Prueba: Omoda 5, un nuevo coche chino que llega a España ¡y no es eléctrico!

El aluvión de nuevas fabricantes de coches chinos que llega a nuestro mercado es una realidad aplastante. En esta ocasión conocemos una nueva marca, Omoda, que no es que llegue a España después de años de tradición en China, sino que ha surgido de la nada a nivel global.

El modelo con el que se presentan al mundo es el Omoda 5, que ha nacido desde 0 también en el país asiático, donde lleva a la venta apenas unos meses. Pero no creas que han surgido por ciencia infusa,  porque pertenecen al gigante Chery Automobile, que vende sus propios modelos y es dueño también de otras marcas como Qoros y Jaecoo para su expansión más allá de China.

Omoda, por cierto, es un nombre que, según me explican, surge de la expresión de sorpresa ¡Oh! y de la palabra moda, así, tal cual, en español, pero no sólo para nuestro mercado, sino internacionalmente. Con esto quieren transmitir la sensación no sólo de estar a la moda, sino de modernidad.

Esto también explica que consideren a España como uno de sus mercados claves para su expansión internacional, porque aquí estamos más abiertos que en otros mercados a nuevos productos, a marcas desconocidas y, al mismo tiempo, somos exigentes, lo que les hará mejorar como marca. Algo que me aseguran, es su prioridad.

Así es el Omoda 5 por fuera

Este Omoda 5 que he probado es un SUV compacto que mide 4,4 metros, por tanto, debe rivalizar con modelos como el Hyundai Kona o el Toyota C-HR. 

Como ves en las imágenes, se caracteriza por una carrocería de aspecto moderno y con detalles estéticos totalmente innovadores que no conocemos de otros fabricantes. Me refiero a los 'diamantes' de la calandra o los acabados de color rojo que tiene en las llantas (de 18"), paragolpes, taloneras, retrovisores y alerón.

El tema del diseño es subjetivo, pero a mí me resulta atractivo. Eso sí, los faros me recuerdan a los de los nuevos Volvo y los pilotos a los de algunos modelos de Hyundai o Lexus.

En el portón verás que pone el nombre del modelo, 5, y en el lado derecho 290T, que es la cifra de par (Torque, en inglés) de su motor. La pintura bicolor, por cierto, es opcional y sólo para el acabado más alto de la gama.

Interior del Omoda 5

Dentro me encuentro materiales de aspecto noble y unos asientos deportivos con bordados que destilan bastante calidad. El salpicadero tiene un plástico ligeramente engomado en la parte alta y en las zonas menos visible (de la guantera hacia abajo) apuesta por plásticos más duros y de aspecto más barato, que presentan acabados no tan finos en las uniones entre piezas.

Pero es cierto que los ajustes no son malos, la consola central flotante (tiene un hueco amplio debajo para dejar objetos) se siente sólida y no tiene crujidos ni en marcha ni al tratar de moverla intencionadamente con las manos. 

Cuenta, además, con una pintura mate y unas terminaciones cobrizas que transmiten buena impresión. Y esto se repite en las puertas. Es un detalle que me ha gustado, la verdad.

La posición de conducción no es mala, pero no he terminado de sentarme justo como a mí me gusta y diría que es porque al volante, aunque es ajustable en altura y profundidad, le faltan algunos centímetros de reglaje.

En cuanto a la tecnología disponible, destacan las dos pantallas de 10,25", una para el cuadro de mandos y otra para el sistema multimedia. El manejo del equipo de infoentretenimiento (la interfaz me recuerda a la del los Volkswagen ID.) es bastante intuitivo, ya que, pese a ser totalmente nuevo para mí, he encontrado rápido lo que buscaba.

Me ha costado más hacerme al manejo de los mandos del volante, para moverme entre los menús del ordenador de viaje o modificar los parámetros de control de crucero, que es adaptativo y  funciona bastante bien. Aunque el tacto de estos mandos es durito, como en coches premium.

El asistente de voz (se activa diciendo "Hola Omoda" o la frase que tú mismo decidas configurar si no te gusta esa) entiende órdenes naturales, pero en mi caso no ha captado todas las indicaciones que le he dado, aunque en la marca aseguran que permiten incluso subir y bajar las ventanillas o abrir el portón. Lo que sí que es cierto es que va a prendiendo y familiarizándose poco a poco con tu voz.

En términos prácticos debo reconocer que ofrece una segunda fila de asientos razonablemente amplia  para tener una distancia entre ejes de 2.630 mm, aunque la plaza central es más estrecha y dura que el resto (al menos el túnel de transmisión apenas se eleva y no molesta).

