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Comparativa oldie: Opel Manta contra Lancia Beta HPE

Opel Manta
Vista al pasado.

El rival por excelencia del Opel Manta el Ford Capri, no obstante, el alemán fue desarrollado precisamente para plantarle cara. Sin embargo, ya os hablamos de este típico enfrentamiento hace un tiempo, por lo que hoy hacemos nuestra comparativa oldie con el Lancia Beta HPE, un modelo con una peculiar historia detrás.

Hay que señalar al Ford como el que, gracias a su éxito, hizo que otras marcas buscaran desarrollar deportivos asequibles. Su imagen atractiva y su tracción trasera le granjearon unas ventas de unos dos millones de unidades durante toda su vida comercial, mostrando un camino a seguir al que pronto se apuntaron General Motors y Opel.

Opel Manta

Este cupé deportivo derivaba del Ascona, del que tomaba tanto su base como sus motores, y se jactaba de, a pesar de su silueta cupé, ofrecer una habitabilidad interior considerable para cuatro personas, aunque en realidad era óptimo para dos personas

Estuvo a la venta desde 1970 hasta 1988, casi dos décadas de producción que vieron nacer dos generaciones del modelo, la Serie A, del 70 al 77, y la Serie B, en activo desde el 78 hasta el final del deportivo. Dentro de esta se desarrolló la versión CC, con tres puertas y portón en la zaga.

Su atractiva estética siempre fue uno de sus puntos fuertes, destacando su afilada silueta, el diseño de las llantas y el hecho de contar en ciertas versiones con vistosos vinilos en la carrocería. Sus motores no eran excesivamente potentes desde el punto de vista actual, siendo el más destacado el Manta GT/E, lanzando en 1983, que entregaba 125 CV y era capaz de alcanzar una velocidad punta de más de 190 km/h.

Lancia Beta HPE

Lancia Beta HPE

El Lancia Beta nació como una berlina de tamaño medio-grande con carrocería tipo shooting break que se caracterizaba por ofrecer un espacio interior considerable. Sin embargo, el modelo fue evolucionando y presentando variantes de lo más diversas, desde un coupé a un Spider, pasando por HPE, que es el que nos interesa.

Su nombre hace referencia a “High Performance Estate” o, lo que es lo mismo, “Familiar de Alto Rendimiento”. Es una de las versiones más conseguidas a nivel de diseño, luciendo una imagen de compacto de tres puertas que tomaba el frontal del cupé pero alargaba la caída del techo para formar un portón trasero y mantener la esencia “break” del original.

Lo curioso es que este modelo, junto al cupé, se encargó de traerlo a España Seat, que los fabricaba en su planta de Landaben. Respecto a las versiones de otros países, contaban con la peculiaridad de montar un motor “capado”.

Así, mientras que los originales utilizaban un bloque de 1995 cc y 119 CV, los españoles se conformaban con 1919 cc y 111 CV, algo que ayudaba a reducir los impuestos de un 35 al 22%, lo que impactaba de manera significativa en su precio.

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