Así se está desplomando el precio del petróleo en Estados Unidos

La economía de Estados Unidos escribió un nuevo capítulo de su historia este lunes 20 de abril. La razón no es otra que la caída en picado que sufrió el precio del crudo West Texas Intermediate (WTI): cerró la jornada en valores negativos, a -37,63 dólares. Hay diferentes causas que explican este descenso y sí, el coronavirus es una de ellas. Así es cómo se ha desplomado el precio del petróleo en EEUU.

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El barril Texas es el índice que se usa al otro lado del Atlántico en el mercado de petróleo y por primera vez en su historia, cotizó negativo. Este lunes el petróleo no valía nada, se había convertido en una carga económica. Este desplome de precios supone la mayor bajada que ha vivido una sesión desde los años 80, momento en el que empieza a haber datos disponibles.

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El coste de este tipo de crudo, cuyo precio se suele usar junto con el del barril Brent para medir la salud del mercado internacional, llegó a descender hasta los -50 dólares estadounidenses por barril. Consiguió remontar para finalizar la jornada a -37,63 dólares. ¿Qué significa esta cotización negativa? Los productores pagan a los clientes 37 dólares para que se lleven unos barriles que nadie quiere.

Y es que aunque las comparaciones, a veces, son odiosas son necesarias para poner algo de contexto. El viernes pasado costaba 18,27 dólares y si viajamos un año en dirección al pasado, nos encontraremos con que el barril Texas tenía un precio de 66 dólares. Este lunes, un barril de zumo de naranja del supermercado valía casi 500 veces más que uno de crudo.

Las razones

Hay diferentes razones para explicar este desplome. Un inversor no compra un barril de crudo físico, sino un contrato de futuro. Los que sirven de referencia para calcular el precio del barril Texas vencían un día después de la debacle y el petróleo se entregará en mayo. El problema es la capacidad de almacenamiento: está llegando a su límite y nadie quiere quedarse el petróleo en la fecha de entrega que tienen prevista.

Esta entrega física se lleva a cabo en Oklahoma, un punto clave en el mercado petrolero ya que es el mayor centro de almacenamiento y distribución de Estados Unidos. Sin embargo, más de tres cuartas partes de su capacidad está ocupada y todo apunta a que en las próximas semanas se completará. ¿Por qué? Debido a los efectos del coronavirus: la demanda global ha caído porque las empresas ya no necesitan quemar crudo, las aerolíneas y otras compañías de transporte tampoco están haciendo el mismo uso que antes y la población no pasa por las gasolineras porque no pueden circular con su coche.

¿Y el barril Brent?

El caso del índice de referencia en Europa es diferente porque sus contratos son de crudo que se entregará en junio. Las previsiones apuntan a que en ese momento el desajuste entre oferta y demanda será menor. Por otro lado no existe el problema de almacenamiento que hay en EEUU porque se trata de un crudo marítimo que se puede trasladar con más facilidad hasta donde haya demanda.

Gráfico: Statista