Por qué no debes viajar con botellas de agua en el coche

En el habitáculo de un coche hay toda una serie de objetos que es bastante habitual encontrar: unos clínex, chicles, algún trapo… o una botella de agua. La diferencia entre ésta y el resto es que viajar con una de ellas puede llegar a ser bastante peligroso.

A priori una botella de agua es bastante inocua, sin importar si está llena o vacía. Sin embargo,, sobre todo en el primer caso, en ciertas circunstancias puede ser algo que genera peligro para los ocupantes del habitáculo: en caso de accidente.

Está demostrado que cuando ocurre un accidente, sobre todo uno frontal, en el que el coche circula a bastante velocidad y, por un impacto, reduce su velocidad de manera drástica, los objetos que se encuentran sueltos en el habitáculo se convierten en armas arrojadizas.

Por la inercia, multiplican su peso de manera considerable, lo que hace que sean proyectiles bastante pesados. Un ejemplo como el de una botella de agua de 1 o 1,5 litros, es perfecto para ilustrar como algo totalmente neutro, al salir disparado, pueda causar lesiones importantes en los ocupantes en un caso así.

¿Significa esto que no puedas llevar agua (o líquidos similares) en el coche? No necesariamente, pero sí que resulta altamente recomendable no llevar botellas u otros recipientes (imaginemos un termo, cuyo exterior además es duro) sueltos en el habitáculo, porque pueden causar daños graves a los pasajeros.

En lugar de eso, lo que hay que hacer es llevarlas en un sitio en el que estén resguardadas y que no puedan provocar problemas en caso de que haya un accidente. Así, por ejemplo, guardarlas en la guantera es una buena opción.

Además, hay otro motivo para no viajar con botellas de agua en el coche: las multas.

Sobre el papel, no hay ninguna norma que prohíba beber ni comer cuando se está al volante, pero, sin embargo, si se trata de una acción que puede ser sancionable si el agente de turno considera que constituye una distracción o limita los movimientos de quien está conduciendo. En ese caso se considera una infracción leve, que se multa con 100 euros sin pérdida de puntos.