¿Algún día algún político pedirá perdón por equivocarse?

Recientemente, he asistido a la entrega del premio al ‘Mejor Coche del Año de Renting y Flotas’ –certamen del que soy jurado desde hace años– y que en la presente edición ha recaído en el Renault Austral, el modelo de la marca del rombo más español de todos los tiempos. 

Y esto último no es un acto de patrioterismo barato ni de pulsera rojigualda, como diría algún iluminado al que le pagamos el sueldo con nuestros impuestos; no, es verdad verdadera. Y nada más.

En la citada gala también se premió a la ‘Personalidad más relevante del sector’, para la que en esta ocasión el jurado tuvo a bien reconocer a Polo Satrústegui, director de Hyundai España, marca a la que ha llevado a las cotas más altas de su historia.

Previamente a la entrega de ambos galardones, la directora general de Industria y de la Pyme, María Muñoz, compartió unas palabras con el respetable, en las que habló del Perte VEC y de todo lo que se estaba apoyando al sector del automóvil, y bla, bla, bla, bla. Palabras vacías que no llevan a ningún lado… típico de políticos (del signo que sean).

Sea como fuere, en las palabras de agradecimiento al recoger el galardón, Polo Satrústegui, en el tono correcto y templado que le caracteriza, le soltó un beef (zasca solía decir yo, pero por lo visto esa acepción es de boomer) memorable.

Le vino a decir el director general de Hyundai que mucho Perte, pero “algo no está funcionando” cuando vamos a la cola de Europa en cuanto a electrificación. Y no es momento –porque si no me repetiría más que la morcilla– de recordar las razones de por qué no está funcionando.

Supongo que algún político de estos iluminados a los que pagamos su sueldo y sus prebendas achacará el problema al ciudadano. Me imagino un comentario del tipo: “Una ola de negacionistas retrógrados del coche eléctrico ha llegado a España”. 

Pues negacionista o no, la verdad es la verdad, la diga Agamenón, su porquero o en este caso Polo Satrústegui: ¡Algo no está funcionando en el plan de electrificación del Gobierno!

Pero da igual; aquí seguimos erre que erre, que solo una vía, un solo dios verdadero y ese circulará en coche eléctrico.

Y lo repito y lo repetiré hasta que me desgañite: no tengo nada en contra del coche eléctrico, nada. Al contrario, me parece una fantástica solución, pero no la única. 

Yo creo, como hace Toyota o Hyundai, un futuro multienergía, en el que los combustibles sintéticos pueden ser una solución que permite no solo la sostenibilidad en sí del planeta, sino también la sostenibilidad de una industria tan vital para la economía española como es la del automóvil.

Es más, la semana pasada, charlando con un emprendedor de los que nos tenemos que sentir orgullosos en España, Carlos Uraga, fundador de Nantek (una start-up que ha logrado convertir plásticos en hidrocarburos), me contaba que su proyecto ya ha recibido todas las certificaciones y ya puede comercializar su e-fuel. 

Y lo más importante: es que si se expandiera su proyecto, España podría autoabastecerse energéticamente hablando, además de eliminar los residuos plásticos y todo ello siendo neutros en carbono. 

Llegados a este punto, y viendo que Polonia, según leo en Automotive News, es el único país que ha votado en contra de la prohibición de la comercialización de coches de combustión interna a partir del 1 de enero de 2035, me pregunto: ¿qué hace nuestro Gobierno que no defiende los intereses de los españoles y de la industria española?

Y es más, y aquí sale a flote mi indignación: ¿cuándo habrá un político que pida perdón por haberse equivocado? No solo en España, sino también en el seno de la UE. ¿Alguien? ¿Nadie? Me lo suponía. Aquí nadie pide perdón, ni hace por solventar la situación. Total, no hay consecuencias… Y visto lo visto: se están equivocando… y mucho.