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Yamaha XSR 700 Otokomae, por Ad Hoc Café Racers

Yamaha XSR 700 Otokomae, por Ad Hoc Café Racers

Diego de Arístegui

Espectacular Yamaha XSR 700 Otokomae, por Ad Hoc Café Racers. Una demostración más de cómo la Yamaha XSR 700 es una moto perfecta para que los mejores talleres de preparaciones esculpan sus ideas sobre su mecánica.

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Impresionante la Yamaha XSR 700 Otokomae, por Ad Hoc Café Racers. Una preparación espectacular con el que el taller español ha logrado captar la atención de Yamaha como parte de su conocido Yard Built, una iniciativa en la que la fábrica de los tres diapasones invita a los talleres de todo el mundo para que realicen sus diseños utilizando como base la gama Sport Heritage de Yamaha, aquellas motos que son un caramelito en dulce para las llaves inglesas y los sopletes.

La última creación que ha visto la luz proviene de nuestro país, en concreto de Ad Hoc Café Racers, un taller donde David González realiza absolutas maravillas con motos de ayer que resucitan para seguir dando guerra sobre el asfalto. Su último encargo es esta XSR 700 Otokomae, una auténtica street tracker  repleta de personalidad y malas intenciones. 

David tenía la norma básica de respetar el chasis original, mientras que el resto del conjunto estaba completamente en sus manos. Comenzando por la parte delantera, utilizó el faro y el soporte del mismo provenientes de un modelo mítico como la MT-01. Por su parte, la tija y el manillar provienen de la MT-09 mientras que la horquilla y todo el sistema de frenos y embrague pertenecen a la YZF-R6.

En lo que respecta al escape, Ad Hoc ha decidido sustituir el modelo de serie por otro con un sonido más potente y deportivo firmado por SC Project. Por su parte, los amortiguadores son obra de Gears Racing que han contribuido a elevar la posición de conducción unos 15 mm, con la clara intención de hacer más custom la neoclásica XSR 700. 

Por último, los neumáticos son gentileza de Michelin sobre unas llantas Borrani. Una creación realmente atractiva que ha empleado los colores azul y amarillo típicos de Yamaha en las carreras. Un conjunto muy ligero y que rezuma buen rollo en todas sus líneas. Sin duda un grandísimo trabajo el realizado por Ad Hoc Café Racers. 

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