El maletero tiene 360 litros de capacidad y hasta 1.075 con los asientos abatidos. Además, cuenta con doble fondo y formas muy regulares y aprovechables y ese es un buen punto a su favor. Lo mismo que el hecho de que cuente con rueda de repuesto (de tipo galleta) del mismo tamaño que el resto y no el poco práctico kit reparapinchazos.

Gama mecánica del Omoda 5

Por el momento sólo hay una versión mecánica disponible, aunque el año próximo sí que llegará una variante 100% eléctrica de la que toda vía no hay datos oficiales. 

Se pone a la venta por ahora con un motor turbo gasolina de 1,6 litros con 185 CV de potencia y 290 Nm de par. Estas cifras se traducen en un buen empuje, aunque tampoco es que sea un portento por sus prestaciones.

Declara una aceleración de 0 a 100 km/h de 7,8 segundos, pero no me ha parecido que su arrancada sea tan fulgurante como apunta esta cifra. Habrá que esperar a una prueba en profundidad para poder medirlo con nuestros propios aparatos.

Declara un gasto oficial de 7,5 l/100 km, que no es bajo para lo que se estila hoy en día. Pero lo bueno es que el dato es bastante real, porque en esta primera toma de contacto no he sido especialmente comedido con el pedal del acelerador y el ordenador de viaje ha arrojado un dato de 7,8 litros.

El cambio es de doble embrague, pero la verdad es que no es excesivamente rápido. Al menos, no tanto como los que he probado en otras marcas, no sólo alemanas, sino también coreanas.

Y un detalle que creo debería mejorar es el aislamiento, porque al acelerar a fondo noto que la insonorización no es del todo buena y el sonido del motor llega con demasiada nitidez al habitáculo.

Prueba dinámica del Omoda 5

La verdad es que tengo que reconocer que me siento un afortunado. Llevo 20 años probando coches y esta es (si no me equivoco) la primera vez en mi vida que pruebo un coche absolutamente nuevo de una marca totalmente nueva.

Podría decir que también soy de los primeros del mundo en hacerlo, pero seguramente en China haya pasado ya por miles de conductores, porque allí todo es a lo grande. ¿Será a lo grande como me lo he pasado haciendo esta prueba del Omoda 5?

La verdad es que no. Hay muchas cosas que me han gustado de este coche, pero diría que el apartado dinámico es en el que menos me convence. Pienso que le falta una configuración más europea. Me explico:

No es que vaya blando, porque hay fabricantes que priman el confort y ofrecen una suspensión muy suave. Tampoco es que vaya duro como un deportivo. Diría que la suspensión es más dura que blanda, pero le falta una mejor puesta a punto, desde mi punto de vista.

Digo esto, porque no balancea excesivamente, pero en las curvas se muestra subvirador, incluso si la velocidad de entrada al giro no es elevada.

Por otro lado, el guiado de la dirección es un tanto impreciso, no te ayuda a llevar el coche justo por donde quieres. En autopista es brusco y, en cambio en giros cerrados hay que mover demasiado el volante.

Para terminar, hay que decir que tiene tres modos de conducción: Normal, Sport y Economy. Ninguno actúa sobre la suspensión, que no es adaptativa, pero sí sobre la dirección y la respuesta del acelerador.

Precio y factores para decidir la compra del Omoda 5

El precio oficial para el mercado español del Omoda 5 todavía no se ha comunicado, ya que se pone a la venta a finales de este mes o inicios de 2024, pero sí que han confirmado que estará por debajo de los 30.000 euros en el caso de la versión Premium, que es la más equipada de las dos que habrá. Así que debemos suponer que el acabado Comfort rondará los 28.000 euros.

Y lo destacable es que ambas vienen bastante bien equipadas, tanto con elementos de confort, como sistemas de ayuda a la conducción. Entre ellos destaco el portón automático, luces LED, los asientos deportivos eléctricos y la conectividad y el cargador inalámbricos para el móvil.

Otro factor que les podría ayudar con las ventas es que hay posibilidades de que se acabe ensamblando en España, en lo que era la fábrica de Nissan en Barcelona. Algo que no está confirmado oficialmente, pero que los directivos de la marca han comentado que está sobre la mesa.

Tiene algunos aspectos mejorables, como te he ido contando y otros como un retrovisor interior que te devuelve una visión un tanto distorsionada, pero para ser una marca y un coche 100% nuevos la verdad es que sorprende. Y algo bueno es que reportan cada comentario al fabricante, que es muy rápido a la hora de realizar cambios, así que la mejora es constante.