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Aquaplaning: así tienes que reaccionar

Se acerca la época de tormentas y aguaceros, y tras ellos es posible que tengas que enfrentarte a grandes charcos sobre la calzada. ¿Quieres saber cómo reaccionar ante un posible aquaplaning? Aquí te lo contamos...

La lluvia es una bendición, no cabe duda, pero también es cierto que nunca llueve a gusto de todos. Mientras los agricultores aplauden con regocijo los días de generosas precipitaciones, los conductores tenemos que agudizar nuestros sentidos para reaccionar correctamente ante una de las situaciones más peligrosas que se pueden dar cuando cae un buen chaparrón: el aquaplaning. Y es que la velocidad y el agua no se llevan nada bien.

Cuando un neumático no puede desalojar todo el agua que hay sobre la carretera, lo que sucede es que el coche deja de tener contacto con el asfalto. Literalmente flota, lo que conlleva una evidente situación de peligro. Así que, apúntate el primer consejo que tienes que hacer para evitar un aquaplaning: llevar los neumáticos con una buena profundidad en el dibujo.

¿El segundo? La anticipación. Si ves que te acercas a un gran charco, reduce todo lo que puedas la velocidad sin comprometer la estabilidad del coche y pon en marcha los limpias. Ten en cuenta que a mayor velocidad, menos tiempo va a tener el neumático para evacuar todo el agua, con lo cual favorecemos la pérdida de 'grip'.

Cuidado con la dirección

Si la balsa de agua te la encuentras en una recta, solventarlo te va a resultar más sencillo: no tienes que actuar sobre la dirección, así que solo tienes que preocuparte de perder velocidad y dejar el charco atrás para volver a tener adherencia en las ruedas.

En este punto tengo que darte un consejo importante: cuando un coche pierde el contacto con el asfalto por exceso de agua, la dirección se vuelve excesivamente sensible y puede que, sin darte cuenta, gires un poco la dirección. Atento entonces, porque lo peligroso entonces no es tanto el tiempo que estás sobre la balsa de agua con la dirección girada (el coche va a seguir recto). Lo peor viene después.

Me explico: en cuanto las ruedas delanteras salgan del charco y recuperen la adherencia, al estar giradas van a provocar un cambio repentino de la estabilidad del coche. Con el tren trasero todavía sobre el charco, esta situación va a provocar un sobreviraje que va exigir de toda tu pericia al volante, ya que debes reaccionar con rapidez y contrarrestar las inercias de la zaga. Lo que tienes que hacer es dirigir la dirección hacia el lado donde se está produciendo la derrapada. Si no lo haces te vas a ver en un problema aún mayor.

Si por el contrario el charco te lo encuentras en medio de una curva y vas a demasiada velocidad, corregirlo va a ser bastante más difícil. Bajar la velocidad lo más rápido posible hará que las ruedas tengan más tiempo para evacuar el agua y encuentren antes la adherencia, aunque como en el caso anterior, salir de la balsa de agua con las ruedas giradas te va a obligar a hacer manos para reaccionar al bandazo de la zaga.

En cualquier caso, lo importante ante un gran charco sobre la calzada es actuar con la máxima previsión posible: anticípate y reduce la velocidad para que las ruedas no pierdan adherencia y el contacto con el suelo.

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