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Así fue la pelea entre Márquez y Rossi en el GP de San Marino

Pelea Rossi Márquez misano
Vuelven antiguos fantasmas entre los dos campeones.

Hay cordialidad, pero la pelea entre Márquez y Rossi en el GP de San Marino, en el Circuito de Misano, volvió a demostrar que el pique sigue ahí, un pique que, por otro lado, me parece algo normal entre los dos pilotos más poderosos de los últimos 15 años. ¿Qué pasó realmente? ¿Quién tiene la culpa? ¿Por qué actuaron así? ¿Puede esto reabrir la pelea entre ambos pilotos?

Bueno, lo primero que creo que debe quedar claro es que pese a la reconciliación entre Márquez y Rossi, que se parece haber consolidado en la temporada 2019 de MotoGP, las rencillas siguen ahí y nadie puede negar lo evidente: Rossi tiene envidia por los resultados de Márquez. Márquez tiene envidia del cariño que recibe el piloto italiano en todos y cada unos de los grandes premios en los que participa. Sí, incluso en Montmeló.

Son dos campeones y eso implica que no se llevan bien. Tienen un gran respeto mutuo y la buena noticia es que este año las formas se han recuperado, algo de agradecer: la cordialidad debe ser lo primero. Sin embargo, la pelea entre Márquez y Rossi en Misano volvió a dejar claro que ambos pilotos siguen picados y esto puede desestabilizar la relación cordial que habían alcanzado. Nunca serán amigos, eso parece algo evidente.

¿Qué pasó en la pelea entre Rossi y Márquez?

Todo ocurrió en la última vuelta de la clasificación de MotoGP en Misano 2019. Valentino Rossi luchaba por entrar en el Top5, un resultado importante para no perder cuerda respecto a otros pilotos de Yamaha. Marc Márquez luchaba por la pole, como siempre. Ambos pilotos iban a fondo, a tope, Rossi delante, Márquez detrás a una distancia cercana.

Rápidamente, Marc Márquez empezó a pintar cascos rojos, mientras que Rossi no conseguía rodar tan rápido como el de Cervera. Eso provocó que Márquez se fuera acercando poco a poco. Tanto, que tuvo que tomar una decisión drástica si quería conseguir la pole: adelantar a Rossi en la zona más rápida del circuito. Le metió la moto de manera brutal, pero en la siguiente curva, iba tan lanzado que se fue al verde, cancelando inmediatamente la vuelta.

Rossi vio eso, Márquez dice que no se dio cuenta. En ese momento, el italiano pensó que el de Cervera iba a aflojar, por lo que decidió volver a adelantar al español. Pero a partir de ahí se produjo el caos. El italiano se tiró a la piscina sin agua, entró muy pasado en la curva y se fue largo. Márquez tuvo que frenar en el último instante para no llevárselo por delante. Mala decisión del italiano.

Al intentar continuar, fue Márquez el que no actuó bien, cerrando descaradamente el paso al piloto italiano e incluso sacando la moto, como pidiéndole parar. Los comisarios deben ser los únicos que pueden hacer mandar parar a un piloto en la pista: comportamientos así no ayudan a la imagen de ninguno de los dos pilotos, pero creo que el de Cervera es el más perjudicado, porque no tiene necesidad de hacer algo así.

Marc Márquez es un piloto pasional y que bajo su sonrisa y simpatía se esconde un alma competitiva bestial, probablemente la más salvaje que hay hoy en día en el deporte internacional. Muchas risas, tranquilidad por un mundial que está ya ganado pero a la hora de la verdad saca los dientes de una manera, a veces, demasiado desproporcionada teniendo en cuenta su posición. Creo que sería más inteligente si fuese más elegante y no entrase al trapo en este tipo de actuaciones. Él es el que más puede perder.

Y no tiene necesidad ninguna. Él demuestra su talento infinito en la pista y lo demuestra cada fin de semana. En Misano volvió a ganar y mete casi 100 puntos a Dovizioso en la clasificación de pilotos de MotoGP en 2019. ¡Esto ya está ganado! ¿Se comenzará a relajar Márquez o eso es una quimera? Creo que Márquez tiene tal espíritu ganador en su interior que esa competitividad siempre le va a hacer cometer actuaciones así. Si tu me haces ir más lento, yo te machacaré después.

Etiquetas: MotoGP

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