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Prueba: Unimog 435 Atlas 4X4. Una bestia para explorar

Lo probamos: Unimog 435 Atlas 4X4

¿Un vehículo de expedición sobre la base del actual Unimog? Es algo caro y complejo. Este que ves aquí se ha concebido sobre un modelo usado de 1987, para abaratar costes. Aunque esto hay que cogerlo con pinzas. Su constructor, Michael Denning, nos ha invitado para una vuelta de prueba. Prueba: Unimog 435 Atlas 4X4. Une bestia para explorar. 

Un pesado Unimog de esta generación se arranca así: primero hay que tirar de la palanca del freno de mano neumático, cercana al suelo. Y entonces suena: "pfffff". El freno de mano ya está suelto. Echamos a rodar con la tercera marcha metida. A 1.500 vueltas, el turbodiésel alcanza su par máximo. 

Al pisar el acelerador apenas noto un aumento de velocidad, de modo que toca cambiar. Esta caja manual requiere mucha concentración. Ya voy en cuarta, y el resto del trayecto lo pasamos entre las relaciones quinta, séptima y octava. Para que el conductor no se líe con los cuatro carriles para las marchas, te señala por medio cuatro bombillas en cuál te encuentras.   

Pasa por (casi) todo

Llegamos a una pendiente cuesta abajo, de casi el 100%. Las dos primeras marchas de las 16 son suficiente cortas. Sus 46 grados de ángulo de salida dan de sobra para afrontarlo. Y rara vez hay que maniobrar con esta mole: sus 13 metros de radio de giro son sorprendentemente pequeños para un vehículo así. Pero en caso de que sea necesario, basta poner una pequeña palanca que hay entre los asientos en posición R, y tienes a tu disposición cuatro marchas para rodar hacia atrás.

Lo probamos: Unimog 435 Atlas 4X4

Los valores todoterreno de los ejes de pórtico (480 milímetros de altura respecto al suelo, 1,20 metros de vadeo) lo dotan de un comportamiento fuera del asfalto sorprendente, por la falta de esfuerzo con la que pasa por los obstáculos Por otro lado, es un coche construido pensado en que las reparaciones no sean complicadas. ¿El perfecto vehículo 'offroad', por tanto?

Casi, pero algo así no existe. Y es que el Unimog también tiene algunos fallos: una elevada resistencia al viento y prestaciones mediocres, y además, no es infalible: recorrer un tramo con barro profundo no es muy recomendable en un coche con un peso de 6.350 kilos. 

Y la preparación de este modelo concreto ha sido muy compleja y costosa. Bajo el capó lleva un motor 6,0 litros turbodiésel con compresor y transmisión reforzada, provenientes del vehículo militar alemán Dingo. Para su montaje, se han invertido 1.500 horas de trabajo. ¿El precio del modelo que ves en la fotos? Unos 174.000 euros en Alemania. 

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