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Prueba del Mitsubishi ASX 160 MPI de gasolina

Nacho de Haro

No todo iban a ser motor diésel y turbo. El Mitsubishi ASX 160 MPI de gasolina se presenta como una 'rara avis' dentro del segmento. ¿Será aceptado?

Aunque pocos conductores se planteen la compra de un SUV con motorización de gasolina, hay que reconocer que en función del uso que le des al vehículo puede resultar una opción interesante, especialmente por su ventajoso precio de adquisición en comparación con uno diésel. En el caso del Mitsubishi ASX 160 MPI de gasolina que pruebo, esa diferencia son 2.860 euros a favor del que nos ocupa, que a igualdad de equipamiento resulta considerablemente más asequible, tanto como para que sea una opción realista si estás mirando qué coche comprar y buscas un modelo de estas características.

Lo bueno de este Mitsubishi ASX de gasolina, además de su ventajoso precio, es que sobre el papel resulta más silencioso, más suave de reacciones y por lo tanto, más cómodo que su equivalente diésel. Su pequeño motor de cuatro cilindros en línea, a diferencia de lo que suele ser habitual hoy en día, no recurre a ningún sistema de sobrealimentación: es un propulsor atmosférico clásico, con todo lo que ello implica. Esto es, un par motor muy discreto (154 Nm) en comparación con las mecánicas turbo que además, llega muy arriba, cuando el cuentavueltas ha alcanzado las 4.000 revoluciones por minuto.

Al sentarme al volante del Mitsubishi ASX 160 MPI Kaiteki, arrancar y comenzar a rodar, tuve la sensación de que el motor era demasiado perezoso para lo que se destila hoy en día, pues la respuesta a bajas vueltas es pobre en comparación con el ASX diésel. Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de un motor atmosférico de pequeño cubicaje y que como tal, para poder extraer todo su ‘jugo’ es necesario estirar las marchas hasta que la aguja del tacómetro supera las mencionadas 4.000 vueltas. Por debajo de esa cifra la respuesta, como digo, es muy sutil y al coche le cuesta ganar velocidad.

¿En qué se traduce esto en la práctica y cómo afecta a la forma de conducir? La realidad es que probar el ASX de gasolina requiere un cambio de mentalidad, pues en lugar de buscar permanentemente la relación de cambio más larga posible, como harías en un ASX diésel o cualquier otro SUV para ahorrar combustible, hay que bajar de marcha a nada que quieras aumentar el ritmo. Esto dificulta la vida del conductor, ya que aunque por sonoridad y nivel de vibraciones el de gasolina está por delante del diésel, el hecho de tener que recurrir constantemente a la caja de cambios de cinco relaciones para ganar velocidad resta muchos puntos en el apartado de confort.

El Mitsubishi ASX 160 MPI de la prueba me parece idóneo, a tenor de lo comentado, para conductores tranquilos que circulen habitualmente por zonas urbanas y que realicen algún que otro viaje por carretera de forma esporádica. Y es que a bajas velocidades, la falta de par motor no es tan evidente, es cuando sales a vías rápidas cuando echas en falta una respuesta más contundente, situación que lógicamente se ve acentuada cuanto más cargado llevemos el vehículo. El consumo medio oficial se sitúa en 5,9 l/100km pero en la práctica y realizando una conducción normal (combinando ciudad, carreteras secundarías y autopista), el ASX 160 MPI obtuvo un gasto real de 7,4 l/100km.

Si realizas pocos kilómetros anualmente, tardarás mucho tiempo en amortizar los 2.860 euros que te ahorrarás al comprar un ASX de gasolina en lugar del diésel. Lo único es que si quieres o necesitas tener tracción a las cuatro ruedas, este motor solo se ofrece con tracción al eje delantero, lo que puede suponer un problema para aquellos usuarios que circulen por zonas con calzada resbaladiza por lluvia o nieve (aunque eso se puede solucionar con unos neumáticos de invierno). Otro punto a tener en cuenta es que tampoco podrás tener este Mitsubishi ASX con cambio automático, solo se ofrece con un cambio manual de cinco velocidades.

Valoración

Nota6

Es un superviviente. El Mitsubishi ASX 160 MPI que probamos equipa un motor de gasolina atmosférico. ¿Quieres una conducción tranquila? Es tu opción y no el diésel.

Lo mejor

Precio frente a diésel. Más suave que el de gasóleo.

Lo peor

Perezoso a bajas vueltas. Falta de respuesta en vías rápidas.

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