Prueba: Volkswagen T-Cross
En AUTO BILD ya nos hemos puesto al volante del nuevo vástago alemán de fabricación española: el Volkswagen T-Cross. Concretamente, entre varios redactores, hemos conducido sus cuatro versiones: el un litro de tres cilindros con 95 CV y caja manual de cinco velocidades, una versión más potente del mismo motor con 115 CV y cambio de seis relaciones o DSG de siete, y un 1,6 litros TDI con cambio manual de cinco. Te presentamos las primeras pruebas del Volkswagen T-Cross.
Días después de esto, llego a Mallorca para la presentación internacional oficial, donde sólo puedo acceder al bloque 1.0 TSI 115 CV manual de 6 velocidades y al 1.6 TDI 95 CV manual de 5 marchas. Suficiente, por el momento, porque aunque hemos catado este coche por entregas, ahora podemos hacerle muchos más kilómetros y con un unidades definitivas y escenarios reales.
Concepto
Si te preguntas qué es lo que pretende VW con este lanzamiento, te voy a plantar aquí una foto que he hecho para que veas que con el T-Cross, quieren ofrecer al cliente el acceso a la gama SUV -que completa este coche-, con un producto divertido, 'cool', manejable, resultón, práctico y muy versátil.
Rodrigo Fersainz
Es un vehículo que está basado en la plataforma modular transversal MQB A0 y que en este caso define al Volkswagen T-Cross como un SUV urbano, un ¿'nicho'? el suyo del que se prevé el mayor crecimiento, en un mercado como el español -en el que el total de los SUV ya representa el 50%-.
Además del VW Polo, el T-Cross es el único Volkswagen que se fabrica en la planta española de Landaben, en Navarra. Dice la directora de la marca en nuestro país, Laura Ros, que la producción de este modelo en nuestro país ha sido fruto de una inversión de 5.000 millones de euros, lo que ha supuesto un aumento del 10% de la plantilla de trabajadores, para llegar a las 140.000 unidades previstas para 2019.
Nuevo coche, nuevo look
Ahora 'toca tocar'. Por fuera es muy molón, desde luego. Y al acceder a a todas las plazas, hasta una persona de 1,90 m como yo nota ciertas facilidades propias de un utilitario algo elevado y al que se le ha sacado mucho partido al espacio interior.
El habitáculo resulta muy cuidado y moderno. Denota calidad, gracias a sus materiales a los buenos ajustes... y a un diseño especialmente cuidado. En este aspecto, hay que destacar que VW ha decidido aceptar aquí su propio desafío de dejar a un lado su tradicional imagen de 'sobriedad' para crear un espacio tecnológico -esta virtud ya era también marca de la casa desde hace años- y, sobre todo, llamativo, 'fashion', 'cool'...
De hecho, dentro puedes elegir entre varias tonalidades por dentro (Negro, Naranja Energético y Jardín de Bambú) y entre 12 colores por fuera.
Volviendo al apartado práctico, es reseñable que el maletero pase de los 385 l a los 455 l en cuanto juegas con la configuración de los asientos. Lo máximo que puedes estirar su capacidad de carga es hasta los 1.281 litros.
Al volante
La sensación más armónica la transmite el Volkswagen gasolina de 115 CV con cambio de seis relaciones. Este motor tiene el suave ronroneo de sus tres cilindros (ya no es como los de antes), un empuje brioso y por las carreteras y núcleos urbanos de Palma no ha pasado de los 6,3 litros de consumo cada 100 kilómetros, según el ordenador de viaje. Y damos fe después de recorrer ahora zonas de montaña, autopistas...
Lo que más nos ha gustado es el cambio, muy preciso y bien distribuido, mientras que la caja de cinco de la versión de 95 CV tiene saltos de revoluciones demasiado grandes entre marchas. Y los recorridos del cambio son algo más largos. El diésel es la opción para los más ahorradores. Según el ordenador de abordo, no hemos pasado de los 5,1 litros cada 100 kilómetros.
