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Análisis comparativo: ¿son los dientes de dragón más efectivos que otros métodos de reducción de velocidad?

dientes de dragón, la nueva señal de la DGT

Desde 2021, la DGT está probando los dientes de dragón, una nueva marca vial para reducir la velocidad. Pero, ¿son más efectivos que otros métodos?

Cuando circulamos por una travesía y nos aproximamos a un núcleo urbano, a una rotonda o a una zona con riesgo de atropellos dentro de una ciudad, es habitual encontrarnos con badenes, resaltos, guardias tumbados, etc. para reducir la velocidad. Ahora hay una nueva señal, los dientes de dragón, pero ¿son más efectivos que otros métodos de reducción de velocidad?

Es una pregunta muy pertinente a la que vamos a intentar dar una respuesta. En efecto, la DGT utiliza diferentes métodos para ‘invitar’ a los conductores a levantar el pedal del acelerador cuando se aproximan a tramos y puntos especiales donde hay mayor riesgo de atropello o de accidente como los que hemos señalado al principio.

Los más conocidos son los badenes, guardias tumbados y resaltos, cuyo uso está regulado por la orden FOM/3053/2008, aprobada por el Ministerio de Fomento en 2008. 

 

Estos dispositivos deben lograr su objetivo, es decir, reducir la velocidad, sin riesgos añadidos y sin afectar con posibles daños tanto a los coches como a los ocupantes que viajan en ellos. 

No obstante, siempre han existido dudas sobre estos sistemas y desde conductores y asociaciones de automovilistas, en general, han denunciado desde hace tiempo la existencia de badenes ilegales. De todas formas, lo que queremos analizar aquí es si los nuevos dientes de dragón son más efectivos que otros métodos de reducción de la velocidad.

¿Qué son los dientes de dragón?

En primer lugar, hay que explicar qué son los dientes de dragón, una denominación curiosa para una señal de tráfico. Lo primero que hay que subrayar es que esta señal no es tanto una prohibición o recomendación, sino una advertencia. 

Apareció por primera vez en septiembre de 2021, entre los kilómetros 293,652 y 294,356 de la N-122, a la altura de la localidad burgalesa de Nava Roa, y consiste en una serie de triángulos puestos en horizontal en los márgenes de los carriles, pintados sobre el pavimento. 

Esta forma recuerda a los dientes de un dragón, de ahí que la DGT haya bautizado esta señal con ese nombre, y provoca un efecto visual que hace que la carretera parezca más estrecha de lo que es en realidad y provoca que los conductores aminoren la marcha. 

Esta señalización tiene una longitud de 30 metros y se sitúa antes de un tramo conflictivo por el que el conductor debe rodar a una velocidad menor y con mayor cautela.

¿Son los dientes de dragón más efectivos que otros métodos de reducción de velocidad?

Badenes

Por el momento, los dientes de dragón son un proyecto en fase de prueba y, dependiendo de la respuesta de los conductores, la DGT podría incorporar la nueva señal a la normativa de marcas viales.

Y es bastante probable que así sea, ya que los dientes de dragón pueden ser más efectivos que otros métodos a la hora de reducir la velocidad, como los mencionados badenes o guardias tumbados.

En primer lugar, porque la presencia de un badén o guardia tumbado hace que un conductor reduzca la velocidad cuando se aproxima al obstáculo, pero, una vez superado, puede volver a pisar el acelerador. Por tanto, no es una garantía de que respete le límite de velocidad de la vía.

En cambio, los dientes de dragón sí hacen que un conductor vaya más lento, precisamente, por el efecto óptico que provocan las formas de las marcas viajes, que crea la sensación de ir más rápido. 

Además, los coches se resienten cuando pasan por un badén o guardia tumbado, especialmente, las suspensiones, más aún cuando se trata de un badén muy pronunciado. Con los dientes de dragón esto no ocurre.

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