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Viejas leyendas: ¿sabes cómo era el Nissan 350Z?

Representante de una estirpe de deportivos nipones que parece que terminará con el 370Z, ofrecía una de las mejores relaciones potencia/precio del mercado.

Los cupés deportivos asequibles están en peligro de extinción y uno de sus últimos representantes, el Nissan 370Z, no tiene previsto un reemplazo siquiera. ¿Es el fin del japonés? ¿Se acaba así una historia que comenzó allá por principios del milenio? Aunque en aquella época, en el germen de todo, no fue el 70 el primero, fue el Nissan 350Z el que abrió la veda.

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Y no lo decimos porque fuera el único deportivo del estilo por aquél entonces, sino porque era el único que ofrecía todo lo que ofrecía al precio que lo ofrecía: una de las mejores relaciones potencia/precio del mercado del año 2003, cuando se puso a la venta en España por unos 41.000 euros. El también llamado Fairlady Z en otros mercados contaba con un motor V6 de 3,5 litros situado en posición delantera central que entregaba 280 CV (las versión estadounidense llegaba a los 287 CV) y 363 Nm de par directamente al eje trasero mediante una caja de cambios manual de seis relaciones.

La base era muy buena y tenía todos los elementos básicos para ofrecer una conducción de lo más divertida, pero la cosa no se quedaba ahí: sus anchas vías y la suspensión multilink de aluminio, duras pero no incómodas, aseguraban bastante aplomo; y el sistema de frenos firmado por Brembo se encargaba de parar al Nissan 350Z. Eso sí, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, este podría considerarse uno de sus principales peros.

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Nacido con una característica silueta de cupé con formas redondeadas y fluidas, medía 4.310 mm de largo, 1.820 mm de ancho y 1.320 mm de alto. La casa nipona no tardó en aprovechar el tirón y en 2004, dos años después de su nacimiento, se puso a la venta la variante Roadster del modelo, con una capota de lona.

Poco a poco la gama se fue ampliando con diversos niveles de acabado que no estuvieron disponibles en todos los mercados, siendo una de las mayores mejoras la incorporación a la oferta del mismo bloque motor pero con la potencia elevada hasta los 301 CV, que crecería hasta los 313 CV en los dos último años antes del cese de su producción, que tuvo lugar en 2009. Fue entonces cuando le reemplazó el 370Z, con un estilo muy similar pero de corte algo más alargado y con un motor todavía más potente.

Como curiosidad, hay que señalar que hasta tuvo su dosis de protagonismo en el celuloide, siendo uno de los coches más destacados de la tercera entrega de A Todo Gas, ‘Tokyo Drift’. Era el vehículo que utilizaban tanto Takashi, en color negro, como su mando derecha, Morimoto, que era algo más llamativo con un degradado en amarillo.

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