Bosch invierte en estas tres tecnologías porque son el futuro

Bosch ha celebrado hoy su conferencia de prensa anual. La compañía presenta el balance económico de 2020; un año que, a pesar de las dificultades, ha terminado con un saldo menos negativo de lo esperado. Como proveedor mundial de tecnología y servicios, el año pasado vio descender su volumen de ventas un 9,5 % hasta un valor de 2.200 millones de euros.

España es uno de los mercados más relevantes para Bosch en Europa. “En marzo de 2020, nuestro negocio en el país se vio gravemente afectado por la pandemia de coronavirus y los confinamientos asociados, si bien se recuperó especialmente durante la segunda mitad del año. España sigue siendo uno de los principales mercados de Bosch en Europa”, ha explicado Javier González Pareja, presidente del Grupo Bosch para España y Portugal. 

Soluciones de movilidad de Bosch

El área empresarial Mobility Solutions de Bosch ha experimentado un comportamiento mejor que el del mercado. Mientras las ventas de automóviles en España cayeron un 20 % en 2020, las del área de movilidad de Bosch solo lo ha hecho un 10 %. Tres han sido las áreas de negocio que han registrado el mejor comportamiento:

• Los productos relacionados con la conectividad y la digitalización de los vehículos.
• Los  proyectos para vehículos eléctricos e híbridos en los que Bosch suministra componentes tales como motores, inversores, cargadores y otros componentes electrónicos
• Otro punto a destacar es el enorme crecimiento que han experimentado los componentes para bicicletas eléctricas en el mercado español, cuyas ventas casi se duplicaron respecto al año anterior

"Las ventas de la división Automotive Aftermarket también se comportaron mejor que el mercado, lo que le permitió a la compañía ganar cuota de mercado, principalmente en productos de mantenimiento como, por ejemplo, las baterías", explican desde Bosch.

Apuesta por la electrificación, el hidrógeno...

La electromovilidad se está consolidando como el negocio principal de Bosch. La compañía está firmemente comprometida en la lucha contra el cambio climático y reparte sus esfuerzos en todos los avances que puedan permitir hacer de la automoción una forma de transporte sostenible.

Sin perder de vista el desarrollo de combustibles sostenibles, la compañía apuesta fuerte por los coches eléctricos, pero también por los de pila de combustible. Bosch está realizando importantes inversiones anticipadas en movilidad eléctrica: otros 700 millones de euros este año, alcanzando ya los cinco mil millones de euros acumulados. Su objetivo es  multiplicar por cinco las ventas anuales en este campo, hasta ingresar unos cinco mil millones de euros para 2025.

Bosch también está desarrollando soluciones de pilas de combustible móviles y estacionarias. De 2021 a 2024, Bosch prevé invertir mil millones de euros en esta tecnología.

... y los combustibles fósiles

“En la acción climática lo que cuenta no es el final del motor de combustión interna, sino el final de los combustibles fósiles", explican desde Bosch. "Mientras que la electromovilidad y la energía de carga ecológica consiguen que el transporte por carretera sea neutro en carbono, lo mismo hacen los combustibles renovables", apuntan.

De puertas para adentro, la compañía también aboga por la sostenibilidad. En la primavera de 2020, alcanzó la neutralidad climática en sus más de 400 localizaciones en todo el mundo. Para ello, la compañía se ha basado en cuatro ejes principales: incrementar la eficiencia energética, aumentar la proporción de energías renovables en su suministro de energía, comprar más energía verde y compensar las inevitables emisiones de carbono. En 2021, Bosch continuará invirtiendo en soluciones más eficientes para las localizaciones españolas. Así, por ejemplo, actuará en la sustitución de la iluminación por tecnología led y llevará a cabo planes de mayor eficiencia en calefacción, invirtiendo en ambos proyectos aproximadamente un millón y medio de euros.

Bosch también tiene como objetivo disminuir las emisiones de CO2 a lo largo de toda su cadena de valor -desde los proveedores hasta los clientes- en un 15 por ciento para 2030, desde su nivel de 2018. Esto supondrá una reducción de 67 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.