Carretera con música para respetar el límite de velocidad, suena bien, ¿verdad?

¿Funcionan los límites de velocidad en carretera? La respuesta es sí, pero no del todo. Muchos conductores los respetan, pero otros tantos circulan por encima de ellos constantemente, incluso pese a la amenaza de los radares. Éstos siguen la filosofía del “palo”, pero, ¿y si en lugar de castigo hubiera recompensa? ¿Responderían mejor los conductores a la “zanahoria”?

Lo cierto es que es difícil de dilucidar, pero siempre es interesante ver cómo se prueban enfoques diferentes para ver si funcionan. Uno de los más llamativos y particulares es el que hay en Hungría, donde han decidido apostar por la creación de carreteras musicales.

La idea es bastante sencilla: recompensar a los conductores que circulen a la velocidad legal con una melodía que produce su propio coche al rodar.

Llevarla a cabo tampoco es complicado: en un lateral del carril, el exterior, se colocan bandas de rodadura de distintas formas y a ciertos intervalos, al entrar en contacto con el neumático, en vez de provocar el habitual ruido, emiten una nota y, al ir a la velocidad estipulada, se crea una melodía.

En el caso húngaro la melodía en cuestión es de la canción A 67-es Út del grupo Republic, un pequeño fragmento de 30 segundos que podéis escuchar a continuación:

En el caso de circular más rápido de lo establecido, las notas se montan unas sobre otras y no suena la música como debería, así que quienes quieran probar la curiosa experiencia tendrán que respetar los límites de velocidad, aunque sea en ese pequeño tramo delimitado por dos señales y por corcheas pintadas en el asfalto.

Aunque el caso de Hungría es el que se ha vuelto más viral, no es el único que hay en el mundo. La primera vez que se creó una carretera musical fue en Dinamarca en 1995, pero desde entonces se han instalado en otros tantos países, como China, Argentina, Estados Unidos o Japón, entre otros.