Cupra Born, puntos fuertes y débiles de cara a una posible compra
El Cupra Born es el primer coche eléctrico de la marca española, un versátil compacto que deja claro su ADN deportivo en el apartado estético y tiene una autonomía notable. Ahora bien, ¿es oro todo lo que reluce? Estos son los puntos fuertes y débiles de cara a una posible compra del modelo español.
Uno de sus puntos fuertes es su imagen. Atrás quedaron los tiempos en los que se consideraba que los coches eléctricos tenían que ser feos o raros, pero incluso dentro de la nueva hornada de cero emisiones, el Cupra destaca por su estética (valga como ejemplo el hecho de que su primo, el Volkswagen ID.3, no es tan bien parecido).
El frontal es la parte más destacada, con unos faros incisivos y un paragolpes con una gran entrada de aire que transmite bastante deportividad. Aún siendo un modelo espacioso su perfil es bastante atlético y en la zaga detalles como el alerón y el difusor ayudan a recalcar esta sensación. Además, otros elementos como los diseños de llanta le hacen ganar puntos.
Otro aspecto destacado es el interior, que en lo tecnológico está al nivel esperable, pero destaca sobre todo por ser bastante espacioso, tanto en las plazas delanteras como en las traseras.
Y el tercero es su rendimiento mecánico. Equipa un sistema de propulsión de tracción delantera que desarrolla una potencia de 204 CV (150 kW), cifra equilibrada que permite tener una rápida respuesta cuando se necesita (acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos) pero también circular con mesura de manera eficiente.
Además, monta una batería de 58 kWh que le da una autonomía de 425 kilómetros. Dista de los mayores rangos del mercado, pero aún así es suficiente para plantearse viajes de media distancia, además de que cumple con creces con las necesidades diarias de cualquier conductor promedio.
El primer punto débil del modelo está en su precio. No es que esté por encima de lo que marca el mercado, pero la realidad es que a día de hoy los coches eléctricos siguen siendo demasiado caros.
Hablamos de un versátil compacto que puede actuar como coche único del hogar, pero que al ser de batería presenta las limitaciones de rango de acción características de su estirpe. Y cuesta 40.100 euros, una cantidad elevada que no todo el mundo se puede permitir.
El segundo contra ante una posible compra, por suerte, es temporal, y es que hasta el mes de noviembre no se empezarán a vender las versiones más potentes y de mayor autonomía del modelo, por lo que actualmente su gama es demasiado limitada.
Eso sí, dentro de menos de un mes este pero se eliminará, pues llegará el e Boost de 231 CV, que se puede combinar con una batería de 58 kWh para conseguir una autonomía de 420 kilómetros o con una de 77 kWh con la que llega hasta 549 kilómetros de alcance.
Eso sí, como es lógico, ambas serán incluso más caras que la básica, implicando desembolsar 41.190 y 45.620 euros, respectivamente.
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