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Donald Trump, los coches: un millón de trabajos en peligro

Donald Trump, los coches: un millón de trabajos en peligro
A Donald Trump se le ha abierto un nuevo frente de lucha relacionado con los coches: los impuestos que gravan los combustibles en EEUU. La semana pasada se reunió con representantes de Ford, General Motors y el grupo Fiat Chrysler (FCA) para meter más presión a la industria automovilística y al parecer el máximo representante de la marca del óvalo le instó a revisar la política fiscal que afecta al uso de combustibles pues de lo contrario le dijo que puede haber un millón de empleos en peligro.

A Donald Trump parece que se le ha abierto un nuevo frente en el particular tira y afloja que mantiene con los fabricantes de coches. 

Recordarás que la semana pasada, el presidente de EEUU mantuvo una reunión a tres bandas con representantes de Ford, General Motors y el grupo Fiat Chrysler (FCA).

Al termino del encuentro supimos que los tres fabricantes que habían sido amenazados por Trump por sus planes de abrir fábricas en México (un poco más abajo tienes más información) decían estar muy satisfechos antes las nuevas promesas del presidente.

Por lo que trascendió aquel día, Trump ha prometido reducir los impuestos que gravan la fabricación y distribución de coches en EEUU siempre y cuando las marcas se comprometan a abrir nuevas plantas en el país y potenciar las que ya están en funcionamiento.

Ahora sabemos que no sólo hablaron de los impuestos que gravan la fabricación. Mark Fields, presidente de Ford puso sobre la mesa otro tema que parece preocupa a las marcas que venden coches en USA: los impuestos que afectan a los carburantes.

De acuerdo con la información publicada por CarScoops, Fields compartió con el Trump sus temores de que, de seguir teniendo que asumir las carga fiscal impuesta sobre los hidrocarburos "un millón de puestos de trabajo podrían estar en peligro".

Si el presidente de la marca del óvalo le explicó a Trump las razones por las que un millón de personas se podrían quedar sin empleo en caso de no iniciar una reforma de la política fiscal que afecta a los combustibles no han trascendido.

A la salida de la reunión a tres bandas, Fields dijo: "estamos emocionados de trabajar en conjunto con el presidente y su administración sobre las políticas fiscales, en la regulación y en el comercio para crear un renacimiento en la manufactura estadounidense". Queda por ver si su emoción se ve corrrespondida con algún cambio.

Donald Trump y los coches: sus tuits, amenazas y promesas, marca a marca

Desde que fuera elegido presidente de EEUU a Trump no le ha temblado la mano (ni la boca) al hablar de los fabricantes de coches.

- BMW

Como ya lo hicera con Toyota, el presidente de EEUU ha amenazado a los alemanes con el pago de fuertes aranceles si deciden construir una fábrica en México desde la que importar sus coches al mercado americano.

Esta vez la amenaza no ha llegado vía Twitter, sino en una entrevista que Trump ha concedido al diario Bild. "Le diría a BMW que se olviden si quieren construir una fábrica en México y luego vender coches en los Estados Unidos sin una tasa del 35 %", aseguró al ser preguntado por los planes de la marca bávara de abrir en 2019 una planta en México.

Trump dijo que sabe que la industria automovilística alemana es importante para su país "por todos los Mercedes-Benz que veo en la Quinta Avenida" y, por eso, aconseja a BMW que "no malgaste su tiempo y su dinero" y que construya una fábrica en EEUU. Eso sí, no pude evitar mostrar su enfado porque no se vean tantos Chevrolet en Alemania como BMW en EE.UU.

Tras las duras palabras del presidente de USA, BMW se mantiene firme en sus planes de inversión en México que pasan por abrir una planta en San Luis Potosí que dé empleo a unas 1.500 personas y en la que invertirá 1.000 millones de dólares. El responsable de producción de la marca, Oliver Zipse, ha comentado al respecto en la publicación Stuttgarter Zeitung (web) que seguirán adelante con el proyecto a pesar de las amenazas de Trump.

Dice que no están preocupados porque México tiene acuerdos de libre comercio con 45 países a los que BMW siempre podría exportar los vehículos fabricados ahí. "Nunca podría justificar parar una inversión de mil millones [de dólares] como la de México. La razón por la que continuaremos aferrándonos a México es que el país tiene acuerdos de libre comercio con 45 países ", dijo Oliver.

VÍDEO: Los coches de Donald Trump, caros y lujosos

En defensa del fabricante ha salido el ministro de Economía y número dos del Gobierno alemán, Sigmar Gabriel, con una advertencia a Trump: si aprueba medidas proteccionistas, los efectos negativos también se harán notar en EE UU, que tendrá una industria “peor, más débil y más cara”.

