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Por esto se forma un atasco cuando caen cuatro gotas

Por esto se forma un atasco cuando caen cuatro gotas
El atasco que vivió la ciudad de Madrid durante la jornada de ayer fue, para muchos conductores, casi apocalíptico. En algunos casos, los atascos provocaron retrasos de más de cinco horas, cifras que no se recordaban en la capital. ¿Por qué pasó? ¿Se puede evitar? El caso de ayer es excepcional y se puede considerar 'la tormenta perfecta' de los atascos.

El atasco de Madrid en la jornada de ayer fue para recordar...¡o mejor dicho, para olvidar! Al menos para los miles de conductores que se vieron atrapados en las vías 'rápidas' de la capital en lo que ya se considera un atasco histórico. ¿Por qué paso? ¿Cuáles fueron sus principales causas? En los telediarios veíamos muchos comentarios de la gente afirmando que 'algo anormal' tenía que haber pasado para que se produjese un colapso circulatorio de tal magnitud y que las autoridades no informaban de lo que estaba pasando. Los políticos se tiraban los trastos los unos a los otros, como de costumbre. Pero no amigos, lo que pasó ayer se puede considerar como 'la tormenta perfecta' de los atascos, muchos elementos extraordinarios se juntaron en un mismo momento, provocando el más absoluto caos.

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El primero de estos motivos es el más importante, sin lugar a dudas. Muchas opiniones afirman que la gente, al menos en Madrid, no sabe conducir con lluvia. Esto no es del todo cierto. Lo que está claro es que Madrid y sus habitantes no están acostumbrados a este fenómeno meteorológico. En la capital llueve 95 de los 365 días del año, la mayoría de ellos concentrados en primavera y otoño. El hecho de no estar acostumbrados a circular con agua sobre el asfalto provoca que la gente sea mucho más prudente, incluso cuando las cantidades de precipitación harían reir a más de un gallego. Tanto es así, que el RACE calcula que la velocidad se reduce entre un 10 y un 20 por ciento en estas situaciones. 

Este cambio en la velocidad del tráfico afecta y mucho en la creación de atascos. Con lluvia, se produce un descenso del 12,5% del número de vehículos por carril en una hora, por lo que la fluidez del tráfico se resiente notablemente. Si en hora punta, el tráfico es ya muy denso, te puedes imaginar lo que pasa cuando la lluvia hace acto de presencia justo cuando miles de trabajadores comienzan su jornada laboral. ¡Atascazo monumental! Pero lo de ayer tuvo todavía más causas extraordinarias. Una de ellas fue que se trataba de lunes y primero de mes, por lo que el tráfico todavía aumentó algo más. Otra fue la serie de accidentes y averías que tuvieron lugar en distintos puntos de la M30, ¡hasta 16 distintas! Madrid no pudo soportar todas estas circunstancias y el atasco fue de proporciones bíblicas. ¿Cómo evitar los atascos? Es difícil dar una solución concreta, lo más sencillo es evitar, en la medida de lo posible, coger el vehículo privado en días de lluvia y, si finalmente no tenemos opción, buscar rutas alternativas. Si ninguna de estas soluciones te sirve, paciencia amigo, ¡mucha paciencia!

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