Toyota MR2, para nosotros esta es la mejor generación

El Toyota MR2 es un auténtico reclamo para quien busca sensaciones en un coche. Diversión en tamaño compacto, con motor central y tracción a las ruedas, ¿qué podría salir mal? Sin duda, una fábrica de sonrisas. La marca japonesa lanzó al mercado hasta tres ediciones, todas ellas con diferencias notables. ¿Cuál era la mejor? ¿Con cuál hemos disfrutado más? Para nosotros esta es la mejor generación del Toyota MR2.

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Revolución

El primer Toyota MR2 fue toda una revolución. Pese a que la marca lanzó al mercado este deportivo bien entrada la década de los años ochenta, en 1984, el proyecto deriva de un trabajo de diseño de 1976. El objetivo era claro, crear un coche divertido, eficaz y capaz de sustituir al Toyota Sports 800. El primer Toyota MR2 contaba con un esquema de motor central, tracción trasera, dos plazas y una estética muy “ochentera”.

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El modelo de la casa japonesa se convirtió en el primer deportivo de estas características en ser fabricado en serie en Japón. Quizás por ello, y por todos los elogios que recibió de la prensa especializada, se convertiría después en Coche Japonés del año. El primero, el W10, montaría un motor de 1.5 litros y 4 cilindros con 83 caballos de potencia y un par motor de 118 Nm. Más tarde llegaría una nueva versión con unos 115 CV.

Cinco años después llegó la segunda generación, una nueva edición que se mantuvo fiel al concepto pero que maduró hacia un coche de categoría superior. Tras ella, el concepto Toyota MR2 recibió su última interpretación, una generación para despedir al deportivo que volvió a cambiar para presentar un coche ligero, de tipo roadster y adaptado a los nuevos tiempos, el siglo XXI.

Nos quedamos con el primer golpe, aunque duela

Todas las generaciones del Toyota MR2 destacaron por ser perfectas para quien buscara diversión, pero pese a que la segunda generación reúne todos los atributos para ser elegida la mejor, nos quedamos con el primero por ese sabor a años setenta y ochenta. El Toyota MR2 W20, la segunda generación, era más potente, algo más pesado pero igualmente efectivo. Aún así, rompía completamente con la estética del primero con un sabor claro a años noventa.

Entre los fans, la segunda edición de este deportivo japonés suele ser la favorita, una elección que también motiva el hecho de que su chasis era perfecto para un uso en competición. Y es que, el Toyota MR2, en su generación W20, compitió en Le Mans y Super GT con versiones modificadas. Podría ser más efectivo, sí, y también llegar a ser más potente, pero no era el W10…