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Prueba: Citroën Berlingo Electric

El Citroën Berlingo Electric es la nueva apuesta de la firma de los chevrones para cumplir un doble objetivo: apostar por la movilidad sostenible y ampliar la gama de su versátil modelo. Sin olvidar que se fabricará en España, en la planta de Vigo. La cuestión es, ¿realmente aguanta todo lo que necesita un Berlingo?

El Citroën Berlingo Electric se presenta con dos versiones: carrocería corta de 4,38 metros y larga de 4,63 metros y ya he probado la primera para saber hasta donde puede llegar. En teoría, mantiene las características del resto de la gama, con hasta 3,7 metros cúbicos y hasta 675 kilos de carga útil. En el interior del Citroën Berlingo Electric, descubro un habitáculo con tres plazas (también se puede elegir con solo dos asientos delanteros), así diseñado para lograr más versatilidad y capacidad de carga.

Como es normal, el silencio reina al arrancar su motor eléctrico, desarrollado en colaboración con Mitsubishi. Ofrece una potencia máxima de 67 CV y un par de 200 Nm, fuerza que se transmite a las ruedas delanteras. En marcha, la conducción es muy tranquila y su caja de cambios de una relación (que se maneja desde una ruleta situada en el salpicadero a la derecha del volante, apenas transmite resbalamiento. La sensación de fuerza al acelerar es considerable y el tacto de la dirección es muy parecido al del modelo térmico. El pedal de freno sí que tiene un tacto más esponjoso y hay que hacer un par de frenadas para aclimatarse.

Mientras conduzco el Berlingo eléctrico tengo al alcance varias informaciones prácticas, como información sobre conducción ecológica e indicaciones sobre consumo y estado de carga de la batería. Dispone de dos modos de recarga, a través de dos trampillas distintas. La carga normal, desde la red eléctrica convencional, se realiza por medio de una toma situada en la aleta delantera derecha. Dependiendo de la intensidad de la corriente, el tiempo de recarga total oscila entre 8,5 y 15 horas. En cuanto al modo de carga rápida permite recargar las baterías un 80% en 30 minutos. Se realiza desde una infraestructura de carga específica, con una corriente trifásica de 380 V, a una toma situada en la aleta trasera izquierda, justo en el punto donde está la tapa de carburante en las versiones térmicas.

Las modificaciones necesarias para alojar el sistema eléctrico se han resuelto tratando de afectar lo menos posible a la habitabilidad y, por ello, la batería se divide en dos partes. Así, además, el Berlingo eléctrico mantiene la superficie de carga completamente plana. Estas baterías cuentan con una capacidad total de 22,5 kWh y proporcionan una autonomía de 170 kilómetros. También cuenta con un sistema de recuperación de la energía de frenado, similar al del Citroën C-Zero y calefacción eléctrica con modo ecológico para limitar el consumo de electricidad. Además, dispone de ayuda al arranque en pendiente, función que se asocia al control de estabilidad ESP.

Un mes por 65 euros

En resumen, ¿cumple como el resto de la gama Citroën Berlingo? Pues si no tienes prisa y eres una amante del medioambiente, píénsalo, porque permite entrar en zonas restringidas donde pronto apenas podrán llegar coches. Desde el punto de vista económico, Citroën ha hecho un estudio según el cual (con tarifas de Endesa) si recorres 100 km diarios el gasto mensual sería de solo 65 euros. Comparado con los precios del gasóleo. Eso sí, el precio (con Plan PIVE5 y sin IVA) es de 23.900 euros.

Valoración

Nota8

El Citroën Berlingo Electric es la nueva apuesta de la firma de los chevrones para cumplir un doble objetivo: apostar por la movilidad sostenible y ampliar la gama

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