Charles Leclerc, Ferrari y el sueño de Jules Bianchi
Por primera vez desde 2006 el equipo Ferrari ha apostado por un joven piloto para su escudería, dando una gran oportunidad a Charles Leclerc. En aquel citado 2006 apostaron por Felipe Massa como sustituto de Rubens Barrichello y compañero de Michael Schumacher; ahora llega Leclerc a reemplazar a Kimi Räikkönen como compañero de Sebastian Vettel. Pero hay más: Charles Leclerc cumplirá en Ferrari el sueño que nunca pudo cumplir su buen amigo Jules Bianchi.
Históricamente, el equipo Ferrari no ha dado grandes oportunidades a pilotos con poca experiencia en la Fórmula 1. La escuadra de Maranello prefiere ver cómo sus jóvenes apuestas se ‘foguean’ en otros equipos pequeños durante años antes de vestirlos de rojo. Tres años necesitaron con Massa en 2006 y solo uno han necesitado con Leclerc de cara a 2019. Quizás demasiado esperaron con Jules Bianchi.
El francés era la gran promesa del equipo Ferrari y de su mano debutó en la Fórmula 1, cedido en el equipo Marussia. Un año y medio después de su debut, y solo meses después de conseguir los primeros puntos del humilde equipo en Mónaco, el fatídico Gran Premio de Japón lo cambió todo con aquel triste accidente bajo la lluvia.
Jules debía correr en 2015 con Sauber, donde habría seguido demostrando su talento, y quién sabe si uno o dos años después habría corrido para Ferrari. La directiva de aquellos años – más conservadora - no piensa como la de ahora.
Leclerc y Bianchi, como dos hermanos
Es inevitable pensar en Bianchi después del anuncio de Leclerc como piloto de Ferrari, pues el monegasco hará lo que su buen amigo siempre quiso hacer y que el destino se lo impidió. Ambos guardaron una gran relación de amistad y, es más, Bianchi fue el padrino deportivo de Charles en sus inicios.
Charles empezó a correr en una pista de karts junto a los Bianchi y cuando ya no tenía dinero y estaba a punto de dejar las carreras, Jules le puso en contacto con el que era su mánager, Nicolas Todt, y que ahora trabaja junto al ya confirmado piloto de Ferrari.
“En 2011 tuve que dejar las carreras porque mi padre no podía gastar tanto dinero. Jules era como mi padrino en las carreras y me ayudó. Llamó a Nicolas a mediados de 2011 y acordamos que me ayudaría hasta encontrar ayuda antes de final de año”, relató hace un tiempo Leclerc.
Todt, que al principio ayudó para contentar a Bianchi, se vio sorprendido por su talento y los apoyos no cesaron.. “Al principio decidí ayudar por su amistad con Jules y también porque me dijo que tenía talento. Le dije que le daría una oportunidad en karting y después ya veríamos”, comenta el francés, hijo de Jean Todt, presidente de la FIA. “Desde ese día, nunca me ha decepcionado, sino todo lo contrario”.
Leclerc también fue la apuesta de Sergio Marchionne, quien fuese presidente de Ferrari hasta su fallecimiento el pasado mes de julio. Él quiso que el monegasco acompañara a Vettel desde 2019 en adelante. La actual directiva de Maranello habría intentado evitarlo para no provocar cambios tan importantes como este en un inevitable tiempo de transición tras la marcha de Marchionne. Pero finalmente ha sucedido lo que debía suceder y Leclerc vestirá de rojo el año que viene.
Imagen: Sutton Motorsport
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