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Toyota GR Yaris H2, ¿es el mejor coche de hidrógeno que se ha hecho?

Toyota GR Yaris H2

Probablemente sí.

Toyota siempre ha sido una marca adelantada en lo que a buscar maneras alternativas de movilidad. Reina de los híbridos, ahora que estamos en una época de transición energética, ha sorprendido con un enfoque muy peculiar sobre el hidrógeno, plasmándolo el concepto en el Toyota GR Yaris H2. La pregunta es: ¿es el mejor coche de hidrógeno?

Es una cuestión relativamente compleja, porque hay que tener en consideración bastantes aspectos, pero podemos adelantaros que la respuesta es que probablemente sí.

El concepto

Hasta ahora, la manera de “atacar” las mecánicas de hidrógeno era siempre la misma: las pilas. Hablábamos de vehículos eléctricos relativamente convencionales que utilizan hidrógeno como “combustible”, siendo cero emisiones que solo producen agua como residuo.

La ventaja más clara respecto a los coches eléctricos de baterías es el repostaje, muy similar al de un modelo de gasolina o diésel, lo que hace que sea mucho más rápido que recargar un BEV convencional.

En su contra juega el hecho de que las hidrogeneras son todavía muy escasas en gran parte del mundo, con una red prácticamente inexistente en países como España, lo que hace que su viabilidad sea cuestionable a día de hoy.

El enfoque de Toyota no solventa este problema (es una cuestión de infraestructura), pero es mucho más divertido desde el punto de vista del aficionado al motor: en lugar de pila de hidrógeno, transforma un motor de combustión interna para que funcionen quemando el hidrógeno.

Toyota GR Yaris de hidrógeno

A efectos prácticos es algo peor que un vehículo de pila en términos ecológicos porque, aunque contamina una nimiedad, solo lo que se quema del aceite del motor, ya son más emisiones que las que tiene uno de estos.

Sin embargo, cuenta con ventajas importantes, siendo la principal que es una tecnología relativamente barata, puesto que la conversión no es excesivamente compleja y se puede realizar sobre cualquier motor de combustión, como han demostrado con el del Toyota Yaris.

Además, desde un punto de vista más emocional, hablamos de un casi cero emisiones pero que suena como un gasolina “de verdad”, así que es un punto a favor para todo ‘petrolhead’ que se precie.

El Toyota GR Yaris H2

La base ya es buena y la marca presentó el concepto con anterioridad sobre la base de un Corolla Sport, pero es que como guinda ha elegido mostrar una versión sobre el Toyota GR Yaris, que actualmente es el ojito derecho de la firma y de media industria.

A cualquiera que le preguntes, su opinión sobre el pequeño misil va a ser extremadamente positiva (yo lo he probado y doy fe): la potencia necesaria, un chasis espectacular, tracción a las cuatro ruedas, comportamiento impecable… Así que si a su fórmula encima le metemos el estar prácticamente libre de emisiones, es rizar el rizo.

Lo que supone para el futuro

Pero lo que hace que el Toyota GR Yaris H2 sea (probablemente) el mejor coche de hidrógeno que se ha hecho, es la esperanza que trae consigo de cara al futuro.

Y es que de aquí a unos pocos años todo apunta a ser completamente eléctrico, lo que a priori va a condenar los coches “como los de antes” y va a obligar a todo el mundo a conducir eléctricos de baterías que aunque cada vez son mejores, no transmiten lo mismo.

Este prototipo muestra que hay una alternativa de futuro que siendo prácticamente cero emisiones, si que proporciona una experiencia de conducción a la antigua usanza, abriendo la vía para que se mantengan los deportivos como siempre los hemos conocido.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

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