Prueba del nuevo BMW Z4: un lavado de cara que le sienta muy bien

La lista de descapotables de dos asientos se ha acortado con el paso de los años, al menos en Europa. En Estados Unidos, por ejemplo, las cosas son diferentes. A la gente de allí le gusta mostrar lo que tiene, especialmente en Estados soleados como Florida o California. Y ahí es donde pega sin duda el nuevo BMW Z4. 

Diseño del nuevo BMW Z4

Para mantener contentos a los clientes del roadster, BMW le ha dado un lavado de cara. Pequeños detalles de diseño en el exterior, representados principalmente por el paquete deportivo M, que ahora se incluye de serie. 

Estos cambios incluyen tomas de aire de tres partes en el faldón delantero, una talonera más prominente y un faldón trasero con cantos más destacados. Las tomas de aire laterales también han sido rediseñadas.

El nuevo aspecto M se adapta especialmente al Z4 sDrive30i porque expresa aún mejor el carácter del roadster. Y es que cualquiera que piense que el cuatro cilindros con sus 258 CV parecería poco potente se equivoca. 

Motores del nuevo BMW Z4 ¿4 ó 6 cilindros?

Con sus 400 Newton metros, el bávaro descapotable acelera de 0 a 100 en en 5,4 segundos. Y llega hasta su punta de 250 km/h sin pensárselo mucho. 

La capota es de tela, y se puede abrir y cerrar en solo 10 segundos a velocidades de hasta 50 km/h. Pero puedes rodar velozmente a cielo abierto  sin incomodidades, porque la turbulencia en el interior es absolutamente tolerable. Si acaso, puede resultar algo más ruidosa de la cuenta a partir de ciertas velocidades.

El motor también suena, y de qué manera… un tanto artificial. Los ingenieros usaron han logrado amplificar el cuatro cilindros a través de los altavoces del coche para darle un tono más acorde con un seis cilindros que, por cierto, todavía existe en el Z4 M40i y es quizás iel mejor que todavía hay en el mercado de esta clase.

Comportamiento del Z4 M40i y el Z4 sDrive30i

Es una de las razones por las que BMW también lo ha instalado en el M340i, por ejemplo, y es que la base del propulsor se puede encontrar en los coches de carreras GT3. 

Sin embargo, el estado de ánimo en el M40i es bastante diferente. Aquí, no hay cambios bruscos de dos marchas hacia abajo, el Z4 no necesita inflarse y reduce solo una relación, suavemente, y el par máximo de 500 Nm se empuja con confianza el eje trasero. En 4,5 segundos, lanza sus casi 1,6 toneladas más allá de la marca de los 100 km/h y, como su hermano pequeño, acelera a una velocidad limitada de 250 km/h.

Volvemos al modelo de cuatro cilindros y lo cierto es que funciona de maravilla, casi no nos hace echar de menos los dos que faltan. Desde un crucero tranquilo hasta un arranque espontáneo, todo es posible y el bloque mueve siempre con soltura las casi 1,5 toneladas. 

Si quieres los 258 CV en toda su plenitud, tienes que subirlo a 5.000 rpm, y a las 6.500 te encuentras con el limitador. Eso es reseñable por los seis en línea se mueven en el mismo rango de vueltas.

Por cierto, la potencia es repartida por el Steptronic de 8 velocidades, rapidísimo y suave, o también puede cambiar el conductor manualmente a través de las grandes levas en el volante. 

Interior del nuevo BMW Z4

Independientemente del motor que te lleve, te sientes como en casa en el Z4, y es que aún no lleva la Curved Display.  Aún lleva dos pantallas separadas fáciles de leer que informan de todo al conductor. 

Esto se puede controlar a través del iDrive sobre la consola central. Los botones para los programas de conducción Confort, Eco y Sport también se encuentran en esa zona, igual que el botón para abrir la capota.

Los asientos son deportivos y cómodos, sostienen firmemente a los dos pasajeros incluso en curvas rápidas, pero también son buenos para largas distancias. Sobre todo, amortiguan muy hábilmente los golpes que  traslada el chasis deportivo en las juntas transversales de la carretera. 

En circuito, eso sí, agradecerás que lleve un chasis tan firme:  coopera excelentemente con la dirección, que responde de manera fulminante ya desde la zona media, lo que hace que enlazar curvas con el Z4 a velocidad de vértigo sea un auténtico placer.

Factores para decidir la compra

lavado de cara, el BMW Z4 sigue siendo lo que siempre fue: un potente adorador del sol con genes dinámicos. Un sueño, eso sí, cada vez para menos afortunados: tanto el cuatro como el seis cilindros se han vuelto aún más caros.