¿Hasta cuándo hay que usar mascarilla dentro del coche?

Son obligatorias desde el pasado 21 de mayo y si hay algo que ha quedado claro desde entonces es que las mascarillas han llegado para quedarse. Como buen protocolo de seguridad e higiene que es, su uso va a mantenerse durante un tiempo para luchar contra la propagación y los contagios del coronavirus… pero, ¿hasta cuándo hay que usar la mascarilla dentro del coche?

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Por ahora la respuesta no está clara. En un primer momento el Gobierno indicó que la presencia de este elemento de protección está contemplada hasta que haya una vacuna o un tratamiento eficaz contra el Covid-19. Sin embargo, Salvador Illa, ministro de Sanidad, puntualizó que se mantendrán hasta que el Ejecutivo declare el final de la actual crisis sanitaria.

¿Cuándo llegará ese momento? Sigue siendo una incógnita ya que lo único que está claro es que el desenlace será adoptado previo informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y después de escuchar a las distintas comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

¿Cuándo hay que usar mascarilla en el coche?

Hasta entonces, tendremos que seguir usando la mascarilla en el coche. ¿Siempre? No, sólo cuando utilicemos el servicio de un taxi, de un VTC, de un vehículo de carsharing o cuando compartamos el nuestro con personas que no son convivientes. Además, recuerda que en este caso podrán ser ocupadas todas las plazas disponibles. En el resto de los escenarios no será obligatoria.

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Al mismo tiempo hay que recordar las excepciones en las que estamos exentos de llevarla: cuando haya algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada, cuando esté contraindicado por motivos de salud o cuando las alteraciones de conducta en situaciones de discapacidad o dependencia lo hagan inviable.

La multa por no llevar mascarilla en el coche

El Artículo 6.1 del Real Decreto Ley 21/2020 de 9 de junio es el encargado de establecer la obligatoriedad de la mascarilla. No cumplir con este precepto está considerado como una falta leve y se castiga con una sanción económica que, en la mayoría de los casos, asciende a 100 euros.