Logo Autobild.es

Hyundai Veloster contra Renault Megane Coupé

Con sus carrocerías coupé buscan atraer a un público joven. El Hyundai Veloster es el más llamativo, pero la pregunta es si este argumento es suficiente para derrotar a su rival francés: el Renault Mégane Coupé. No va a ser fácil...

Motorizaciones comparadas:

Hace ya casi un año vi por primera vez el Hyundai Veloster en vivo. Fue en el Salón de Detroit y el caso es que eso de que tuviera dos puertas a un lado y una a otro a mí me pareció una extravagancia impropia de un coche de serie. "¿Será un ejercicio de diseño para llamar la atención? ¿Realmente saldrá a producción con esta configuración?", pensaba yo. Así ha sido y, hoy, lo enfrentamos a otro modelo de su segmento, el superventas Mégane.

Con su diseño, (vídeo Hyundai Veloster) deja claro que tiene aspiraciones deportivas (trazos musculosos, medidas exteriores de puro coupé), pero por otra quiere demostrar que no se olvida de la practicidad. Y es que esa puerta extra en el lateral derecho se convierte en tu gran aliada a la hora de acceder a la fila trasera de asientos. Que le pregunten al propietario de un modelo de tres puertas cuántas veces se las ha visto y deseado para poner una silla de bebé, rescatar objetos o, simplemente, acomodar a alguien en esta parte. 

El punto de inicio es bueno, pero como los partidos se resuelven en el campo… ¡que empiece el juego entre estos dos rivales! El contrincante del recién llegado en este caso habla francés y se llama Renault Mégane Coupé, un modelo que también deja claro que la deportividad le importa, y mucho. Comparado con el de cinco puertas, este tiene una imagen mucho más dinámica porque está enfocado a otro tipo de cliente. ¿Quizá esto le haya hecho descuidar el apartado de practicidad y versatilidad?

Lo primero que quiero comprobar es cuál de los dos es más amplio y cómodo en su interior. Tras subirme en ellos me doy cuenta de que el Renault Mégane Coupé es más grande en ambas filas de asientos, con mayor anchura y altura disponibles. Además, la parte trasera está homologada para tres pasajeros (en el Veloster solo pueden viajar dos) y el maletero es más grande, que no más cómodo, porque el plano de carga se sitúa muy alto. Por otra parte, el francés tiene un sistema de plegado de los asientos posteriores que deja una superficie más uniforme que en el coreano, lo que facilita la carga de equipaje de grandes dimensiones. ¿Conclusión en este apartado? Bien por el Hyundai Veloster por la comodidad que plantea su puerta extra, pero mejor por el Renault Mégane Coupé, que compensa esto con una mayor habitabilidad. Los pasajeros van más contentos, la compra cabe mejor... Y al final esto puede ser más importante en el día a día.

Otra cosa es hablar de presentación y calidad, porque aquí sí puede haber un empate técnico. Evidentemente, los diseños son diferentes y si en el francés me encuentro con una consola sobria, el coreano me recibe con  otra más galáctica. Así sucede con todo. El Hyundai Veloster es, por decirlo de alguna manera, más rebuscado en sus trazos. Pero tengo que decir que si de calidad de materiales se trata, ambos dejan el pabellón bien alto. Que en el Renault sea así no creo que le sorprenda a nadie, y sobre el Hyundai, tengo que decir que ya es una constante en todos los modelos de la gama. 

Y como para moverse hace falta un motor, empiezo por ahí. Bajo el capó del Hyundai Veloster me encuentro con un gasolina 1.6 atmosférico de 140 CV que, la verdad, tiene una capacidad de aceleración algo mejor de lo que esperaba. Aunque en la zona baja del cuentavueltas da poco de sí, a medio régimen es muy utilizable y, más arriba, ya está a tope. Pero intentar vencer a un motor turbo de similar potencia no es tarea fácil. Y lo cierto es que el Tce de 130 CV del Renault Mégane Coupé, a pesar de su menor cilindrada (1,4 litros) y potencia, es más prestacional y eficiente. Si te fijas en la tabla de mediciones, verás que hacen un 0-100 km/h parecido, sin embargo a la hora de hablar de recuperaciones el Mégane es claramente superior. Y lo mismo sucede con el consumo, que es más bajo en el del rombo. 

En cuanto al chasis, el Hyundai Veloster es cómodo y transmite buenas sensaciones a ritmo suave. Cuando le exiges, tanto la suspensión como la dirección sacan a relucir un tacto artificial que no convence. La puesta a punto del Renault Mégane Coupé es más precisa, más fina. Es un coche que, aunque no lo puedo calificar de deportivo, sí es cierto que mantiene la compostura con un comportamiento dinámico más sano y aplomado en toda circunstancia. Y así llego al tema precio/equipamiento. Tomando como referencia los acabados básicos, el francés no solo es más barato, sino que incluye climatizador, control de crucero o sensores de lluvia y luces. Nada de esto lo tiene el Hyundai. Para equiparar, hay que subir un peldaño en acabados y esto crea una distancia de 3.690 euros entre los dos compactos.  

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Autobild España.