Los 3 problemas más frecuentes para instalar un cargador de coche eléctrico en casa

El punto de recarga de un coche eléctrico se hace tan necesario como tener una gasolinera cerca para un coche con motor de explosión. Pero, los “wallbox” tienen sus propios problemas, inconvenientes en la recarga que pueden dejar a sus usuarios sin poder disfrutar de sus vehículos eléctricos. El sueño de una movilidad silenciosa, eficiente y libre de emisiones nocivas para la salud y el medioambiente está lleno de retos aún por resolver.

La verdadera clave del uso del coche eléctrico pasa por la recarga doméstica, es decir, cuando el usuario llega a su garaje y estaciona su vehículo eléctrico hasta el día siguiente.

• El coste de instalar un punto de carga individual, en una plaza de garaje comunitario o privada, puede oscilar entre los 1.000 y 2.000 euros de media, dependiendo del tipo de cargador, los metros de instalación, sección de cable y la obra propiamente dicha.

En la mayoría de los casos la instalación se realiza desde el contador o cuadro de automáticos de la vivienda

• Muchos cargadores de coche eléctrico dependen para funcionar correctamente de su app específica, y como todos sabemos, la tecnología móvil no es infalible y te puede dejar tirado como se quede sin cobertura de datos o batería. La carga programada, para aprovechar la tarifa más económica, a veces no funciona como debería. Tener que hacerlo de manera manual es un mal menor, pero a veces necesario.

• La mayoría de problemas se centran en la diferencia de tensión entre neutro y tierra, debido a la instalación, a otros consumidores existentes y en la calidad de los valores de tierra.

El parque móvil de vehículos eléctricos en nuestro país está creciendo de manera exponencial. Son pocos los puntos de recarga en la vía pública y se hace necesario incrementar los centros de repostaje en autopistas para facilitar los desplazamientos de larga distancia.