VÍDEO: Volkswagen T-Cross, al detalle
Un diésel perezoso
Pero el motor se siente algo limitado, como sucede con muchos otros diésel que cumplen la Euro 6d-Temp. La respuesta al acelerador es algo perezosa. El comportamiento es típico de Volkswagen, un coche con una dirección precisa, que hace justo lo que quiere el conductor. Es tan equilibrado que incluso resulta algo aburrido.
También es muy armónico el ajuste de la suspensión y los amortiguadores. Las ruedas de 18 pulgadas opcionales son mucho más vistosas que las de 17 de serie, pero nosotros nos evitaríamos las más grandes, porque merman un poco la comodidad de un coche que con las ruedas de menor tamaño es realmente confortable.
Bien dotado
El T-Cross lleva de serie una pantalla de 6,5 pulgadas, una banqueta trasera deslizable en 14 centímetros, cuatro elevalunas eléctricos, luces posteriores de LED, Front Assist con función de frenada de emergencia en ciudad, asistente de carril y espejos exteriores eléctricos.
La unidad 'full equip' -acabado Sport- que probamos con la configuración que la marca prevé que será más exitosa 1.0 TSI 115 manual) llevaba numerosos asistentes a la conducción, como el sistema de vigilancia Front Assist (que incluye el sistema de detección de peatones y la función de frenada de emergencia en
ciudad); el sistema de aviso de salida del carril Lane Assist; el asistente de arranque en pendiente; la protección proactiva de los ocupantes; así como los asistentes de ángulo muerto y de salida del aparcamiento y el Control de Crucero Adaptativo (ACC) -de serie a partir del acabado Advance-.
En cuanto a conectividad, pudimos catar el ya conocido salpicadero digital VW Digital Cockpit (viene con el acabado Sport), así como la APP Volkswagen Connect, que "facilita la vida con el T-Cross, a modo de asistente personal para el vehículo. Conecta al conductor y al automóvil, y proporciona valiosa información sobre el estado del vehículo y las rutas seleccionadas, entre otras cosas. Además, el vehículo incorpora carga inductiva para smartphones y 4 puertos USB par los dispositivos", dicen desde la marca.
Acabados y precios
Dentro de ese afán por la tecnología y a personalización, el nuevo T-Cross ofrece tres acabados desde su lanzamiento, entre marzo y abril, para un precio de entrada de 19.000 euros (sin campañas ni descuentos):
- Pack Edition:
- Pack Advance: incluye el paquete Edition. Desde 20.600 euros, para el motor pequeño de gasolina (1.0 TSI 95 CV) con cambio manual de cinco marchas y por 21.300 euros con caja automática DSG de 7 velocidades.
- Pack Sport: incluye el Advance y tiene un sobreprecio de 1.900 euros, hasta poner este modelo, con motor 1.0 TSI 115 CV, en los 23.200 euros (caja manual de 6 velocidades) o 24.400 euros (cambio automático DSG de 7 velocidades).
El Volkswagen T-Rock diésel con motor 1.6 TDI de 95 CV y caja manual de 5 velocidades saldrá al mercado a lo largo de este año, pero aún está en periodo de homologación por el nuevo protocolo de emisiones WLTP. Ya nos han aventurado que sus precios rondarán los 21.800 euros (acabado Edition) y los 23.400 euros (Advance).
En resumen, el nuevo coche probado aquí, el Volkswagen T-Cross, es un utilitario con aires de todocamino que resulta de lo más interesante por su estética, motorizaciones, calidad/precio y por toda la tecnología y conectividad que ofrece. Es como llevar un coche ideal para la urbe pero algo más elevado, espacioso y versátil... Muchos argumentos para decidirse por un SUV de acceso en VW a este segmento con el justificar plenamente que uno quiere 'algo más' para moverse por la ciudad y hacer escapadas más lejos, aun cuando el asfalto no sea lo mejor de la ruta.
Valoración
En esta primera prueba del Volkswagen T-Cross, hemos testado varias motorizaciones y transmisiones, y el más equilibrado es, para nosotros, el gasolina de 115 CV.
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