'SuperMax' y otro año más de sequía en Ferrari

Todavía faltan cuatro carreras para el término de la temporada 2022 de Fórmula 1, y por desgracia para nosotros, en ellas no veremos una batalla por el título como la que vimos el año pasado. El motivo es que Max Verstappen ya ha 'cantado el alirón'. Más que nunca, este año ha sido "Super Max", como decía aquella canción que se viralizó el año pasado.

La temporada de Verstappen ha sido (casi) perfecta de principio a fin. El único 'pero' que se puede poner a los resultados logrados por el piloto holandés ni siquiera tienen que ver con su propio trabajo, sino con los problemas de fiabilidad que le obligaron a abandonar en dos de las tres primeras carreras del curso, en Bahréin y Australia.

En aquel entonces, todavía pensábamos que Charles Leclerc y Ferrari se llevarían 'de calle' este campeonato. Y estábamos equivocados. Desde Imola en adelante, Max se empeñó en demostrar que no estábamos en lo cierto. Ganó en el trazado italiano, en Miami, en España - donde se puso primero en el Mundial - y fue tercero en Mónaco. 

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Después, también ganó en Azerbaiyán, en Canadá y fue séptimo en Silverstone después de sufrir daños en aquella accidentada salida. Al segundo puesto en Austria, por detrás de Leclerc, le siguieron nada menos que cinco victorias consecutivas en Francia, Hungría, Bélgica, Países Bajos e Italia. Para aquel entonces, ¡como para dudar de quién lograría el título!

Es justo decir que, aunque Red Bull ha tenido el mejor coche durante gran parte de la temporada y Verstappen ha estado a un altísimo nivel, Ferrari también le ha facilitado las cosas con sus habituales errores.

El equipo de Maranello ha sufrido tres abandonos por problemas de fiabilidad en el coche de su principal candidato al título (Leclerc), su coche no ha estado siempre a la altura y se han cometido errores de estrategia graves... como cuando en Hungría llevaron a cabo una estrategia inexplicable apostando por los neumáticos duros.

Desde aquella carrera en adelante, Ferrari no tuvo opciones frente a Verstappen. Allí vimos cómo el holandés, después de salir en la décima posición por cambiar de motor, remontó hasta la victoria magistralmente, dejando claro que iba a ser imparable.

Solo unas semanas más tarde, en Bélgica, Max volvió a penalizar y a pesar de salir decimocuarto, también logró la victoria tras una brutal remontada. En Singapur, el holandés tuvo por primera vez oportunidad de lograr el título, que no pudo aprovechar, y en Japón llegó definitivamente el merecido campeonato.

Otro año más de sequía para Ferrari

Parecía que este año sí... pero no. Ferrari ha vuelto a fracasar otra temporada y no ha luchado por el título hasta la última carrera del curso. Aunque parezca mentira, la última vez que Ferrari peleó por el campeonato, Fernando Alonso estaba en el equipo, en 2012. 

Desde entonces, se han producido muchos cambios en la capitanía de la escudería: de Domenicali pasamos a Matiacci, después a Arrivabene y finalmente a Binotto. Ninguno de ellos ha sido capaz de llevar a Ferrari a lo más alto desde el título de equipos de 2008 o desde 2007 en el caso de campeonato de pilotos. 

Para cambiar los resultados, de una vez por todas, es necesaria una revolución dentro de Ferrari; una revisión de cada puesto, desde el muro hasta el equipo de ingenieros y estrategia. Y, a pesar de que tampoco hayan hecho una temporada perfecta, los pilotos son los únicos que superan el curso con un notable. 

El año que viene es probable que Mercedes también consiga estar en la lucha, ya que a lo largo de este año han ido reduciendo paulatinamente la diferencia con los dos primeros, y McLaren también avanzará, por lo que Ferrari lo tendrá aún más difícil. Si no llegan los cambios, la sequía podría ser  (mucho) más duradera.