La familia Bianchi empieza a perder la esperanza
Dolorosas declaraciones del Philippe Bianchi, padre de Jules Bianchi, poco más de nueve meses más tarde del accidente de su hijo en el circuito japonés de Suzuka. Las esperanzas de una buena recuperación cada vez son menores.
Jules Bianchi continúa postrado en una habitación de hospital en Niza nueve meses después de su desafortunado accidente en el circuito japonés de Suzuka. Su familia continúa a diario junto a él, pero la esperanza de que el francés se recupere cada día es menor. A día de hoy, sería prácticamente un milagro que Jules pudiese hacer vida normal en un futuro. Su padre, Philippe, se ha convertido en el portavoz de la familia y en declaraciones a France Info ha mostrado el profundo dolor de los Bianchi.
"Es insufrible, pasamos por una tortura diaria. Sentimos que nos volvemos locos porque para mí es peor que si hubiese muerto, ya que no podemos ayudarle más allá de lo que está en nuestras manos", ha comentado. "El tiempo pasa y ahora soy menos optimista que dos o tres meses después del accidente, cuando esperábamos una mayor mejoría", agrega.
"Si sale adelante y tiene grandes discapacidades, estamos seguros de que no es lo que él querría. Ya lo habíamos hablado y nos dijo que si tuviese un grave accidente como el de Michael Schumacher y se quedaba sin poder pilotar nunca más, le costaría mucho aceptarlo, porque esa era su vida", agrega.
Philippe ha cesado todas sus actividades y visita cada día el hospital de Niza donde se encuentra Jules. Lleva tatuado en el antebrazo derecho las palabras 'Forza Jules' que día a día aparecen en Twitter - muchas veces desde las cuentas de Fernando Alonso u otros compañeros de parrilla - deseando que se produzca el ansiado milagro y Jules consiga despertarse.
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