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Comparativa: Mini Countryman Cooper S/Nissan Juke Nismo RS

El Mini Countryman ha dejado de ser "mini". Ahora es espacioso para toda la familia, y confortable como los coches grandes. La pregunta es: ¿Cuánto de deportivo mantiene la variante Cooper S? En esta Comparativa del Mini Countryman Cooper S contra el Nissan Juke Nismo RS, te damos la respuesta.

Motorizaciones comparadas:

No te dejes llevar por las apariencias: 4,30 metros de largo, más de 1,6 toneladas, tracción integral, cambio automático de ocho velocidades y espacio para toda la familia. Pues sí: hablamos del nuevo Mini Cooper S Countryman All4, que de "mini", solo tiene el nombre. Y no, no es un coche burgués, sino que promete sensaciones deportivas. Lo enfrentamos a un duro rival. Comparativa: Mini Countryman Cooper S/Nissan Juke Nismo RS.

Este Mini llega con 192 CV, y el Nissan Juke Nismo RS, como tope indiscutible de gama, con su motor 1.6 DIG. Pesa 170 kilos menos que su rival, es 170 kilos más ligero y aun así rinde 22 CV. Está reñida la cosa, ¿no crees?Para muchos, la estética es la razón de compra número uno. Y lo cierto es que el nuevo Mini, frente al Nissan, se ve hasta conservador. Y es que su imagen retro que rompió moldes en 2001, no ha variado tanto en sus líneas maestras en este tiempo. Pero es que además, el Nissan Juke añade en su variante Nismo un kit deportivo para la carrocería que lo convierte en un auténtico giracuellos. Si no quieres llamar la atención, este no es tu coche. 

Así se comporta el nuevo Countryman fuera del asfalto:

Pero el Mini sorprende por dentro. Concretamente, en las plazas traseras. ¡Hay espacio de sobra en todas las direcciones! Y es que este SUV es, por primera vez en la marca, perfectamente utilizable para una familia completa en el día a día. Y ofrece un plus: papi o mami podrán sentir un subidón de adrenalina por carreteras de curvas en sus escapadas de fin de semana. En eso, sí que sigue siendo un Mini con todas las letras. Y es algo que uno percibe ya desde que se sienta en el puesto de conducción: los asientos deportivos de serie agarran el cuerpo y se adaptan como un guante.

Pero arranquemos primero el Juke Nismo para empezar a vivir sensaciones. Llego a una carretera vacía, piso el acelerador a tabla, el motor se revuelve, ensordecedor, el cambio CVT sin fases se pone a insertar como si no hubiera un mañana. El empuje es tal, que por un momento temo alcanzar la línea del horizonte. Por resumirlo: al tiempo que me incrusto en el respaldo, tengo la sensación de que estoy en una pista de despegue y me voy a elevar en cualquier momento. Hemos medido la misma aceleración en los dos (7,3 s.), pero el Nissan lo hace todo más aparatoso, más ruidos, más... Deportivo. Y se siente más ágil en las manos que su rival, por mucho que tenga una carrocería elevada. 

Llego a la primera zona de curvas. El Nissan Nismo RS gira enérgico y la dirección me permite marcar los ángulos con precisión y la rapidez de reacciones que exige un coche como este. El reparto variable de par (Torque Vectoring) logra que este pequeño SUV de corta batalla pase por las curvas con una estabilidad pasmosa. Para que te hagas una idea: en la prueba de conos, incluso es más rápido que su rival. 

El Mini, más confortable

Ojo, que el Mini tiene sus puntos fuerte: frena mejor y antes que el Nissan, y su cambio automático de ocho velocidades provisto por la firma Aisin es un prodigio. Reacciona con sorprendente prontitud a los golpes de pedal del gas, y siempre marca la relación idónea para cada situación. A su lado, el CVT del Nissan hasta parece un poco perezoso (aunque no lo sea), especialmente a partir de 160 km/h (los hemos probado también por autovías alemanas).

Además, en el Mini uno siente que va en un coche mas espacioso, moderno y sofisticado. Filtra mejor los baches, su carrocería no sabe de torsiones y, sobre todo en acabados, el puesto de conducción está a un mundo de distancia del Nissan. Y es que el cockpit del Juke delata que es siete años mayor que su rival. Un ejemplo: los gráficos de la pantalla recuerdan a un videojuego de los años 90. 

Conclusión

Por tanto, si nos ceñimos a los fríos puntos, el Juke no tiene nada que hacer frente al Mini. Pero en favor del Nismo RS hay que decir que nunca nadie ha fabricado antes, en el segmento de los SUV pequeños, un coche con semejante carácter. Y es que hablamos de 214 CV de pura y adrenalítica diversión. 

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