La increíble historia del Jeep Cherokee

El Jeep Cherokee es uno de los modelos más icónicos de la marca estadounidense. Nacido en 1974, cuenta con casi medio siglo de historia a sus espaldas, tiempo de sobra para evolucionar en todas sus facetas y acumular casi cuatro millones de unidades vendidas. Su nombre, tomado de la conocida tribu de indios de América del Norte, ha supuesto en los últimos tiempos un quebradero de cabeza.

Los comienzos

La base del modelo fue la del popular Wagoneer, pero transformado con una altura libre al suelo mayor, con carrocería de tres puertas y enfocado a un público más joven que buscase un vehículo práctico y con capacidad off-road, algo que otorgaba el sistema Quadra-Trac. Ya estaban presente en él rasgos con su característica parrilla y a lo largo de los años se amplió la gama con la versión de cuatro puertas y con la incorporación de un mayor número de motores (hasta un bloque 6.6, el de mayor cilindrada de la historia de Jeep). Hay que señalar que fue el primer modelo que utilizó la denominación SUV.

En 1984 llegó la segunda generación, que ya llevaba más de un lustro en desarrollo. Tenía un diseño muy anguloso y reducía considerablemente tanto sus dimensiones como su peso (media tonelada menos). Era evidente su enfoque en la carretera, como indica el lanzamiento de la primera versión 4x2 del Cherokee, pero no dejó de lado su capacidad off-road gracias a unas buenas cotas todoterreno (altura libre y ángulos). Su gama mecánica bajo de cilindrada (el tope fue un 4.0) y se diversificó con la llegada de bloques diésel, uno de ellos de origen Renault.

El cambio de milenio

Con la entrada de los 2000, en 2002 apreció la tercera generación del modelo, bajo el nombre Liberty para evitar confusiones con el Grand Cherokee y con un diseño musculoso pero mucho más redondeado. De nuevo su gama ofrecía un motor diésel, pero el protagonismo seguía siendo de los gasolina (un V6 de 3,7 litros era el tope de gama). Ofrecía dos sistemas de tracción integral, el Command-Trac permanente y el Select-Trac.

Fue una generación muy corta que en 2007 vio llegar su relevo, todavía bajo el nombre de Liberty en EE.UU. y Canadá, pero con su denominación original en el resto de mercados. Su estética era incluso más robusta que la de su predecesor, destacando sobre todo los prominentes paragolpes y los ensanchados pasos de rueda. Su gama mecánica fue de las más limitadas, con un diésel de 2,8 litros y dos gasolina de 3,6 y 3,7.

Una cara peculiar

En 2014 llegó la quinta generación del Jeep Cherokee, que supuso un cambio radical desde el punto de vista visual. Adoptó su estética a la corriente SUV imperante, suavizando sus formas, pero fue su “cara” lo que generó más polémica: las sete franjas de la parrilla estaban insertadas de manera individual en la carrocería y creaban un conjunto peculiar con los finos grupos ópticos. No tardaron en llegar las críticas, como tampoco el remozado para llegar al punto actual, con un conjunto más agraciado y convencional. Sigue siendo un modelo con capacidad para salir fuera de pista y es el primero en ofrecer un sistema de tracción integral con desconexión del eje trasero.

Problemas con su nombre

El episodio más reciente de la historia del Jeep Cherokee tiene como punto central la polémica por su nombre. En febrero de 2021 la Cherokee Nation presionó al fabricante para que dejara de utilizar su nombre. Chuck Hoskin Jr, Jefe Principal de la Cherokee Nation, declaró: “Estoy seguro de que esto proviene de un punto que tiene buenas intenciones, pero no nos honra ver nuestro nombre pegado en el costado de un coche. La mejor manera de honrarnos es aprender sobre nuestro gobierno soberano, nuestro papel en este país, nuestra historia, cultura e idioma y tener un diálogo significativo con tribus reconocidas a nivel federal sobre la idoneidad cultural”.