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¿Tienen futuro los urbanos de combustión como el Fiat Panda?

Fiat Panda
El Fiat Panda es un clásico en todos los sentidos, también por los motores de combustión que lo impulsan. ¿Tienen futuro este tipo de vehículos, o están predestinados a una muerte segura a manos de los eléctricos?

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La llegada del coche eléctrico nos tiene a todos un poco con la mosca detrás de la oreja. La tecnología no se conoce bien a nivel de usuario, la infraestructura no es la que debería y además son vehículos todavía demasiado caros, por mucha ayuda que exista. ¿Estaremos obligados a pasar por el aro? Vamos a razonar esta peliaguda cuestión, sobre todo si tenemos en cuenta los coches urbanos, en teoría los más proclives a equipar un motor cero emisiones. Pero tranquilos, ya os adelantamos que los urbanos de combustión como el Fiat Panda aún tienen futuro.

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Es cierto que los vehículos urbanos eléctricos son, a día de hoy, las opciones más realistas de cara a adquirir esta tecnología por parte de un ciudadano común. Son los más baratos, tienen ya una autonomía que permiten afrontar el día a día en las calles de la ciudad sin problema y pueden cargarse con la correspondiente instalación de una toma adecuada en nuestra plaza de garaje. Incluso podemos valorar que ofrecen ventajas respecto a los de combustión. ¿Como cuáles? En Madrid Central, por ejemplo, podrán aparcar y circular sin ningún tipo de limitación. ¿Y los modelos de combustión no? Claro que sí. Tendrás que aparcar en un parking, pero nada más. Incluso después de 2025 podrás hacerlo, aunque para ello tendrás que tener un coche con derecho a etiqueta, sea cual sea, de la DGT. Eso sí, desde 2022 los coches con etiqueta B que no sean residentes también tendrán vetada la entrada.

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Ponemos el ejemplo de Madrid porque es la ciudad española con restricciones más complejas, pero la reflexión sobre los coches urbanos como el Fiat Panda es la misma en cualquier lugar de España. Recuerda que las etiquetas de la DGT para los vehículos de combustión son la B para los gasolina de entre 2000 y 2006 y los diésel de entre 2006 y 2013. Los posteriores a estas fechas podrán lucir la etiqueta C, o incluso la ECO en el caso de los Panda Bi Fuel, que los hay. De esta manera, adquirir a día de hoy un vehículo urbano impulsado con un motor de combustión todavía tiene lógica. No existen suficientes impedimentos como para plantearse la compra de un eléctrico por decreto, aunque su posesión nos dará ciertos derechos.

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A día de hoy sabemos que los coches de combustión tendrán prohibida su matriculación en España en 2040, y su completa circulación diez años después. Primero, esto aún puede cambiar. Quedan demasiados años por delante, tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina y seguro que algún cambio de gobierno hasta entonces. Y segundo, aunque no cambiase esta normativa, son tantos años los que faltan para llegar a entonces que nos da tiempo más que de sobra a gastar un vehículo urbano con motor de gasolina o diésel antes de que lo eléctrico sea el pan nuestro de cada día.

Ya que hemos llegado hasta aquí, ¿quieres saber cuál es tu coche ideal?

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Axel Springer o Auto Bild España.

Etiquetas: Coches urbanos

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