Tráfico comprará 14 nuevos radares móviles; con estos, serán más de 100 que se sumarán en 2023

Confirmado. En Tráfico siguen de compras y no precisamente de rebajas. La DGT tiene reservado un presupuesto de casi un millón de euros para la adquisición de 14 radares móviles.

Coincidiendo con la presentación del balance de siniestralidad vial en 2022, el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska anunciaba que para 2023 la flota de radares de la DGT aumentaría con 88 nuevos medidores de velocidad.

Más de 700.000 euros para 88 radares

De acuerdo con el anuncio oficial, para la compra de estos radares en 2023, Tráfico tiene reservado un presupuesto de 740.000 euros.

Ya hay, además, empresa adjudicataria. Será Saima Seguridad la encargada de fabricar y mantener los nuevos cinemómetros que, de acuerdo con el pliego de condiciones publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) tendrán que estar preparados para captar velocidades de entre 10 y 250 km/h; a una distancia de entre 15 y 40 metros; y en, al menos, dos carriles de circulación.

No hay fecha para la recepción y puesta en funcionamiento de estos radares; lo que sí se sabe es que serán radares móviles que irán instalados en vehículos camuflados de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

88 + 14 radares

Un nuevo anuncio publicado en el BOE habla de la compra de 14 radares móviles por parte de la DGT.

Fuentes de la Dirección General de Tráfico consultadas por autobild.es confirman que esta segunda adjudicación es independiente, con lo que, por el momento, serán 102 los radares que se sumarán a los más de 1.300 que ya operan en las carreteras españolas (a excepción de Cataluña y País Vasco).

También han confirmado que los nuevos cinemómetros serán radares móviles y se sumarán a los 548 que utilizan bien en vehículos camuflados de la Agrupación de Tráfico, instalados en trípodes o en los guardarraíles.

Supone esto un nuevo giro en la política de Pere Navarro y su equipo, ya que en los últimos meses el director general de Tráfico se había mostrado claramente a favor de instalar más radares de tramo en lugar de cinemómetros convencionales; algo que, a juicio de los agentes, es una estrategia recaudatoria ya que los de tramo son más baratos y reducen las opciones de recurso,