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Un espectacular Plymouth Superbird a subasta

Tiene prácticamente todas las piezas originales, además de la documentación. Se espera que la puja roce las siete cifras.

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El Plymouth Superbird es todo exceso. Incluso para la época en la que nació, 1969, su llamativa estética lo diferenciaba del resto: el picudo morro es de lo más característico, pero es su alerón masivo (pero masivo de verdad) su principal seña de identidad. A día de hoy es harto complicado hacerse con uno a menos que se prepare un buen fajo de billetes y, en aún en esos casos, lo normal es que la unidad haya tenido que ser restaurada o lleve encima modificaciones de toda índole. Por eso, una que esté completamente “limpia” como la que va a subastar Mecum en Las Vegas el próximo 16 de noviembre, es una auténtica joya.

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La carrocería está pintada en Tor Red, pero cuenta con detalles en negro tanto en el frontal como en todo el techo, calza llantas tipo rally y el interiores está impoluto: n enorme volante de circunferencia fina, asientos de piel, tapicería en perfectas condiciones, multitud de cromados, moldura de madera en el túnel central… Y bajo el capó más de lo mismo, la mecánica original, un ya prehistórico bloque HEMI V8 de 7,0 litros que cuando salió de fábrica entregaba 425 CV y que llevaba al Superbird de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos.

De hecho, viene hasta con toda la documentación original, incluida la reservao el ticket de venta. Los datos dejan claro que solo ha tenido dos dueños en sus casi 50 años de vida que, a uzgar por su estado, lo debieron cuidar con mimo. Desde la casa de subastas calculan que el precio medio de un Plymouth Superbird con motor HEMI en la actualidad es de algo más de 200.000 dólares, aunque en pujas previas la ganadora ha variado entre 350.000 y el millón, así que atendiendo al buen estado de esta unidad quien sabe.

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