De patrulla con el Seprona

Siempre había pensado que el Seprona era una división de la Guardia Civil que se dedicaba a pasear tranquilamente por el monte con sus vehículos todoterreno y si pillaban a alguien in fraganti circulando irregularmente por el campo, lo multaban y listo. Pero, aun así, me quedaba una duda. ¿Realmente sólo se dedican a eso?

Para resolver este enigma, me puse en contacto con uno de los servicios del Seprona, el que está en la Comandancia de la Guardia Civil en Tres Cantos (Madrid).

¿Ponen multas a los todoterrenos que encuentran en el monte sin permisos de acceso? “Nosotros no multamos. Redactamos un informe sobre la infracción y la Comunidad de Madrid, según sea la infracción que se haya cometido, emite una sanción administrativa”, me argumenta el alférez Azabal, mi guía durante el resto del día. Además, su compañero de patrulla, Luis Duarte, comenta que las sanciones a todoterrenos son las menos habituales y que ellos no se dedican a perseguir a los 4x4 por el monte: “Si alguien se da a la fuga, sólo hace falta esperarle en las posibles salidas que existan. No tiene escapatoria. Es casi imposible que un todoterreno desaparezca y se salte uno de nuestros controles”.

El Seprona va más allá, y su cometido queda claro en el artículo 12 de la Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: "Velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, de los recursos hidráulicos, así como de la riqueza cinegética, piscícola, forestal y de cualquier otra índole relacionada con la Naturaleza".

Ahora que sé lo que realmente hace este cuerpo especial de la Guardia Civil, el alférez Azabal me cuenta que una de sus labores más importantes es controlar los niveles de contaminación de todo tipo (acústica, atmosférica, hidráulica o terrestre) que se suele producir por vertidos o circulación ilegal. Ellos son los encargados de recopilar las muestras necesarias y enviarlas al laboratorio.

Además, el Seprona se preocupa de regular los posibles problemas que surjan con animales, ya sea por caza furtiva, ataque o abandono de especies exóticas. De todas las anécdotas que me contó el alférez Azabal, la que más impacto mediático tuvo fue la leyenda del cocodrilo del embalse de Valmayor del que, tras ser investigado, no se encontró rastro alguno. “Animales de este tipo suelen morir rápidamente porque se encuentran fuera de su hábitat”, asevera.

También realizan investigaciones al estilo CSI en el capítulo de los incendios: acompañados de su maletín de recogida de muestras, tratan de determinar cómo se produjo y los posibles responsables.

Los cometidos son muchos y el radio de acción extenso, por lo que sólo falta saber con qué equipo cuenta esta división de la Guardia Civil. El Seprona es una pieza integrante más del puzzle que compone las divisiones de la Benemérita. Para el trabajo diario, la unidad que me llevó de patrulla contaba con cuatro motos de campo y cuatro vehículos todoterreno (concretamente, unos Nissan X-Trail). Si en alguna situación concreta necesitan más recursos, una llamada telefónica les permite contar con el material y los efectivos necesarios para desempeñar su labor: el helicóptero, una lancha o personal humano. Así es, en realidad, una patrulla del Seprona.