Gabriel recomienda que, en lugar de imponer aranceles a los automóviles alemanes, EE UU fabrique “coches mejores”. Y al reproche de que BMW no produzca suficientes automóviles en EE UU, el ministro alemán recuerda que la planta más grande de la empresa está en ese país. “Está en Spartanburg (en Carolina del Sur). La he visitado”, añadió Gabriel.

- FCA

El máximo responsable del grupo Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, ha reconocido abiertamente la impotencia de los fabricantes ante los tuits en los que Trump amenaza con imponer elevados aranceles aduaneros a quienes producen en México al reconocer que lo único que el sector puede hacer es "adaptarse" a la nueva realidad.

"¿Qué vamos a hacer con Trump? La respuesta es nada, porque ha sido elegido. Es el presidente de Estados Unidos. Responderemos a cualquier medida que determina que es la política relevante para los Estados Unidos. Y nos adaptaremos", declaró Marchionne a preguntas de la agencia Efe.

A juzgar por las decisiones que están tomando los fabricantes amenazados, esa adaptación pasa por claudicar a las peticiones de Trump.

Fiat lo ha hecho al anunciar que invertirá 1.000 millones de dólares en Estados Unidos y creará 2.000 empleos.

- Ford

Ford también ha cedido a las presiones de Trump, que amenazó a la compañía con un arancel del 35 % en los vehículos que exporta de México a Estados Unidos, y anunció la cancelación de la inversión de 1.600 millones de dólares en una nueva planta mexicana. Los del óvalo han dado marcha atrás a sus planes en México aunque por eso también está pagando las consecuencias.

- General Motors

GM ha reestructurado sus inversiones tras la amenaza de Donald Trump.

Los planes para invertir 2.900 millones de dólares anunciados por el gigante automotriz el pasado año han sufrido ligeros cambios que afectan directamente a los intereses de la compañía en sus fábricas en México, las cuales relegará a un segundo plano en detrimento de las plantas en Estados Unidos.

- Toyota

Los japoneses han recibido un aviso vía Twitter del presidente y aunque, por ahora, no están dispuestos a cancelar sus planes en México sí coquetean con Trump y para tratar de reducir su enfado anunciaron a través de su máximo ejecutivo en USA que en los próximos cinco años invertirán 10.000 millones de dólares en el mercado americano.

Por si esto no fuera suficiente, las últimas noticias apuntan que Toyota invertirá 600 millones de dólares en la fábrica que tiene en Princeton que es donde fabrica el Toyota Highlander.

En un comunicado de prensa, los japoneses han explicado que la cantidad irá destinada a la creación de 400 nuevos puestos de trabajo y a la modernización de la planta. Este proyecto se materializará en 2019.

Trump puede hacer que las fábricas en México no tengan sentido

Durante su discurso en el Salón de Detroit, Sergio Marchionne ha reconocido que si el presidente electo estadounidense, Donald Trump, impone elevados aranceles aduaneros, puede hacer que la producción de automóviles en México no sea rentable.

Marchionne explicó que, en ese caso, la producción de automóviles en el país latinoamericano no tendría sentido porque las plantas que se han construido en los últimos años en México están diseñadas y preparadas para manufacturar vehículos para el mercado estadounidense.

Marchionne indicó que es improbable que las autoridades mexicanas puedan ofrecer compensaciones para mantener las inversiones en México si Estados Unidos coloca grandes aranceles aduaneros.

"Para ser completamente sincero, dado el nivel de incertidumbre hoy en día asociado con la relación entre Estados Unidos y México, sería increíblemente imprudente por nuestra parte intentar hacer compromisos en el país", declaró.

Marchionne también advirtió que, si las políticas de Trump suponen un rechazo en amplios términos del comercio internacional, y no se limitan a la relación con México, "las consecuencias pueden ser bastante graves".

Donald Trump, ¿un peligro para el automóvil?

Las siguientes declaraciones del presidente electo de EEUU, Donald Trump, adelantaban cómo su mandato puede afectar a la industria automovilística: “todo eso del calentamiento global, de lo que habla Obama, es un engaño, se trata de una industria de hacer dinero, y mira, yo quiero el aire limpio, el agua limpia… pero no por eso vamos a destruir nuestros negocios…”.

La ostentosa limusina que Cadillac ha construido para Donald Trump

En varias ocasiones, Trump ha asegurado que "lo del cambio climático es un mito" y ha criticado al expresidente Barak Obama asegurando que estaba demasiado "preocupado por reducir la huella global del CO2", una actitud que, a su juicio, es contrario a los intereses del país que ahora preside.

"El petróleo es la sangre de nuestra nación y el mercado de trabajo”, le hemos oído decir en campaña y estas palabras auguran lo que será su política energética y cómo esta afectara a la industria del automóvil.

