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El nuevo Toyota Camry está a la venta solo como híbrido por una sencilla razón

Toyota Camry

Son muchos años de perfeccionamiento del sistema.

La gama de Toyota está repleta de nombres propios conocidos de sobra en todo el mundo. Eso hace que los que han tenido solo presencia en determinados mercados durante gran parte de su trayectoria estén un poco más a la sombra, y uno de ellos puede ser el Toyota Camry.

En España volvió en 2019, tras una década y media fuera, para ocupar el sitio del Avensis. Como es habitual con casi todos los modelos de la marca nipona, se ha ofrecido siempre con una mecánica híbrida, pero esto es algo que no ha sido así en todos los mercados en los que se vende.

 

Valga como ejemplo Estados Unidos, donde se ofrecía también con otras motorizaciones, hasta ahora, pues su actual generación ya se vende solo con una mecánica electrificada también allí. ¿A qué se debe este cambio de dirección?

Los compañeros de Motor1 han podido hablar con Mark DeJongh, ingeniero jefe del Camry, quien ha despejado las dudas de una manera muy sencilla.

Es simplemente el vehículo adecuado en el momento adecuado. Y realmente creemos que los clientes lo aceptarán con agrado. La economía de combustible es excelente y sabíamos que con el nuevo Hybrid System 5 [de Toyota] realmente teníamos la oportunidad de ajustar ese tren motriz y llevarlo a donde podría ser excelente”, señala.

“Una vez que decidimos ser 100% híbridos, casi nos olvidamos de que íbamos a ser 100% híbridos. Simplemente ya no se convirtió en algo [en lo que pensáramos]”, explica.

Tiene sentido el salto, puesto que Toyota lleva prácticamente 30 años desarrollando sus sistemas híbridos (desde el 97 con el primer Prius), por lo que tras cinco generaciones de evolución, los ha llevado a un nivel de refinamiento y eficiencia notables.

El sistema que emplea el Camry combina un motor gasolina 2.5 tetracilíndrico de 184 CV que cuenta con el apoyo de un bloque eléctrico que hace de starter y generador para la batería y por un segundo que se encarga de mover las ruedas. Eso es la versión de tracción 4x2, mientras que la de tracción integral se suma un segundo bloque de cero emisiones para el eje trasero.

El resultado es una potencia de 225 CV en la variante de tracción delantera y de 232 CV en la de tracción integral. 

Además, también tuvo unas palabras interesantes sobre la posición del Camry como representante de las berlinas en un mercado que cada vez está más orientado hacia los todocaminos.

“Enviamos una especie de mensaje cuando comenzamos, un mensaje para los ingenieros y todos los que van a trabajar en ello. Parte de mi mensaje fue: 'Los SUV han tomado el lugar que solía pertenecer a los sedanes, pero vamos a permanecer fieles a ser un sedán. Las personas que optan por los SUV, no estamos tratando de recuperarlos... no los estamos persiguiendo”, comenta.

“Estamos haciendo un verdadero sedán. En realidad, nuestro lema era ‘sedán hasta la médula’”, concluye. 

El Toyota Camry es un ejemplo más de la filosofía de la marca japonesa de diversificar las tecnologías de propulsión que utiliza y es que, manteniendo su apuesta por los híbridos, no se está viendo tan afectada por el bajo interés que hay en los eléctricos, algo que si está repercutiendo más en otras firmas que habían trazado un plan para fabricar solo modelos de cero emisiones.

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