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Nico Rosberg se reencuentra con la F1 junto a su padre en Mónaco

Los Rosberg ruedan juntos en Mónaco
Nico Rosberg ha vuelto a subirse a un Fórmula 1, pero solo para una exhibición en Mónaco, en la que ha tomado parte junto a su padre, campeón del mundo de 1982.

Nico Rosberg se ha reencontrado con la Fórmula 1 en una exhibición en el Circuito de Mónaco, donde ha vuelto a subirse a un monoplaza de la categoría reina. El campeón del mundo alemán ha rodado en el trazado que le vio crecer junto a su padre, quien se puso a los mandos del Williams FW08 con el que logró el título en 1982.

VÍDEO: Claves del GP Mónaco F1 2018

Dos Rosberg. Dos coches de Fórmula 1 y dos campeones del mundo. Nico Rosberg ha vuelto a sentirse piloto de F1 casi dos años después de decidir dejar la competición para dedicarse a su familia y a otros proyectos, y lo ha hecho de la forma más especial posible: pilotando el Mercedes con el que se proclamó campeón del mundo en 2016, compartiendo pista con su padre.

Keke Rosberg ganó el título mundial de Fórmula 1 en 1982, con el Williams FW08, en una atípica temporada en la que solo ganó una carrera. Tres años después nació su hijo, Nico, quien pronto comenzaría a seguirle por todo el mundo y a ‘mamar’ esa afición por las carreras. De hecho creció en Mónaco, donde vivía su familia, aunque nació en Alemania.

Vio de cerca las carreras en el Principado y allí ganó tres veces como piloto de Fórmula 1, junto a Mercedes entre 2013 y 2015. Para él fue muy especial, casi tanto como volver a rodar en las calles de Montecarlo dos temporadas después de decidir parar de competir.

Lo hizo porque ya había cumplido con el objetivo de ser campeón. Batió a su enemigo desde sus inicios en el automovilismo, Lewis Hamilton, y decidió centrarse en otros proyectos. Ahora tiene un equipo júnior de karting y es accionista de la Fórmula E, cuyo monoplaza de nueva generación estrenó hace una semana en Berlín.

Cuando se montó en el Mercedes W07 con el que ganó el título en 2016 se sintió extraño, raro, e hizo muecas con su cara. Sensaciones encontradas, pues el alemán podría haber continuado ganando carreras al menos un par de años, pero su vida debía cambiar… ¿se arrepentirá? Nunca ha hablado de volver a correr, por lo que suponemos que no.

Gracias a esta acción promovida por la Fórmula 1, hemos podido ver a padre e hizo rodar sobre una pista tan legendaria como esta. Las imágenes no tienen desperdicio: Mónaco nunca defrauda y dos monoplazas de F1, uno de 2016 y otro de 1982, tampoco. Verlos juntos sobre la pista es espectacular.

Imagen: Mercedes F1

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