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He probado el Microlino: tres argumentos para comprarlo y uno para pensarlo

Prueba del Microlino

Sergio Ríos

Si quieres un eléctrico con personalidad para ciudad, no hay una opción más peculiar que el Microlino. He podido probarlo y estos son algunos argumentos para que te lo compres y uno muy importante para que te lo pienses.

El Microlino es probablemente el coche eléctrico más peculiar que puedes comprar en estos momentos, ya que no deja indiferente a nadie. Ahora bien, ¿merece la pena hacerse con él? He probado el Microlino y estos son tres argumentos para comprarlo y uno para pensarlo.

Este simpático modelo nació con la idea de reinterpretar el concepto del Isetta de los años 50, pero con un tren motriz eléctrico. Así, se trata de un modelo enfocado al ámbito urbano, pero también puede circular por autopistas y autovías, aunque dé impresión. En esencia, es un modelo con interesantes puntos positivos, pero también con cosas que debes tener en cuenta.

Su carácter

Microlino

Sin lugar a dudas, la mayor baza del Microlino es su diseño, que actualiza de forma eficaz las de aquel utilitario de los 50. Así, es un coche muy reconocible que además cuenta con soluciones llamativas, como los faros que a su vez funcionan como espejos y la puerta de acceso, que ahora se abre de forma eléctrica.

Es muy divertido de conducir

Microlino

Con una potencia de 12,5 kW -17 CV-, 89 Nm de par y una velocidad máxima de 90 km/h, no irás muy rápido en él, pero se trata de un coche realmente divertido. La falta de dirección asistida le da un toque analógico a la conducción y, junto a su pequeño tamaño y a la inmediatez del motor eléctrico, te lo puedes pasar muy bien con él. Es casi como un kart, pero sin que te mojes cuando llueve.

En ciudad tiene sentido

Microlino

Tanto su concepto como sus 177 kilómetros de autonomía hacen que el terreno predilecto del Microlino sea la ciudad, pero es ahí donde salen sus virtudes. Su tamaño , su mecánica y su peso de 513 kg resulta en una agilidad perfecta para moverse el ámbito urbano. Como otros modelos de tamaño similar, aquí es donde podrás conducir con mayor comodidad y meterte por donde quieras.

Lo peor: su precio

Microlino

Ha quedado claro que este es un coche con varias virtudes que deben ser tenidas en cuenta, pero la mayor desventaja está en el precio del Microlino. En España, este pequeño eléctrico parte de 22.990 euros en el acabado Dolce y de 23.560 euros en la versión Competizione. Sin duda, demasiado para un vehículo que no cuenta con elementos como una radio o aire acondicionado.

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