El nuevo Mercedes SL 65 AMG se presenta en Nueva York
Fran Rico
El nuevo Mercedes SL 65 AMG se ha presentado en el Salón del Automóvil de Nueva York. Además ha ido acompañado del SL 65 AMG 45º aniversario, un SL limitado a 45 unidades con el que la firma alemana pretende conmemorar los 45 años que el preparador AMG cumple a su lado.
El SL 65 AMG 45º aniversario se diferencia del AMG convencional al montar un kit de carbono en la carrocería (retrovisores, alerón y faldones) y también en el interior, además de una nueva tapicería en tonos 'diamante'. Al igual que su hermano, estará listo para septiembre de 2012.
El nuevo Mercedes SL 65 AMG se convierte en el 'roadster' más potente de la marca tras la edición limitada del SL 65 AMG Black Series (670 CV). Superior al también nuevo Mercedes SL 63 AMG de ocho cilindros, el nuevo SL 65 AMG monta un V12 biturbo de 6 litros, con una propulsión de 630 CV y un par máximo de 1.000 Nm. Tiene 28 CV más que su antecesor, pero la mayor diferencia es el peso. El SL 65 AMG 2012 tiene un esqueleto de aluminio, al igual que su hermano el Mercedes SLS, con el que su peso se aligera 170 kg.
El SL 65 AMG también reduce su consumo. A pesar de que la potencia incrementa, el empleo de aluminio hace que gaste 11,6 l/100 km. Este Mercedes rebaja un 17% (2,4 l / 100 km) si se compara con el SL 65 AMG de 2009. Su precio será superior a 236.000 euros.
Así mismo, el consumo de gasolina se reduce gracias a la transmisión AMG Speedshift Plus 7G-Tronic. Este cambio automático de siete velocidades ayuda a que el V12 biturbo pase de 0 a 100 km/h en cuatro segundos, y de 0 a 200 en apenas 11 segundos. Una pena que solo alcance los 250 km/h debido a la limitación de velocidad que traen los coches de fábrica.
El exterior del SL 65 AMG viste la nueva mirada del paquete AMG. Es más agresiva que los faros ovalados que traía la versión anterior de este deportivo. Es muy similar a la del 'Alas de Gaviota' y a la del SL 63 AMG. Al paragolpes más bajo, se le añade dos líneas de luces LED diurnas, y la parrilla trae el nuevo diseño con un embellecedor que cruza la entrada de aire del rallador. Además, el capó se hace más abultado. En él, también varía el diseño de las tomas de aire. Los laterales tienen nuevas líneas más vanguardistas y en el trasero monta los mismos pilotos que el SL 63 AMG, y las cuatro salidas de escape con forma rectangular.
En el habitáculo, se viste con la misma tapicería que el modelo anterior. Los cambios más significativos son las tomas de aire con forma de turbina, el cuadro de mandos, la palanca de cambios, el volante o las manillas de las puertas.
Si quieres hacer un repaso a la historia del Mercedes SL, echa un vistazo al reportaje que AUTO BILD CLASSIC te ha preparado.
Conoce cómo trabajamos en Autobild España.