Los contrarios a Trump aseguraron que la suya era una campaña hecha a base de cortinas de humo pues en su programa electoral había muy pocas propuestas concretas. 

¿Qué piensa la industria nacional de la posición de Donald Trump ante los coches?

¿Tienen miedo a que las amenazas que el presidente de EEUU está lanzando contra quien fabrique en México les salpiqué?

La respuesta es: sí.

El diario El País ha hablado con varios representantes del sector y aunque sus respuestas han sido variadas todos coinciden en que en mayor o menor grado les preocupa la postura de Trump ante la industria automovilística.

Sernauto, la patronal de fabricantes de componentes de automoción habla de "inquietud", mientras que la Confederación Empresarial Vasca, Confebask, no tiene reparos en decir que lo que sienten es "preocupación".

La razón de este temor está en los obstáculos que Donald Trump parece quere poner al Tratado de Libre Comercio (NAFTA, por sus siglas en inglés).

Algunas de las empresas españolas dedicadas a la fabricación y venta de componentes en automoción tienen negocios en EEUU, en México o en ambas por lo que es normal que estén preocupados ante la posibilidad de que los altos aranceles que el presidente electo de EEUU quiere imponer a los artículos importados desde México pongan en peligro sus negocios.

Oskar Goitia, vicepresidente Confebask, apunta que actualmente hay vehículos ensamblados en México “con componentes fabricados en EE UU y viceversa”. Y cree que “revertir esta dinámica de negocio con medidas arancelarias al comercio, puede traer consecuencias no deseadas”. 

El resto de afectados se muestra más cauto y prefiere esperar a que se concreten las medidas anunciadas por Trump antes de valorar cuál será su incidencia en el mercado español.

Trump considera que el cambio climático es un mito

En lo que al cambio climático se refiere (que es lo más cercano a la industria automovilística que hemos encontrado en su programa) la postura de Donald Trump se resume en no hacer nada y poner trabas a quienes sí intentan hacerlo. Esta sería la lectura de las cuatro medidas propuestas por el ya presidente norteamericano:

Eliminar la Agencia de Protección del Medio Ambiente y sus regulaciones que dificultan el funcionamiento de las empresas

Fomentar la industria del petróleo

No promover el uso de energías verdes por su excesivo costo

- Promover la producción de energía nuclear

Todo lo contrario que su oponente en la carrera por llegar a la Casa Blanca, Hilary Clinton, que proponía reducir en un tercio el consumo de petróleo mediante el uso de autos y maquinarias energéticamente más eficientes y cortar los subsidios a la industria petrolera.

Si cierran la EPA, ¿qué pasará con el Dieselgate?

De las ideas que Donald Trump defenderá como presidente de EEUU en relación al cambio climático y, por extensión, a la industria automovilística, sólo hay una clara: el cierre de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, la EPA.

Sus siglas te sonarán familiares si te digo que son las mismas que destaparon el escándalo VW (ya sabes, que la compañía alemana llevaba tiempo falseando las emisiones contaminantes de algunos de sus coches lo que dió lugar al conocido Dieselgate) y las que, a día de hoy, siguen peleando por aclarar el asunto, que el grupo alemán repare los motores trucados y ningún otro fabricante esté tentado de hacer trampas similares.

La pregunta entonces es inevitable: si Donald Trump acaba con la EPA, ¿dará carpetazo al Dieselgate? ¿Quedará VW libre del pago de las indemnizaciones a las que se había comprometido para resarcir a los concesionarios estadounidenses?

Si hace tiempo anunciábamos que la EPA había declarado la guerra a todos los diésel en EEUU, ahora parece que los fabricantes podrán disfrutar de un alto el fuego

Los que no deben estar tan contentos son Elon Musk y los suyos. Donald Trump se ha mostrado contrario al desarrollo de energías alternativas porque dice que su coste es muy elevado a proporción de los beneficios que reportan. Y aunque el polémico presidente sólo ha atacado abiertamente a dos marcas (a Ford por llevar la producción de algunos de sus modelos a México y a Cadillac por el cambio de sede del torneo de golf PGA Tour) parece que a Tesla se le podría poner un poco cuesta arriba su camino para hacer del coche eléctrico el medio de movilidad del futuro en las carreteras americanas. 

Quizá ahora Musk decida pisar el acelerador a proyectos como la sede en España.

Tampoco ha dicho palabra, por ahora del coche autónoma, tecnología de la que su antecesor se había convertido en gran baluarte. EEUU tenía un plan para convertirse en líder del desarrollo de la conducción autónoma, habrá que esperar para ver si sigue adelante o se convierte en papel mojado.

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