio. Por ejemplo, el sistema ‘Start-Stop’, que es de serie en todos los Focus ST, solo se desconecta mediante el botón situado junto al cambio y no existe opción de activarlo desde el monitor principal.

Precios del Ford Focus ST 2015

2.0 Ecoboost Auto-Start-Stop 5p - 32.875 euros

2.0 TDCi Auto-Start-Stop 5p - 33.325 euros

2.0 Ecoboost Auto-Start-Stop Sportbreak - 33.825 euros

2.0 TDCi Auto-Start-Stop Sportbreak - 34.275 euros

Prueba a fondo del Ford Focus ST 2.0 Ecoboost 250 CV (Por Kike Ruiz)

Me acomodo en sus ajustados asientos Recaro, pulso el botón de arranque, meto primera y acelero a fondo... El motor sube de vueltas; suelto el embrague y las ruedas delanteras dejan su firma sobre el asfalto mientras por el espejo veo una espesa humareda. Este Ford Focus ST Ecoboost te pide guerra a las primeras de cambio. Con 250 CV bajo el capó, los anchos neumáticos de 235 con perfil 40 tienen poco que hacer. Incluso en segunda, las ruedas siguen patinando. La entrega de fuerza de este bloque de dos litros sobrealimentado es brutal. Es casi instantánea y el desfase desde que hundes el pie derecho hasta que el turbo reacciona y da lo mejor de sí es mínimo. Me gusta porque siempre tienes esa sensación de que da igual en el régimen de giro al que ruedes: el motor está dispuesto a empujar con contundencia.

No es especialmente brusco y su respuesta es tan intensa como lineal y progresiva. Si tuviese que ponerle una pega, lo tendría claro: el sonido no es especialmente estimulante. Pero eso al final te da un poco igual cuando sientes cómo se las gasta este Focus ST en una carretera plagada de curvas: su comportamiento es una auténtica fiesta para tus sentidos y todo ello gracias a su nueva suspensión, con muelles  delanteros más firmes (los traseros son los mismos de la generación anterior) y un nuevo reglaje de amortiguadores (igual en ambos ejes). En combinación con las barras estabilizadoras específicas para este modelo, lanzarse a por el vértice de cada curva es un juego de niños.

Lo peor del Ford Focus ST Ecoboost: la dirección

Y eso que la dirección no es lo mejor de este ST: es bastante directa (solo tiene 1,8 vueltas entre topes) y muy rápida, pero adolece del mismo problema que presentaba la anterior generación: en aceleración pura la dirección se vuelve muy nerviosa, complicando la precisión y el guiado. Ha sido ligeramente recalibrada respecto al modelo precedente, pero sigue siendo demasiado asistida y muy sensible al estado de la carretera.

Aun así, nadie te podrá negar que te lo vas a pasar en grande conduciendo al límite con un coche así. El mayor disfrute te va a llegar cuando empiezas a cogerle el tranquillo a una trasera tan viva. Incluso con el control de estabilidad (tiene un modo Sport menos intrusivo) conectado la zaga se mueve lo suyo si la fuerzas un poco para redondear las curvas. Lo notas perfectamente y lo puedes controlar con un suave y certero movimiento de volante para alinear otra vez los dos ejes y poder dar gas lo antes posible y sin contemplaciones. 

Gran capacidad de tracción

A este respecto, el Ford Focus ST Ecoboost no cuenta con un autoblocante mecánico como el del anterior Ford Focus RS. En este caso, la marca del óvalo ha recurrido a un diferencial electrónico denominado Torque Vectoring Control para frenar la rueda interior y mandar más par a la exterior y así mejorar la tracción y ganar velocidad a la salida de las curvas. El sistema es parecido al XDS de Volkswagen y funciona realmente bien, ya que incluso en los giros más cerrados es capaz de minimizar las pérdidas de tracción si te pasas con el pie derecho. 

Cuando noto que los frenos empiezan a flaquear después de un uso intensivo, paro a dar un poco de tregua al que es por ahora (y hasta que aterricen los 350 CV y tracción integral del Ford Focus RS 2016) el Focus más explosivo de la gama. 

Mucha calidad en el interior

Es hora de analizar lo que ofrece en su interior. Aparte de los sensacionales asientos ya mencionados, el habitáculo marca un poco la distancia con el resto de la gama. Sobre todo por esos típicos relojes del salpicadero que ya empiezan a ser un clásico (no te recomiendo echarles un ojo cuando avives el ritmo). 

Los pedales y la palanca de cambios son específicos, así como ese volante achatado con el logo ST. La calidad general es buena y aunque dista de los mejores rivales de su clase, no vas a tener queja. Lo único que debería mejorar es la postura de conducción, algo elevada para tratarse de un compacto deportivo. 

Por lo demás, lo bueno de tener una carrocería de cinco puertas (la versión ST también está disponible con la variante familiar) es que tienes un deportivo que no renuncia a la practicidad, con unas plazas traseras convincentes y un maletero válido para tus escapadas de fin de semana. Y todo esto a un precio muy competitivo (hay que restar 1.300 euros de descuento). La guinda a un modelo superdivertido.

¿Buscas un punto de vista diferente? Mira la prueba del Ford Focus ST 250 CV de nuestros amigos de Top Gear.

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El Ford Focus ST 2015 sigue apostando por dos versiones de carrocería, la de cinco puertas y la familiar Sportbreak, pero presenta como gran novedad una mecánica 2.0

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